by Luke Hiken
Simplemente estoy consternado sobre cuán atontado se ha vuelto el pueblo norteamericano. Durante los últimos años, mercenarios y halcones frustrados del Pentágono, furiosos por su falta de campos de batalla adecuados para ejercer su oficio han encontrado poblaciones sin defensa a través del Medio Oriente con los que pueden experimentar sin ni siquiera una pretensión de causa o límites. Esta transparentemente fanática cruzada cristiana contra los musulmanes en todas partes enferma al resto de los países del mundo.
Junto con el enorme desperdicio de recursos económicos y humanos asociados con estas campañas sin sentido es el más grande cambio en riqueza de los pobres a los ricos en la historia de Estados Unidos. Ladrones y gangsters corporativos avaros y acaparadores han robado nuestro dinero, exportado nuestros empleos a países extranjeros, y virtualmente dejado al país en la quiebra para sus propios beneficios. Han transformado nuestro gobierno en poco más que una estampilla de goma para el dominio corporativo.
No hay ni fuerza política ni voz en el país que pueda oponerse o controlar a estos oligarcas escurridizos. Por todo el mundo pobres y trabajadores están respondiendo al despotismo al elevar y reemplazar a dictadores por líderes populistas. Los recientes levantamientos en el Medio Oriente son apenas un presagio de lo que está por delante de las repúblicas bananeras establecidas por EE.UU., Inglaterra y otros estados europeos en el último siglo. Los “aliados” de EE.UU. están temblando en sus botas respecto de la fragilidad de su dominación histórica sobre las personas sujeto.
Sin embargo en este país, los “líderes” desde Jerry Brown a Barack Obama, llaman a los pobres a “ajustarse los cinturones” y sobrevivir con menos. Qué tipo de tontos subyugados, auto-detestables podrían decir a los pobres de renunciar a más durante tal período, en vez de exigir a los ricos devolver el dinero. ¿Qué tipo de cobarde débil podría permitir que estas guerras sin sentido continúen, en vez de terminarlas?
No, en vez nuestros funcionarios “electos” llaman a los pobres a renunciar a la educación, salud, beneficios de jubilación y seguridad social. Estamos para manifestarnos contra el odio xenofóbico de todos los extranjeros y apoyar sin conciencia las atrocidades de EE.UU. desde la tortura hasta los ataques aéreos.
Este es supuestamente un país de ciudadanos orgullosos y libres y no un país de cobardes e idiotas. Permitir que los vándalos corporativos nos hagan a nosotros y al mundo lo que están haciendo sin una lucha es vergonzoso y repugnante. Claramente, habrá personas valientes fuera de este país que traen la oligarquía de EE.UU. a sus rodillas. Nuestros compatriotas sin duda defenderán a los ricos al sacrificar al último niño que se muere de hambre a algún multimillonario corporativo. Hace bastantes años, otro Presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt, dijo las palabras que debieron haber sido dichas durante tal período:
“Como lo veo, el objetivo del gobierno es el bienestar del pueblo. La libertad de las personas para realizar sus asuntos no debiera ser coartada a menos que estén involucrados los intereses de la mayoría. Cuando los intereses de la mayoría están involucrados, los intereses de la minoría deben ceder.
Es el propósito del gobierno ver no solamente que los intereses legítimos de los pocos son protegidos sino que el bienestar y derechos de la mayoría sean conservados. Estos son los principios que debemos recordar. Esto, asumo, es gobierno sólido, no política. Esas son las condiciones básicas esenciales bajo la cual el gobierno debe servir”. (discurso de Franklin Roosevelt en Portland, http://newdeal.feri.org/speeches/1932a.htm 😉
¡Hemos caído tan lejos! Luke Hiken es abogado que se ha involucrado en la práctica de la ley criminal, de inmigración y de apelación. El sitio web de Progressive Avenues, www.progressiveavenues.org, es actualizado regularmente.
