viernes, abril 26, 2024
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El impuesto a la propiedad debe ser abolido

by Marvin J. Ramirez

Marvin J RamirezMarvin J Ramirez

Hablar del sueño americano es hablar de la posesión de una casa – para la mayoría parte de personas.

Muchos inmigrantes de todo el mundo vienen a Norteamérica para alcanzar aquel sueño, que en muchos casos es poseer una casa, y más que eso.

Es sobre trabajar duramente y ser capaz de tener las necesidades elementales de la vida, incluyendo poseer una casa, proveer a sus hijos de una educación de calidad y criarlos sanamente, y cuando es el tiempo para jubilarse de una larga y dura carrera laboral, no estar preocupado sobre las necesidades básicas.

Pero en vez de ver a la gente para vivir el sueño americano felizmente sin preocupaciones, lo que veo es la desesperación y la lucha en sus vidas, sobre todo aquellos que han engranado en la compra de una casa en la asunción falsa y prometedora que la propiedad aumentaría en el valor, para más tarde ser capaz de obtener una ganancia y luego comprar algo más económico.

En cambio, familias enteras, probablemente en los millones a escala nacional, ven sus vidas desgarradas ahora, por un sistema de injusticia que capitaliza en la propiedad, en la necesidad elemental de la gente para poseer un techo sobre sus cabezas, monopolizando todas las formas de financiamiento, abusando así a los llamados “propietarios”.

¿Pero realmente, son ellos realmente propietarios? Como pueden ellos ser, con un arancel impuesto a la propia casa de alguien. Esto realmente la convierte en una propiedad de alquiler estatal. ¿Cómo puede ser poseído por uno si el estado dice que usted tiene que pagar

cada año para poseerlo, o usted lo perderá?

Nosotros la gente deberíamos hacer que nuestra administración municipal reduzca su dependencia en las contribuciones a la vivienda. Y una manera sería aumentar el impuesto a la venta, a las corporaciones y a la gasolina para compensar la pérdida.

Por Dios, políticos, libérennos. Déjenos poseer nuestra casa sin un impuesto. Hagan leyes que protegan la propia vivienda de una familia contra cualquier deuda fiscal o pleitos por abastecedores de salud.

Déjenos envejecer graciosamente sin temer que alguna entidad del gobierno nos desaloje por falta del dinero para pagar impuestos o una deuda. La casa de alguien debería ser el último santuario sagrado donde una familia se mantiene unida.

Para recuperar los ingresos de impuestos mas necesarios, vaya y cobre los impuestos entonces, a
cualquier propiedad adicional. Porque, sin la seguridad de la vivienda, no hay sueño americano.

Si tu, político, no haces nada después de leer este es­crito, entonces no estás trabajando para tus constituyentes, sino para otros intereses.

 

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