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Wall Street Journal injustamente asigna culpa de la crisis de vivienda a los latinos

por José de la Isla

Una nota del 5 de enero en el Wall Street Journal escrita por Susan Schmidt y Maurice Tamman fue un asalto a algunos dirigentes latinos conectados con temas de vivienda y defensa comunitaria.

Miembros de la asamblea de congresistas hispanos, Congressional Hispanic Caucus (CHC por sus siglas en inglés) y el instituto de políticas públicas aliado pero separado de la misma, se vieron bajo intenso escrutinio por aparentar tener una asociación demasiado unida con prestamistas de hipotecas problemáticos.

Schmidt y Tamman aseveraron que miembros del CHC “recibieron donaciones de la industria prestamista y vieron que sus electores se mudaran a nuevas casas, presionando por normas menos estrictas de préstamo, lo cual llevó a problemas”.

Las contribuciones políticas a miembros de la asamblea de congresistas hispanos llegaron a ser al menos $2,3 millones durante
el auge de la expansión de hipotecas no preferenciales en el 2005.

Countrywide Corp., Washington Mutual y New Country Financial, Ameriquest Mortgage Corp., Fannie Mae y Freddie Mac se incluyen entre las empresas mencionadas que contribuyeron y participaron en un programa de pasantía, investigación y defensa de derechos, llamado Hogar, que administrara el instituto de la asamblea, CHCI por sus siglas en inglés.

Aracely Panameño, del Center for Responsible Lending, se dice intentó advertir a Hogar con datos sobre los defectos en cuanto a las prácticas en temas de préstamos de vivienda y su impacto sobre los latinos.Los golpes más duros se reservaron para el congresista por California, Joe Baca, el más reciente presidente del CHC y defensor de muchos años por ampliar las oportunidades para personas que compran vivienda por primera vez. Unas 9.200 familias en el distrito que representa Baca, San Bernadino, perdieron sus casas por ejecución de su hipotecas.

AmeriDream, Inc., una empresa de vivienda sin fi nes de lucro y que auspicia Hogar, hizo una contribución caritativa de $25.000 en octubre del 2008 a una fundación que estableciera Baca. A su vez, Baca respaldó el programa de asistencia con la cuota inicial fi nanciado por el vendedor de AmeriDream con fondos que originaron con empresas de construcción de viviendas quienes hubieran hecho donaciones a la empresa sin fi nes de lucro.

El programa fue declarado ilegal el año pasado mediante nueva legislación sobre vivienda. Ahora Baca es uno de los congresistas que auspicia un proyecto de ley que permitiría un enfoque similar, pero no igual, para asistencia con la cuota inicial fi nanciada por el vendedor para prestatarios de bajos recursos en el programa de la Federal Housing Administration.

El tono y la impresión que deja la nota del Wall Street Journal fue de haber estado al filo de cometer un delito o de haber incurrido en una actividad pocoética. Lo que hubo fueron lapsos de juicio, eso sí,que llegaron bajo la suave y romántica infl uencia del dinero, probablemente.Pero culpar mayormente a los latinos por los líos ocasionados por las hipotecas no preferenciales es llevarlo demasiado lejos.

No cabe duda que las intrigas con hipotecas no preferenciales afectaron grandemente a clientes latinos,aunque hasta el momento no hay datos que indiquen el perjuicio cometido según la etnicidad de la víctima. A nivel nacional, se perdieron 1,5 millones de hogares (no sólo de hispanos) y otros 2 millones de familias que tienen actualmente préstamos no preferenciales están en peligro de perder sus casas en un futuro cercano.

Esther Aguilera, presidenta del CHCI, le dijo al Wall Street Journal que le asombraban las conclusiones y acusaciones de la nota publicada el 5 de enero. No entendieron el punto sobre las causas originales de la crisis de vivienda ni sobre “protección para las familias asediadas por prestamistas abusivos y sin escrúpulos”,mantuvo.

Ed Gonzales, de Real Estate Associates Latinos en Houston, me dijo por correo electrónico que las prácticas fundamentales de hacer préstamos se vieron claramente comprometidas durante los años de auge. Ahora, pregunta, ¿quién o qué agencia tomó la decisión de obviar o minimizar las directivas para hacer préstamos?

Hay culpa de sobra para distribuir y otros aspectos que investigar. Sin embargo, para propósitos de buscar un chivo expiatorio, uno tendría que creer que los latinos iban girando las esferas de cámaras acoraza das en los bancos y jugando a la bolsa y empaquetando hipotecas en Wall Street para Europa y la China.

Por ende, intentar atribuir la culpa en lo que parece ser un “complejo industrial de vivienda latina” es,como menos, ir muy lejos.Pero sí tiene que hacer con exponer a algunos de los que se descubrieron con la mano en la masa. Pero ellos no son los que la convirtieron en tamales podridos.

Otro daño causado por el colapso de la industria de vivienda es el que afecta a muchas familias de esta generación quienes verán ahora lo del sueño americano como simplemente otra estafa más.

[José de la Isla redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service. Es autor de “The Rise of Hispanic Political Power (Archer Books,2003). Comuníquese con éla:
joseisla3@yahoo.com).
© 2009

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