por Marvin Ramírez
Cuando la mayoría de los norteamericanos se divierten celebrando el Cuatro de Julio, la Independencia de los Estados Unidos de Inglaterra, comencé a leer una literatura interesante que describe un escenario diferente sobre la verdadera historia de nuestro país. Una historia que nunca es enseñada en nuestras escuelas y universidades, o mencionada en nuestra clase de Historia estadounidense requerida.
¿Ha oído usted de la Decimotercera Enmienda original a la Constitución de los Estados Unidos?
En 1789, la Cámara de Representantes compiló una lista de Enmiendas Constitucionales posibles, algunas de las cuales se convertirían por último en nuestra “Declaración de Derechos (Bill of Rights).” La Cámara propuso 17; el Senado redujo la lista a 12.
Durante este proceso aquel Senador Tristrain Dalton (Mass.) propuso una Enmienda que procura prohibir y proporcionar una pena para cualquier norteamericano que acepte “un título de nobleza” (RG 46 Archivos del Senado estadounidense). Aunque no fuera pasado, esta era la primera vez que se proponía una enmienda a un “título de la nobleza”.
Esto sucedía entonces cuando la Guerra Revolucionaria exitosamente derrotó el dominio imperial de la Corona inglesa. Los Estados Unidos se convirtieron en una República, y sus habitantes en gente libre, soberana.
Veinte años más tarde, en enero de 1810, el Senador Reed propuso otra Enmienda de “título de nobleza” (Historia del Congreso, Procedimientos del Senado, p. 529-530). El 27 de abril de 1810, el Senado votó para pasar la 13a Enmienda por un voto de 26 a 1; la Cámara resolvió en los 87 afirmativos a 3; y la resolución siguiente fue enviada a los Estados para la ratificación: “Si algún ciudadano de los Estados Unidos aceptará, reclamara, recibiera, o retuviera algún título de nobleza o honor, o sin el consentimiento del Congreso, aceptara y retuviera cualquier presente, pensión, puesto público, o emolumento de cualquier clase en absoluto, de cualquier emperador, rey, príncipe, o poder extranjero, tal persona dejará de ser un ciudadano de los Estados Unidos, y será incapaz de sostener cualquier puesto público de confi anza o de sacar ganancia bajo ellos, o cualquiera de ellos”.
La Constitución requiere que tres cuartos de los estados ratifiquen una enmienda propuesta antes de que pueda ser añadida a la Constitución. Cuando el Congreso propuso la Enmienda de “título de nobleza” en 1810, había 17 Estados, trece de los cuales tendrían que ratifi car para la Enmienda para ser adoptada. Según los Archivos Nacionales, lo siguiente es una lista de los doce Estados que ratifi caron, y sus fechas de la ratifi cación: Maryland, diciembre 25, 1810 Kentucky, enero 31, 1811 Ohio, enero 31, 1811 Delaware, febrero 2, 1811 Pennsylvania, febrero 6, 1811 New Jersey, febrero 13, 1811 Vermont, octubre 24, 1811 Tennessee, noviembre 21, 1811 Georgia, diciembre 13, 1811 North Carolina, diciembre 23, 1811 Massachusetts, febrero 27, 1812 New Hampshire, diciembre 10, 1812.
Congreso, la Biblioteca deAntes de que un tercer Estado podiera ratifi car, la Guerra de 1812 estalló con Inglaterra. Cuando la guerra se terminó en 1814, los británicos habían quemado el Congreso, y la mayor parte de los archivos de los 38 primeros años del gobierno. Si había o no una conexión, entre la propuesta Enmienda de “título de nobleza” y la Guerra de 1812 no se sabe. Sin embargo, el ímpetu para ratifi car la Enmienda propuesta fue perdido en el tumulto de la guerra.
dores de Virginia, CarolinaEntonces, cuatro años más tarde, el 31 de diciembre de 1817, la Cámara de Representantes resolvió que el Presidente Monroe investigara el estado de esta Enmienda. En una carta datada el 6 de febrero de 1818, el Presidente Monroe relató a la Casa que el Ministro de Asuntos Exteriores Adams había escrito a los goberna del Sur y Connecticut para decirles que la Enmienda propuesta había sido ratifi cada por doce Estados y rechazada por dos (Nueva York y Rhode Island), y pidió a los gobernadores que le notifi caran de la posición de sus legislaturas. (Documento de la Cámara No. 76).
(Esta, y otras cartas escritas por el presidente y el Ministro de Asuntos Exteriores durante el mes de febrero de 1818, notan sólo que la Enmienda propuesta había sido todavía ratifi cada.
Sin embargo, estas cartas se harían más tarde cruciales porque, en ausencia de la información adicional, estas serían interpretadas para dar a entender que la Enmienda nunca fue ratifi cada).
Encontré esta lectura fascinante. Así que, la próxima vez, averiguaremos y veremos pruebas que de hecho, la Decimatercera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, fue ratificada. Averiguaremos con estas pruebas la implicación legal para nuestros funcionarios del gobierno actuales que resultan tener un título de nobleza: Esquire – los abogados.