sábado, noviembre 23, 2024
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Una importante distinción: Democracia versus República, ¿cual es mejor para libertad individual?

NOTA DEL EDITOR

Queridos lectores:

Con frecuencia la mayoría de la gente ha escuchado acusaciones aquí y allá, entre contendientes políticos, de ser antidemocráticos, al tiempo que demandan ‘más democracia’. La mayoría considera los Estados Unidos una democracia, independientemente de que sólo dos partidos tradicionales –que según muchos son compañeros – se permiten en los debates, mientras que otros partidos menos conocidos están vedados de participar. La mayoría habla de Democracia como salvaguarda de la libertad. Pero ¿lo es? ¿Qué acerca de una forma republicana de gobierno? –nunca escuchamos debates públicos al respecto. ¿Fueron creados los Estados Unidos como una Democracia o como una República? El siguiente artículo –cuyo autor no se identifica– arroja una luz sobre la diferencia entre ambas. Ustedes, lectores, tienen la última palabra. ESTA ES LA PRIMERA PARTE DE UNA SERIE.

Una importante distinción: Democracia versus República, ¿cuál es mejor para la libertad individual?

por un autor anónimo

Es importante tener en mente la diferencia entre Democracia y República, como formas distintas de gobierno. Entender esta diferencia es esencial para la comprensión de los fundamentos involucrados. Hay que notar, de paso, que el uso de la palabra Democracia con el significado de un tipo de gobierno meramente popular –esto es, que realiza elecciones genuinamente libres periódicamente– no aporta a la discusión aquí planteada, sobre la diferencia entre formas alternativas y diferentes de gobierno popular: Democracia versus República. Este doble significado de Democracia –un tipo de gobierno popular en general, así como una forma específica de gobierno popular– necesita ponerse en claro en cualquier discusión, o escrito, respecto de este tema, en aras de una buena comprensión.

Estas dos formas de gobierno: Democracia y República, no sólo son diferentes sino antitéticas, reflejando el agudo contraste entre: a) La Mayoría Ilimitada, en una Democracia, faltando la salvaguarda legal de los derechos del Individuo y la Minoría, y b) La Mayoría Limitada, en una República bajo una Constitución escrita que resguarda los derechos del Individuo y la Minoría, como veremos ahora.

Democracia

La principal y distintiva característica de una Democracia es: Gobierno de una mayoría omnipotente. En una Democracia, el Individuo, y cualquier grupo de individuos que compongan una minoría, no tienen protección contra el poder ilimitado de la Mayoría. Es el caso de la Mayoría-por encima-del Hombre.

Esto es cierto ya se trate de una Democracia directa, o una Democracia Representativa. En el primer caso, sólo aplicable a un pequeño número de gente como en las pequeñas ciudades estado de la antigua Grecia, o en la asamblea del pueblo de Nueva Inglaterra, toda la asamblea electoral debate y decide las cuestiones de gobierno, todas las decisiones se alcanzan mediante el voto mayoritario (de al menos la mitad más uno). Las decisiones de la Mayoría de la asamblea del pueblo de Nueva Inglaterra son, por supuesto, tema de las Constituciones del Estado y de los Estados Unidos que protegen los derechos Individuales; así, en este caso, la Mayoría no es omnipotente y esta asamblea del pueblo no es, por tanto, un ejemplo de verdadera Democracia Directa. Bajo una Democracia Representativa como la forma de gobierno del parlamento británico, la gente elige representantes a la legislatura nacional –el cuerpo elector es allí la Cámara de los Comunes– y funciona mediante un voto similar de al menos la mitad más uno al tomar todas las decisiones legislativas.

Tanto en el tipo de Democracia Directa como en la Democracia Representativa, el poder de la Mayoría es absoluto e ilimitado; sus decisiones son inapelables bajo el sistema legal establecido para dar efecto a esta forma de gobierno.

Esto abre la puerta a la ilimitada Tiranía de la Mayoría. Eso es lo que plantearon los redactores de la Constitución de 1787 en los debates de la Convención Federal, cuando condenaron el “exceso de democracia” y los abusos bajo cualquier democracia de los derechos inalienables del Individuo por la Mayoría. Ejemplos de lo anterior son los años inmediatos posteriores a 1776 en las legislaturas de algunos Estados.

Como reacción en contra de la temprana tiranía real, ejercida mediante la opresión por los gobernadores reales y jueces de los gobiernos del nuevo Estado, mientras las legislaturas actuaban como si fueran prácticamente omnipotentes. No hubo Constituciones Estatales efectivas para limitar las legislaturas porque la mayoría de los gobiernos estatales estaba operando bajo las meras Leyes de sus respectivas legislaturas, las cuales fueron mal etiquetadas como “Constituciones”.

Ni a los gobernadores ni a los tribunales de los Estados les estaba permitido ejercer una influencia efectiva y sustancial limitando el poder de las legislaturas en defensa de los derechos inalienables del Individuo, cuando éstos fueran violados por infringimiento de la legislatura. (Connecticut y Rhode Island continuaron bajo sus viejas Cartas por muchos años).

No fue sino hasta 1780 que la primera República genuina a través de un gobierno constitucionalmente limitado, fue adoptada por Massachusetts. Más tarde la adoptó New Hampshire en 1784, y luego otros Estados.

Fue a este respecto que Jefferson, en sus “Notas sobre el Estado de Virginia”, escritas en 1781-1782, protegió de estos excesos de la Legislatura de Virginia en los años que siguieron a la Declaración de Independencia, diciendo: “Un despotismo electivo no es el gobierno por el que luchamos…” (énfasis de Jefferson). Él también denunció la concentración despótica del poder de la Legislatura de Virginia, bajo la llamada “Constitución” –en realidad una mera Ley de ese cuerpo:

“Todos los poderes de gobierno, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, resultaron del cuerpo legislativo. La concentración de éste en las mismas manos es precisamente la definición del gobierno despótico. No habrá ningún alivio al ser estos poderes ejercidos por una pluralidad de manos, no una sola. 173 déspotas sin duda serán tan opresivos como uno. Hay que dejar que quienes lo dudan inclinen sus ojos a la república de Venecia.”
CONTINUARÁ EN LA EDICIÓN DE LA PRÓXIMA SEMANA.

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