NOTA DEL EDITOR: Mientras esta edición va a la imprenta, el primer Comisario independiente jamás elegido en San Francisco moderno, Ross Mikarimi enfrentaba un juicio por una disputa personal que tuvo con su esposa, en la cual ella sufrió un moretón en uno de sus brazos, un caso que debió haber sido abordado por un consejero familiar.
Su Fiscal principal es un policía enemigo de él, quien a sus ojos ha encontrado muchas veces la ventana perfecta para la venganza– en nombre de una maquinaria política Demócrata que ha controlado casi todas las instituciones más importantes del gobierno por varias décadas, y a la cual el Fiscal debe su escalada política en el poder en SF.
Encontré este interesante artículo que refleja una cruda realidad de quienes pretenden estar haciendo el bien común para ayudar a algunos, de hecho pueden estar haciendo más daño a los otros en vez. Usted, el lector, juzgue por sí mismo si es que toda la publicidad enfocada en esta familia fue hecha con un buen o con un mal propósito, en el nombre del bien.
por W.F. Price
Ross Mirkarimi, el comisario electo de San Francisco, fue arrestado hace una semana tras una disputa con su esposa, durante la cual supuestamente él le agarró el brazo. Tras la disputa, una vecina grabó a la esposa de Mirkarimi, y luego llamó a la policía, lo que condujo al arresto. Sin embargo, ella no era su típica vecina entrometida, sino una feminista de Buena fe llamada Ivory Madison, quien ha liderado la sede de San Francisco de NOW. Además, conocía personalmente a Mirkarimi y su esposa, y de hecho hizo campaña por Mirkarimi durante su postulación a Comisario.
Antes de casarse con Mirkarimi, Eliana López era una estrella de telenovelas venezolana. Es una reciente inmigrante a EE.UU. quien ha vivido acá sólo unos pocos años. Es poco probable que entienda realmente las implicancias de la ley norteamericana DV. Como muchas otras mujeres que son atrapadas en estos incidentes, ella probablemente no entendía las consecuencias en EE.UU. de dejar que alguien más se involucres en su propio matrimonio, pero parece que al menos se dio cuenta de que involucrar a la policía sería una mala idea, e instó a Madison a no mostrar el video, lo que al final resultó inútil, ya que la policía fácilmente obtuvo una orden basada en la llamada al 911.
Ahora, Mirkarimi se enfrenta a cargos de tres delitos menores, y su carrera pende de un hilo. Su familia entera podría terminar desacreditada en San Francisco, y la cotización de su esposa en la sociedad local se detendría dramáticamente. Ahora que las implicancias se han profundizado, ella insiste que su marido no es abusivo y que el incidente fue “sacado de contexto.”
Desafortunadamente, sin embargo, ella puso su fe inicialmente en una feminista, y si hay algo que las feministas saben hacer es destruir a los hombres y sus matrimonios. Si una mujer también sufre como consecuencia, bueno, “tienes que romper algunos huevos para hacer omelette…”
Muchas personas se están preguntando por qué una mujer se quedaría con un “hombre abusivo.” Primero, nadie sabe si es que Mirkarimi ha alguna vez cometido violencia intrafamiliar bajo nuestras leyes. Ha sido acusado, pero no condenado. Segundo, esto podría haber sido un incidente muy menor de violencia mutua, e.g. su esposa hizo una escena, se volvió físico, él la contuvo agarrándole el brazo.
Sin embargo, bajo la ley actual esto todavía podría implicar culpa para una parte o la otra— cualquier contacto físico en el contexto de la ira o el enojo es un crimen. En la abrumadora mayoría de las culturas del mundo, tales incidentes no son considerados temas policiales, pero gracias a las personas como Ivory Madison los policías estarán en tu casa listos para enviar a la gente a prisión en pocos minutos.
Como crecí en un barrio que tenía su cuota de disfuncionalidad, aprendí temprano esta lección. Escuchaba a una mujer peleando con su marido o su novio (típicamente ella era la más agresiva), y pronto aparecería la policía y esposaría al tipo, la mujer triunfante de pie con orgullo en el porche son sus manos en las caderas. Conocer el resultado probablemente me salvó en mi propio divorcio, ya que sabía exactamente qué esperar si me dejaba involucrar en un altercado físico con una mujer. Acá en EE.UU. puedes fácilmente engañar a tu esposa, traicionarla o darle SIDA, pero que Dios prohíba que la empujes cuando está gritándote a la cara.
Como reclutó el apoyo de feministas en su campaña, puede ser difícil sentir pena por Mirkarimi. Además, como comisario, está personalmente involucrado en la aplicación de leyes draconianas que han resultado en su propio arresto. Es como el oficial de la KGB que termina en Lubyanka. No es una posición envidiable, pero sí una en la que hay algo de justicia inherente en el trabajo.
La desafortunada esposa de Mirkarimi y su inocente hijo son las verdaderas víctimas en el caso, pero es la ley y su vecina feminista lo que la ha dañado más, no su marido. Como venezolana, Eliana López probablemente no tenía idea que esto podría ocurrir. Nunca habría esperado que su vecina destruyera la carrera de su esposo por lo que ella ve, dado su contexto cultural, como una disputa doméstica sin consecuencias— una que tal vez haya empezado ella misma sin entender las implicancias.
Finalmente, sugiero fuertemente que tal vez haya envidia aquí. Ivory Madison, una mujer completa de sí, debe haber resentido el hecho que una latina atractiva se casara con el guapo político. ¿Qué mejor manera de vencer a la extranjera, que destruyendo la carrera de su marido?