por Janet Murguía
Aunque se ha prestado mucha atención a la creciente diversidad de la población de los EE.UU. y al importante papel que los latinos tendrán en el futuro de nuestro país, es tiempo de que nos enfoquemos en un hecho preocupante y poco discutido: para el 2030, los niños latinos constituirán la mitad de la población infantil de los EE.UU. que vivirá en la pobreza.
¿Cómo podemos permitir que este segmento tan grande y en crecimiento de la población actual y futura continúe por ese camino?
La respuesta es simple. No podemos permitirlo.
Analicemos las cifras.
Desde 1990, el número de niños latinos menores de 18 años que vive en los EE.UU. se ha duplicado, haciéndolos el segmento de la población a nivel nacional de más rápido crecimiento.
Estamos hablando de ciudadanos estadounidenses. Más del 90 por ciento de los actuales 16 millones de niños latinos de este país ha nacido aquí, y las proyecciones de crecimiento de este grupo no están basadas en la inmigración, sino en la tasa de nacimientos en los EE.UU. Está claro que los niños latinos están destinados a convertirse en una de las partes más críticas de la salud económica, del bienestar social, y del poder político del país.
Sin embargo, los nuevos datos del Population Reference Bureau pintan un triste panorama sobre el futuro de estos niños, uno que muestra que para el 2030 hasta un 44 por ciento de todos los niños de los EE.UU. que vivirá en la pobreza será hispano.
Esto no es difícil de creer si consideramos las dificultades que hoy en día enfrentan estos niños. Hoy, más de una cuarta parte de los niños latinos vive en la pobreza. Tres quintas partes vive en hogares de bajos ingresos. Más de una cuarta parte de los niños latinos de cuatro años de edad no está inscrita en ningún programa de educación infantil temprana. Casi una quinta parte tiene dificultades para hablar inglés. Uno de cada cinco no tiene seguro médico.
Aproximadamente dos de cada cinco adolescentes y preadolescentes son obesos o tienen sobrepeso. Solamente el 55 por ciento se gradúa de la escuela secundaria. Y la juventud latina está sobrerepresentada en el sistema de justicia juvenil y en las cárceles para adultos.
El Consejo Nacional de La Raza (NCLR, por sus siglas en inglés) ha luchado por superar estos problemas a través de sus programas para jóvenes, asegurando que los niños latinos tengan acceso al cuidado de salud, una mejor educación, vivienda justa y programas de crédito, un sistema de inmigración que no separe a las familias, y un sistema de justicia juvenil reformado. Pero hoy estamos en crisis, y se debe hacer más.
Para hacer que otros participen en estos esfuerzos, el NCLR convocó este mes, por primera vez en la capital del país, a expertos sobre juventud, formuladores de políticas y líderes comunitarios para desarrollar un plan completo de políticas que aborde el bienestar de los niños latinos.
Pero éste no es un esfuerzo que debería limitarse al NCLR o a la comunidad latina. Todos deben involucrarse. Si nuestros jóvenes tienen éxito, todos tenemos éxito. Si fracasan, todos fracasamos. Es el momento para actuar si queremos revertir estas tendencias inaceptables. Ayude y proteja a un joven. Pelee por mejores escuelas para todos los niños. Participe como voluntario para enseñar inglés en su centro comunitario. Escriba y pídale al Congreso y al presidente que aprueben una reforma migratoria integral. Exija una reforma del sistema de salud que incluya a todos los niños, programas de prevención de las ejecuciones hipotecarias que mantengan a las familias en sus comunidades, y programas de empleos que estabilicen los vecindarios.
Cada niño de esta nación, independientemente del color de su piel, del lugar de origen de sus padres, y del vecindario donde creció, merece la oportunidad de reclamar una parte del sueño americano. Todos los niños deberían tener las mismas oportunidades de éxito que otros dan por descontado. En un país tan grandioso como el nuestro, es lo menos que todos merecemos. Hispanic Link.
(Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de La Raza, la mayor organización nacional hispana de apoyo y defensa de los derechos civiles, redacta una columna mensual para Hispanic Link News Service. Comuníquese con ella a: opi@nclr.org). © 2009