domingo, mayo 5, 2024
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Operación Náufrago: ATF traficó armas a pandilleros criminales de Honduras

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by Kurt Nimmo

La evidencia indica que la ATF (Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego) no solamente brindó armas a los carteles de droga mexicanos, sino también traficó armas a las pandillas criminales en Honduras, incluyendo el mortífero MS-13, o Mara Salvatrucha, conocida por trabajar con el cartel de Sinaloa.

Sinaloa, la operación de narcotráfico más grande de México, ha trabajado de cerca con el Banco Wacovia. En marzo pasado, el banco reveló en la corte que había lavado cerca de $400 millones a través deuna red de casas de cambio entre 2004 y 2007.

El MS-13 es conocido por su brutalidad, incluyendo el asesinato de 28 hondureños cuando los pandilleros rociaron un bus con cañonazos automáticos en 2004.

Nuevas revelaciones sobre la operación federal– llamada Náufrago– salieron a la luz después de que el Republicano, el Rep. Gus Bilirakis envió una carta al Fiscal General Eric Holder y al director interino de ATF Ken Melson.

“En días recientes, ha salido a la luz que la ATF y el DOJ han participado en el acto de ‘caminar armado’ más allá de los actos realizados dentro del espectro de la ‘Operación Rápido y Furioso,’” Bilirakis escribió a Holder y Melson. La historia estalló el 6 de Julio cuando los periodistas Mike Vanderboegh y David Codrea publicaron un artículo sobre la Operación  Náufrago en The Examiner.

“Virginia O’Brien, agente especial a cargo del Bureau de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, división Tampa, realizó una investigación de armas que era llevar armas a Honduras usando las técnicas y tácticas idénticas a Rápido y Furioso, fue informado a estos corresponsales vía correspondencia privada de una fuente probada y creíble,” escribieron los periodistas.

La ATF no respondió a la historia cuando fue publicada el 6 de julio. La información también encontró su camino hacia el presidente Darrell Issa del Comité de la Cámara de Vigilancia y Reforma del Gobierno y el miembro del Comité Judicial del Ranking del Senado Charles Grassley.

Los medios corporativos todavía tienen que darle a la Operación Náufrago la cobertura hasta ahora brindada a la Operación Rápido & Furioso. Media Matters, la operación propaganda financiada por el globalista George Soros, sostiene que reportar en el creciente escándalo es algún tipo de conspiración de derecha y defende lamendacidad de los burócratas del gobierno, quienes han dado excusas para las operaciones ilegales.

Obama dijo que AG Holder no estaba al tanto de Rápido & Furioso, entonces es seguro asumir que Holder y el Departamento de Justicia mantendrán que no sabían nada sobre la Operación Náufrago tampoco. Como señaló Joseph Alan Sánchez al escribir en Infowars.com el martes, EE.UU. ha enviado armas al sur de la frontera por más de una década.

“Por al menos una década, el especialista de la operación encubierta Celerino ‘Cele’ Castillo III ha estado diciendo al mundo que EE.UU. ha estado enviando armas al sur de la frontera de manera regular, en paralelo a declaraciones sobre drogas pasando de Sudamérica a Norteamérica. Y ahora en el verano de 2011, el BATF está bajo fuego por observar la venta y distribución de maquinaria de armas hacia México. Testimonios congresistas en meses recientes están revelando un plan calculado llamado Operación Rápido y Furioso,” escribe Sánchez. Agregando peso a la acusación de Castillo, uno de los zares de la tristemente célebre pandilla de Los Zetas, Rejón Aguilar, dijo a la policía federal mexicana este mes que el grupo compró sus armas directamente de funcionarios de gobierno de EE.UU.

Por sus esfuerzos de decir la verdad y el soplón Iran Contra whistleblowing, Castillo fue condenado en 2008 por cargos federales de comerciar armas de fuego sin licencia en un caso marcado por numerosas irregularidades y coincidencias peculiares que elevaron el espectro de un estratagema. A pesar de las negaciones, los congresistas Republicanos creen que el escándalo Rápido & Furioso llega a los niveles más altos del Departamento de Justicia.

Han pedido a la oficina del fiscal general que entregue un turro de correos electrónicos, documentos y otro material para determinar el rol de Washington en la “temeraria” operación que permitió a las armas semiautomáticas de EE.UU. fluir hacia los carteles  mexicanos de droga,según Los Angeles Times. Debiera ser obvio por ahora que la ATF es una agencia federal renegada. Las audiencias debieran realizarse inmediatamente llamando por su descertificación y el desarme sistemático de sus agentes.

“Transformémoslos de nuevo en los asistentes de estampillas (adecuados para pegar etiquetas en botellas de vino y whisky) que una vez fueron. Entonces el único daño que podrían hacer en la entidad política serían cortes de papel,” escribe Charles Heller, Director Ejecutivo de Jews For The Preservation of Firearms Ownership.

“Llévense sus pases. Los pases son símbolos de honor de un país tan grande como el nuestro. Los Agentes ­BATFE pueden llevar tarjetas de presentación, como cualquier otro burócrata sobrepagado, consumidor de impuestos, arrastrando de comida. Convirtamos a estos individuos con discapacidad moral de botas de montar en botas de cuero, o al menos en zapatos de plástico sin armas,” concluye Heller. Además de brindar armas para los violentos carteles de droga favorecidos por los banqueros, la operación Rápido & Furioso fue cocinada para hacer aparecer a los norteamericanos que venden armas legalmente como si estuvieran involucrados en actividad criminal.

Los Demócratas han desperdiciado poco tiempo en culpar la Segunda Enmienda por la violencia desatada por los carteles de droga mexicanos y las pandillas usando las armas brindadas por el gobierno de EE.UU. En junio, el miembro ranking del Comité de Vigilancia de la Cámara, Elijah Cummings, intentó echar la culpa a los norteamericanos que cumplen con la ley.

Su esfuerzo, sin embargo, estaba condenado al fracaso– al menos en los medios de “derecha”, apuntados por Media Matters y su patrón, George Soros – cuando las noticias de la complicidad de la administración Obama, el Departamento de Justicia y una renegada ATF llegaron a las calles.

 

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