por la Universidad de Michigan
ANN ARBOR, Michigan.—Cuando Lamont Christian regresó de la guerra a menudo se sentía enojado, temeroso y sin valor. Años después Christian se encontró viviendo en un albergue para desamparados, una señal de que el paso del tiempo no había sanado sus heridas emocionales.
Christian buscó ayuda en el Sistema de Cuidado de la Salud de VA en Ann Arbor y allí entendió la raíz de sus problemas: sufría de depresión, trastorno por estrés post traumático, y tenía problemas para el manejo de la ira. Ahora él desea que otros aprendan de su experiencia.
“Si hay un mensaje que quisiera darle a los veteranos que salen ahora de la fuerza militar, o aún a los veteranos y han estado afuera por largos períodos, es que en nada va a cambiar en su vida a menos que uno vaya y busque la ayuda que necesita”, dijo.Christian es un veterano de la guerra de Vietnam pero su experiencia sigue siendo válida para los soldados que retornan de los campos de batalla del presente.
Casi uno de cada tres veteranos que reciben tratamiento en los centros de cuidado de la salud del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA por su sigla en inglés) tiene significativos síntomas depresivos, y a aproximadamente el 13 por ciento se le ha diagnosticado clínicamente la depresión, dijo Marcia Valenstein,psiquiatra clínica en el Sistema de Cuidado de la Salud de VA en Ann Arbor y profesora asociada de psiquiatría en el Sistema de Saludo de la Universidad de Michigan.
La depresión es un factor de riesgo “muy potente”de suicidio entre las personas que reciben tratamiento por la depresión en los centros de VA, señaló, con una tasa de suicidio que es tres veces más alta que la de toda la población de pacientes de VA.
Fueron esas tasas tan altas las que llevaron a que Valenstein y sus colegas estudiaran cuál es el mejor momento para una intervención intensiva con los veteranos que sufren depresión a fi n de prevenir el suicidio. En un estudio que acaba de publicarse en la revista Journal of Affective Disorders, los investigadores encontraron que los veteranos con depresión tienen el riesgo más alto de suicidio en las 12 semanas después de que hayan sido hospitalizados por condiciones psiquiátricas.
“Estas conclusiones subrayan la necesidad de un seguimiento muy estrecho de los pacientes a los cuales se da de alta de nuestros servicios para pacientes internados, porqueése es un período particu larmente vulnerable para ellos”, indicó Valenstein,investigadora del Centro de Evaluación y Tratamiento de Enfermedades Mentales Graves, en el Sistema de cuidado de la Salud de VA en Ann Arbor.
Las recomendaciones gubernamentales actuales han enfocado la provisión de seguimiento intensivo para los pacientes después del comienzo de tratamiento con todos los antidepresivos nuevos. Valenstein señala que debe darse más atención a los períodos de alto riesgo que siguen a la hospitalización psiquiátrica.
“Los sistemas de cuidado de la salud con recursos limitados deberían concentrar sus esfuerzos en este período que es cuando pueden tener un impacto mayor en la prevención de suicidio”, dijo.
El Departamento de Asuntos de Veteranos ha asignado la más alta prioridad a los problemas de salud mental, anotó Valenstein.
Los centros de salud de VA han recibido más de 300 millones de dólares para la ampliación de los servicios de prevención de suicidio y cuidado de la salud mental de la Administración de Salud para Veteranos.
Nota: Las opiniones expresadas en el estudio son las de sus autores y no representan, necesariamente, las opiniones del Departamento de Asuntos de Veteranos.