lunes, noviembre 18, 2024
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Hace medio siglo que murió el llamado ‘gigante dormido’ – hay que enterrarlo

por José de la Isla
Hispanic Link News Service

HOUSTON – El mito del gigante dormido, una metáfora que representa el potencial político de los hispanos, desde 1960 que ya está muerto.

Una investigación iniciada en 1972 debió haber dado punto final al tema. Pero no ocurrió. Fue ese año que comenzaron ser documentadas las tendencias electorales a largo plazo de los latinos.

No obstante, algunos comentaristas han creado un culto virtual referente al hecho falso que sigue vivo el gigante dormido.

En realidad, la imagen del gigante dormido ha sido mal utilizado desde la campaña entre John Kennedy y Richard Nixon en 1960. Se comenzó a conocer a los latinos – en su mayoría mexicano-americanos del suroeste y puertorriqueños de Nueva York — como un grupo electoral decisivo, el que podría afectar de un lado o de otro las elecciones a presidente futuras.

Desde entonces, se aplicó el concepto del gigante dormido para sugerir el potencial latino, a pesar de la contradicción que incorpora. El concepto quería implicar algo que no hubiera ocurrido aun, con la expectativa de que ocurriera con el despertar. Pero el hecho es que YA había ocurrido, desde un principio.

Después de todo, de no haber sido por los latinos en Texas, es posible que John Kennedy no habría llegado a ser presidente. Desde ese momento, el voto latino ha aumentado a nivel nacional y se ha hecho más importante, tal como lo ha documentado desde 1972 el U.S. Hispanic Leadership Institute.

No obstante, la imaginería de un gigante dormido se usó cada vez más en elecciones municipales, para la oficina del perrero y en años impares, a modo de decepción perpetua con la cantidad de personas que salieron a votar y la falta de interés del público. Esta crítica del voto latino tiene visos sospechosos de chivo expiatorio para no admitir la dejadez del público en general.

Recientemente, Henrik Temp escribiendo en el blog de The American Enterprise, cometió el mismo error. Dice que los hispanos han sido el gigante dormido de la política estadounidense durante décadas. Ya se ha equivocado, y por décadas.

A continuación dice que los latinos no se representan bien, y por mucho. Esta declaración es una revelación. No considera una larga historia de impedimentos contra el público latino para que no se registre ni vote. Y todo eso se sobrepuso durante una de las grandes sagas de los derechos civiles en los Estados Unidos, encabezado por Willie Velásquez y el Southwest Voter Registration Education Project.

Por lo visto Temp no conoce la historia de los derechos civiles de su país, y cómo seguimos luchando contra la inhibición de posibles electores.

Hoy, por ejemplo, 15 estados intentan retrasar historiciertos segmentos del electorado con imponerle nuevos requerimientos, hecho digno de un profundo análisis, y no la implementación de un viejo, cansado y muerto mito.

Pero no importa. Temp, con usar datos del grupo Resurgent Republic, alega que el crecimiento de la población latina no alcaza su potencial; por ende, su expectativa, y por lo tanto, el gigante dormido.

Resurgent Republic es un grupo que administra Ed Gillespie, otrora presidente del partido republicano, y el promotor de encuestas, Whit Ayres. Su centro de investigación se propone poner en forma a los dirigentes del partido republicano. Sin embargo, no parecen estar dispuestos todavía a promover un proceso más rápido a la ciudadanía, el registro de votantes, la reforma migratoria, el revertir en 15 estados el retraso de electores, y otras medidas similares. ¿Y por qué será?

Desde 1968, el partido republicano ha ido selectivamente por segmentos de las clases media alta y media latinas, las que tienen el potencial más alto de votar.

Siguen utilizando el mito del gigante dormido porque es una manera ­matizada de avergonzar y culpar a dirigentes políticos que promueven las causas de los desaventajados, mientras que ellos asumen un orgullo ilícito por hacer poco y se adjudican crédito por todo un electorado.

Cuando los dirigentes republicanos no promueven el que todo el mundo vote, y se dedican a denegar el voto, no pueden aun denegar lo que sí tiene importancia. Los latinos salen a votar en masa para las elecciones presidenciales. Las proporciones que implementan para avergonzar y culpar a otros podrán hacer parecer que no sea así. Pero los datos históricos cuentan otro cuento.

En cada elección a presidente sucesiva desde 1972, el voto latino ha crecido y en proporciones crecientes.

Hablando de muertes anunciadas, Ed Gillespie le ha dicho a la biblia de Capitol Hill, Politico, que “Se ha anunciado la muerte NOTICEdel partido republicano al menos tres veces ya en mi vida – en 1964 después que quedó arrollado Barry Goldwater, en 1974 después del escándalo de Watergate y en 1992 después que ganara Clinton con una cámara y un senado demócratas”.

Sabemos que ha muerto el mito del gigante dormido. Es posible que se esté acabando ahora también el segmento del partido republicano que es responsable, equilibrado, y que no entra en denegaciones. Qué pena.

En cuanto al mito del gigante dormido, que en paz descanse.

(José de la Isla, es un columnista de distribución nacional con los servicios de noticias Hispanic Link y Scripps Howard).

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