sábado, noviembre 23, 2024
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Wolf: La tiranía en nuestros tiempos

Los estadounidenses deben repudiar a la clase política

by Dr. Milton R. Wolf

Los estadounidenses están empezando a reconocer las inquietantes similitudes entre el presidente Obama y el caído Richard Nixon, pero la comparación que puede ser más importante es entre Obama y el Rey Jorge III.

“Él ha creado una multitud de nuevos cargos, enviando a un enjambre de funcionarios a acosar a nuestro pueblo y menguar su sustancia”, en palabras de la Declaración de Independencia.

El asalto del rey Jorge a las libertades naturales de los norteamericanos era opresivo, intolerable y merecedor de una revolución. La verdad es que las intrusiones, las restricciones y de frentón los abusos a los que nuestro gobierno nos somete actualmente son mucho mayores de lo que sufrieron los colonos por parte de su rey tiránico. Si era tiranía en 1776, entonces, por Dios, que existe tiranía hoy.

Considere el enorme poder coercitivo del IRS y su deseo de ponerla en práctica. El IRS reconoce que identifica y acosar sistemáticamente a los disidentes políticos que se atreven a discrepar con los jefes políticos. El IRS creó lo que podría considerarse una lista de enemigos, empezando por los grupos conservadores del Tea Party. Iba dirigido a grupos que se hacen llamar “patriotas” o que se atrevían a enseñar la Constitución o la Declaración de Derechos.

El alcance de su abuso está apenas comenzando a revelarse. También me he enfrentado a esta ira. La Casa Blanca de Obama instó a mi editor a despedirme. Piense en eso. No se impugnaron hechos ni opiniones y yo no fui impugnado en el ámbito de las ideas, la Casa Blanca simplemente quería que me fuera. ¡Cómo se atreve el propio primo del presidente a criticarlo!

Dele crédito al Washington Times por defender la Constitución contra los ataques por parte de la Casa Blanca. Pero se pone peor. ¿O es sólo una coincidencia que en esta misma época, el IRS inexplicablemente detuvo mi declaración de impuestos durante varios meses sin nunca explicar por qué? El árbitro sólo podía decir que era “muy extraño” y “raro”. Claro.

Este abuso no se limita al IRS. La persona nombrada por Obama en la Agencia de Protección Ambiental (EPA) se asemeja a un conquistador romano listo para ejercer su poder de gobierno para arbitrariamente “crucificar”, sus propias palabras, empresas de energía sólo para mantenerlos obedientes y temerosos. Su renuncia forzada no oculta lo que estamos aprendiendo hoy, que aún en su ausencia, la EPA habitualmente perdona onerosos pagos a grupos políticamente aceptables, sino que impone el máximo a los adversarios.

No se trata simplemente de elegir ganadores y perdedores, se trata de algo más. Este es un gobierno que declara amigos y enemigos entre los compatriotas, y llega hasta la Oficina Oval. En 2010, fue el propio Obama, quien declaró ante una multitud rugiente, “Vamos a castigar a nuestros enemigos y vamos a recompensar a nuestros amigos”. Escalofriante.

Castigar a los enemigos y recompensar a los amigos será el legado triste, patético y permanente de la presidencia de Obama. El paquete de estímulo no logró crear empleo, hay 3 millones menos puestos de trabajo hoy que cuando Obama asumió el cargo, pero tuvo éxito en su verdadero propósito: recompensar a amigos políticos y donantes compinches con conexiones. La cacería de brujas del IRS desató una cultura de intimidación.

“Obamacare” está a punto de obligar a todos los demás a ponerse en fila. Piense en lo siguiente: El IRS ha exigido que los grupos conservadores denuncien el contenido de las oraciones y que los clubes de lectura informen sobre el contenido de los libros. El mismo agente del IRS que dirigía esta caza de brujas ha sido puesto a cargo de aplicar Obamacare.

“Después de que ganemos esta elección, es nuestro turno. Hora de cobrar”, advirtió Valerie Jarrett, asesora principal de Obama. “Todos quienes no están con nosotros están en contra, y mejor estar preparados, porque no olvidamos. Los que nos ayudaron serán recompensados , los que se oponen a nosotros, recibirán lo que se merecen. Será un infierno hacerlos pagar”.

Esto no es simplemente un escándalo, como algunos lo llaman. Un escándalo implica un fallo del sistema.

Esto es el sistema. Se trata de una clase política que maneja el poder de las agencias gubernamentales más intrusivas y más temidas a su disposición con el fin de intimidar, silenciar y controlar la ciudadanía.

Es un descarado asalto a la Primera Enmienda de la Constitución y a Estados Unidos, y no debería seguir. Los estadounidenses encuentran este tipo de tiranía pura repulsiva hasta el hueso. Está en nuestro ADN. Huimos de un continente y nos enfrentamos a peligros mortales para escapar. Luchamos una revolución para eliminarlo de nuestras costas. Nacional o extranjero, seguramente vamos a luchar contra él en la actualidad.

Sin embargo, no nos equivoquemos. Ambas partes se han deleitado con el poder embriagante del gobierno, a costa nuestra. Obama no formó el IRS, ni Richard Nixon, pero ambos lo ejercían como arma.

Ahora el IRS está a punto de convertirse de destruir hasta nuestra salud. Los demócratas están convirtiendo furiosamente el Estado de bienestar en un estado autoritario frente nuestros ojos, y la mayor parte del Partido Republicano está demasiado seducido o amedrentado para detenerlos.

Los fundadores de Estados Unidos tuvieron un sueño de libertad, y no es éste. Se trata de “nosotros el pueblo” el que debe salvar a Estados Unidos ahora, como siempre lo ha sido. Debemos comprometernos una vez más con nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro sagrado honor, y permanezcamos unidos y fuertes ante la tiranía en nuestro tiempo.

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