La verdadera historia del control del dinero en Estados Unidos
Esta es la segunda parte del artículo “Billones para los banqueros – deuda para el pueblo” por el Pastor Sheldom Emry. La primera parte abordó la historia de la deuda nacional de Estados Unidos a principios de los 1900s. Esta es la segunda de esta serie de varias partes, la que mostrará cómo el control del dinero ha jugado un rol clave esclavizando a los norteamericanos al privarlos de la propiedad privada y el dinero, mientras los banqueros son dueños de todo.
por Pastor Sheldon Emry
Los norteamericanos, que viven en lo que se ha llamado el país más rico del planeta, parecen siempre tener problemas de dinero. Es imposible para muchas familias llegar a fin de mes, a menos que ambos padres estén en la fuerza laboral.
Los hombres y mujeres esperan hacer horas extras o toman empleos de tiempo parcial y de fines de semana; los niños buscan empleos extraños para gastar dinero; la deuda familiar aumenta.
Los psicólogos dicen que una de las principales razones de disputas familiares y separaciones son las “peleas por el dinero”. Gran parte de este problema puede rastrearse hacia nuestro sistema presente de “dinero de deuda”.
Muy pocos norteamericanos se dieron cuenta por qué los fundadores escribieron en el Artículo I de la Constitución de EE.UU.:
“El Congreso debe tener el poder de recaudar el dinero y regular su valor en adelante”. Thomas Jefferson.
Hicieron esto, como mostraremos, con la esperanza de que evitaría que el “amor por el dinero” destruyera la República que habían fundado.
Veremos cómo la subversión del Artículo I nos ha traído el “demonio” de lo que Dios nos advierte en 1 Timoteo 6:10.
El dinero es “creado”, no crece ni se construye
Los economistas usan el término “crear” cuando hablan del proceso por el cual el dinero comienza a existir. La “creación” significa hacer algo que antes no existía. Los madereros hacen tablas de los árboles, los obreros con struyen casas de las tablas y las fábricas manufacturan automóviles con metal, vidrio y otros materiales. Pero en todo esto, realmente no “crearon”.
Solamente cambiaron materiales existentes en otros a los que se les puede dar más uso y, por lo tanto, con más valor. Esto no ocurre con el dinero. Aquí, y solo aquí, el hombre realmente “crea” algo de la nada. Un pedazo de papel de poco valor es impreso para que tenga el valor de una tabla.
Con distintas figuras puede comprar el automóvil o incluso la casa. Su valor ha sido “creado” en el verdadero sentido de la palabra.
“Crear” dinero es muy rentable!
Como se puede ver de lo mencionado, el dinero es muy barato de hacer, y quienquiera se ocupe de “crear” el dinero en un país puede generar enormes ganancias. Los constructores trabajan duro para lograr una ganancia de 5 por ciento por sobre el costo de construir una casa.
Los fabricantes de autos venden sus vehículos por 1 a 2 por ciento por sobre el costo de fabricación y es considerado un buen negocio. Pero los “fabricantes” de dinero no tienen límite en sus ganancias, ya que con unos pocos centavos se imprime un billete de $1 o de $10,000.
Esa ganancia es parte de nuestra historia, pero primero consideremos otra característica única de esto – el dinero, por el cual cuyo amor se convierte en la “raíz de todos los males”.
Se require un adecuado abastecimiento de dinero
Un adecuado abastecimiento de dinero es indispensable para una sociedad civilizada. Podríamos prescindir de muchas otras cosas, pero son dinero la industria se detendría, las granjas se convertirían en unidades autosustentables solamente, los excedentes de alimentos desaparecerían, los empleos que requieren el trabajo de más de un hombre o de una familia seguirían sin realizarse, se terminarían los despachos y los amplios movimientos de bienes, las personas hambrientas robarían y matarían para mantenerse con vida, y todo el gobierno excepto las familias o tribus dejarían de funcionar.
Una exageración, dicen? Para nada. El dinero es la sangre de la sociedad civilizada, el medio de todo el comercio excepto del simple trueque. Es la medida y el instrumento por el cual un producto se vende y otro se compra. Elimine el dinero o incluso reduzca el abastecimiento que es necesario para llevar adelante los actuales niveles de comercio y el resultado sería catastrófico.
Por ejemplo, sólo tenemos que mirar a la gran depresión de principios de los 1930’s.