sábado, mayo 18, 2024
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Realismo mágico en el homenaje a Gabriel García Márquez en México

La cola de gente era interminable, el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana estaba abarrotado por miles de admiradores, quienes, para despedirse de García Márquez, llevaron flores para expresar su gratitud.

Muchos llegaron desde temprano por la mañana y permanecieron afuera del edificio esperando la hora de rendirle homenaje, a pesar de que sabían que las cenizas del memorable autor llegarían hasta la tarde.

Adentro estaban las cenizas y todos los que querían decirle adiós, dejarle una flor, agradecerle el alimento con que nutrió sueños interminables, repetir varias veces la frase de la lectura del libro.

Sin embargo, en realidad, él estaba afuera: en los ojos profundos y sedientos de una mujer madura perdida en la multitud en los caminos de Macondo, en las melodías de las guitarras con que un grupo de jóvenes llenaron de música la espera, en la cara afligida de un niño que le preguntó a su padre por qué murió.

El tributo no se limitó a los muros del recinto, no necesariamente se veía sólo allí. Gabo estaba presente en las voces de la gente, en el ritmo de los Vallenatos tocado por una banda que acompañaba la marcha al vestíbulo del edificio, en algunas lágrimas que cayeron, discretamente, como si se estuvieran despidiendo de un familiar amado.

Cuando llegó el cortejo fúnebre y las cenizas de Gabo fueron colocadas en medio del vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, estallaron los aplausos, porque los amigos, parientes e invitados se dieron cita para honrar al ganador del Nobel, periodista, guionista y narrador.

Afuera, la multitud también aplaudía aquí y allá, mientras alguien leía un fragmento, otro gritaba “Larga Vida a Gabo”, cuando aquel muchacho tomó las flores de un ramo, desprendió los pétalos y los lanzó al aire.

El mundo celebra el Día de la Lengua Española

En tributo al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, muerto el 23 de abril de 1816, cada año se celebra en esa fecha el Día de la Lengua Española.

Miguel Cervantes de Saavedra
Miguel Cervantes de Saavedra
Conocido como El Manco de Lepanto, Cervantes dejó, entre otras obras, la novela El Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha, texto monumental que contribuyó al realce de la literatura mundial y de la lengua española.

Considerado la primera novela moderna, éste ha sido el libro más traducido y editado en la historia, aparte de la Biblia.

A iniciativa del escritor Vicente Clavel, este día fue celebrado por primera vez en Valencia en 1926, y más tarde se extendió a toda España en 1964, siendo adoptado por todos los países de habla hispana.

No obstante, hoy esta celebración llega el día que el mundo le dice adiós a otro gran escritor en lengua española: el colombiano Gabriel García Márquez, que recientemente murió en la ciudad de México. Autor de textos extraordinarios, entre las obras de Gabo hay una que se considera otro Don Quijote: Cien años de soledad, que lo hiciera acreedor del Nobel en 1982.

Así, valdría la pena dedicar este Día de la Lengua Española a García Márquez, por sus contribuciones en el campo del periodismo, la literatura e incluso el cine, una de sus pasiones.

Antigua cueva en España podría arrojar datos sobre los orígenes del estudio de la astronomía na cueva localizada en las Islas Canarias, en la que probablemente sea la región aborigen de Artevigua, podría revelar un conocimiento insospechado de los antiguos pobladores de la isla, ya que marca equinoccios y solsticios, mientras que en su interior la luz recrea imágenes relacionadas con la fertilidad.

La cueva fue utilizada como un templo, además de su función astronómica; la luz crea en su interior un recuento mitológico de la fertilidad, cuyo gusto no existe en ninguna otra parte, dijo el arqueólogo Julio Cuenca, quien ha estudiado el área desde 1990.

 

Por los servicios de noticias de El Reportero

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