by Chris/Information Liberation Opinion
Uno de los dichos más comunes entre los estatistas y gente de gobierno es “no puede quejarse si no votó.”
La idea es, si no intentó influenciar la maquinaria del estado, entonces no tiene derecho a quejarse sobre lo que la maquinaria del estado 2le hace contra su voluntad.
La idea es, claro está, para reírse.
Como con todo lo estatista, la realidad es lo opuesto. ¡No puede quejarse si *sí* votó!
¿Por qué? Porque, *exclamación* ¡usted votó por esto!
Al tomar parte en el ritual de votación del estado, afirma la legitimidad del disapprovalsistema, le dice al gobierno cómo quiere que el estado maneje la maquinaria del gobierno, le dice cómo quiere obligar a la gente a vivir.
Al no votar, está expresando su disgusto con el sistema, le está mostrando que no tiene validez en su vida, le está mostrando que es irrelevante y el sistema es un fraude ilegítimo.
El mayor distrito en Estados Unidos no son ni los republicanos ni los demócratas, ¡sino los no-votantes! Ya sea porque no les importa, no tienen el tiempo, no creen que su voto cuenta, o piensa que votar es inherentemente inmoral porque involucra decirles a los extranjeros cómo vivir, ¡el no-votante es el mayor votante! ¡Están votando por no tomar parte en la burla estatal!
Ciertamente se puede argumentar que, “No quiero que el estado me robe, etc., por lo tanto intento minimizar sus daños.”
Todo eso está bien, pero para el votante promedio, creo que es posible que vayan a las urnas con la intención de decirles a otras personas cómo vivir. Claro, obtienen el opresivo estado niñera que pedían, y en cuanto a quemarlos a todos, repentinamente comienzan a alegar. No lo suficiente como para llegar a cuestionar el sistema, sino lo suficiente para llegar a las próximas elecciones y votar por algún otro payaso que les dice todo lo que quieren escuchar y les hablan como un idiota. Mientras no diría que en realidad dicen que “no pueden quejarse si votaron,” el hecho es que, si alguien tiene un menor derecho a alegar, son los votantes, no los no-votantes. No se le da a alguien el derecho de mandar y luego alegar porque no hacen todo lo que quieren, que actúen en su propio interés, y no el de los demás, es algo esperable. Si uno hiciera lo mismo, no estaría en este horrible desastre.
No vote en esta elección por principio, antes nunca voté porque no me importaba, la realidad es, independientemente, la misma. No le doy al sistema ninguna autoridad, ni le doy al gobierno pandillero ninguna legitimidad. El estado es una pandilla de ladrones, no tienen ningún derecho de decirle a nadie cómo vivir, no tienen ningún derecho de expropiar la riqueza de sus vecinos, y no tienen ningún derecho de amenazar a sus vecinos con pistolas si no cumplen con sus órdenes arbitrarias. Que un grupo de extraños haya votado por ellos para hacerlo no cambia nada.
(Chris dirige el sitio web InformationLiberation.com. No cree en un gobierno pandillero y en vez espera vivir en una sociedad libre. Puede leer más de su comentario aquí).