por Bob Unruh,
WorldNetDaily
Un abogado activista que ha arremetido contra líderes como Mahmud Ahmadineyad, Bill Clinton y Hugo Chávez, ha viajado a Austria para atender, personalmente, a funcionarios de la OPEP con una demanda acusando al cartel de “terrorismo económico”.
Larry Klayman, fundador de Freedom Watch EE.UU., dijo a WND que recientemente viajó a Viena para entregar la notificación legal.
Su afirmación de una conspiración contra los consumidores estadounidenses por parte de la OPEP está incluida en la demanda que presentó hace unos días en una corte federal en Washington.
Freedom Watch USA, una organización de interés público, acusa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo de involucrarse en la fijación ilegal de precios y la división del mercado al inflar artificialmente los precios del crudo.
Klayman dijo que los países miembros “específica y deliberadamente limitan los barriles de petróleo que cada país produce”, provocando que el precio suba.
“Esto equivale a la fijación ilegal de precios”, dijo, así como a violaciones de la ley antimonopolio.
“Estos precios de petróleo crudo artificialmente inflados caen sobre las espaldas de los norteamericanos, muchos de los cuales no pueden darse el lujo de comprar gasolina durante estos tiempos de severa depresión económica”, dijo Klayman, un ex abogado del Departamento de Justicia.
Como abogado del gobierno en la División de Defensa de la Competencia, Klayman participó en la ruptura de AT&T. Ahora, él y Freedom Watch han lanzado una campaña en contra de los 12 países que trabajan juntos en los precios y producción del petróleo.
Klayman sostiene que los líderes de los dos principales partidos políticos de EE.UU. “se llenan los bolsillos de los grandes intereses del petróleo y simplemente se relajan y no hacen nada”.
También señaló que el gobierno federal no permite a EE.UU. aumentar su propia producción de petróleo, y las políticas de Barack Obama han desalentado el descubrimiento de petróleo y perforación.
“Esto ha llevado a una mayor especulación en los precios del petróleo, haciendo que aumenten. Y las políticas del presidente con respecto a Irán también han contribuido al alza”, dijo.
La demanda argumenta que sin el acuerdo anti-competitivo de la OPEP, habría más petróleo en producción, y el resultado sería menores precios.
“Incluso cuando miembros de la OPEP producen en toda su capacidad, producen mucho menos petróleo de lo que producirían si operaran en un mercado competitivo, porque restringen artificialmente su capacidad de producción como parte de su esquema de fijación de precios”, la demanda sostiene.
“La… naturaleza de la conducta de fijación de precios de la OPEP es confirmada por el curso de las negociaciones con países no miembros. La OPEP se ha reunido con estos Estados no miembros y les ha asegurado su acuerdo para limitar la producción y por lo tanto ha aumentado el precio de la gasolina y otros productos derivados del petróleo sobre niveles competitivos”, dice la demanda.
Klayman previamente condujo acciones legales contra el presidente venezolano Hugo Chávez y el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, a nombre de las víctimas de la tortura, avanzando el caso contra Irán, hasta el punto de obtener una sentencia por incomparencia. Klayman también ganó un juicio impago de casi $ 2 millones contra intereses cubanos en 1996 sobre el derribo de un avión.
La nueva demanda contra la OPEP afirma que “como una forma de terrorismo económico”, las acciones de la OPEP “están diseñadas para dañar gravemente la economía o los intereses estratégicos de Estados Unidos y Europa Occidental en particular”.
“La conducta ilegal del acusado, y sus miembros constituyentes y co-conspiradores, pretende por lo tanto en este momento también influir en las elecciones presidenciales estadounidenses y parlamentarias de 2012 mediante la desestabilización de la economía para promover sus agendas pro islámicas y comunistas”, dice la demanda.
“En resumen, el reciente gran incremento calculado en el precio de los productos de la gasolina y petróleo, que es el resultado de violaciones per se de las leyes antimonopolio, es parte de una estrategia calculada para hacer avanzar la guerra latente de los estados constituyentes de la OPEP contra los intereses democráticos de Occidente, ya que las acciones políticas, los evidentes actos terroristas, y otros medios hasta ahora no han producido los resultados «deseados» y agrega «inteligentemente» el terrorismo económico a su panoplia de armas”.
La denuncia continúa: “Los actos… no son los actos unilaterales, independientes de las naciones soberanas adoptados y efectuados totalmente dentro de los confines de sus propios límites territoriales. Como cartel multinacional, la OPEP depende de los actos comerciales concertados y acordados de todos sus miembros, y aquellos que actúan de acuerdo con la OPEP, para lograr el esquema de la conspiración de fijación de precios”.
