viernes, diciembre 27, 2024
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Un país mentalmente enfermo no puede sobrevivir

Ya es oficial, Estados Unidos es la nación más enferma del mundo moderno

por Dave Hodges
The Common Sense Show

Durante el infame bombardeo de Londres, la salud mental de los británicos locales en realidad mejoró. El alcoholismo disminuyó, así como el suicidio, en esos tiempos de una lucha profunda contra la Alemania nazi.
¿Por qué ocurrió esto? Algunos psicólogos han dicho que se debe a que los británicos estaban unidos en su lucha. Tenían un enemigo común. Se apoyaron uno a uno como no lo hicieron antes del bombardeo. Estaban inspirados y tenían esperanza en un mejor futuro. La gente del gobierno británico estuvo unida en su esfuerzo común por sobrevivir. En pocas palabras, los británicos tuvieron todo lo que nos falta a nosotros en nuestra lucha contra la élite criminal.

Uno de los factores que le permitieron a Inglaterra alcanzar esa solidaridad se debió al factor de que la mayoría de la gente tenía suficiente para comer, beber y abrazar colectivamente la esperanza de perseverar. En síntesis, la gente y el gobierno actuaron como uno solo. Inglaterra, en gran medida, sobrevivió porque tenía un sentido nacional de dureza mental como lo expresó Winston Churchill (e.g. “Los abatiremos (los nazis) en las calles…”).

Hoy día, Estados Unidos está lejos de alcanzar una base sólida de salud mental que se traduzca en una voluntad nacional de sobrevivencia.

El Reporte de la Salud Mental de Estados Unidos

En 2015, cerca de 9.3 millones de estadunidenses tuvieron graves pensamientos de suicidio. En ese mismo año, 43.8 millones de adultos (de 18 o más) experimentaron una enfermedad mental diagnosticable, 2.7 millones (1.1 por ciento) hicieron planes suicidas, y 1.3 millones (0.6 por ciento) intentaron suicidio.

“El reporte de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) también encuentra que 10 millones de adultos experimentaron un episodio depresivo mayor en 2015.” Estos resultados continuaron la misma tendencia de 2012, cuando los hallazgos alcanzaron niveles astronómicos.

En 2013, los episodios depresivos mayores afectaron aproximadamente a uno de cada 10 (2.6 millones) jóvenes entre los 12 y los 17 años. Sin embargo, los estadunidenses no llevan tratamiento consistente, y sólo 38.1 por ciento de los jóvenes deprimidos recibe tratamiento de depresión severa clínica. El reporte de SAMSHA encontró que aproximadamente 34.6 millones de adultos (estas cifras aumentaron significativamente durante el periodo de cobertura 2002-2011) recibieron cuidados de salud mental. Según un nuevo reporte, 44.7 por ciento de los adultos con alguna enfermedad mental, y 68.5 por ciento de los adultos con enfermedades mentales graves, recibieron servicios de salud. Y a diferencia de los británicos durante la Segunda Guerra Mundial, las amenazas letales de nuestra sociedad no nos han unificado contra la enfermedad mental.

Las cifras citadas arriba son también graves. La tasa de enfermedad mental está creciendo a pasos gigantes en nuestra economía fallida. Existe una correlación definitiva entre la creciente tasa de enfermedad mental y nuestros errores obvios como país. Alrededor de 20 por ciento de los estadunidenses padecen una enfermedad mental diagnosticable. Entre 35-40 por ciento no están recibiendo tratamiento. Esto significa que cuando la economía colapse, millones de desplazados con una enfermedad mental significativa van a aumentar en buena medida los disturbios civiles por venir.

Entonces, está la cuestión de la sociedad moderna postindustrial misma –y ésta puede muy bien estar en el centro de la crisis de la salud mental. Considere este hecho: hoy, la vasta mayoría de personas se despiertan con una alarma antes de haber tenido suficiente sueño REM. Los zombies norteamericanos privados del sueño comienzan su rutina matutina, se trasladan bajo estrés para llegar a tiempo sus trabajos que, comúnmente, odian. Laboran sus 10-12 horas (¿sabía que en comparación a una generación anterior, los estadunidenses trabajan 20 por ciento más y por 20 por ciento menos ajustado a la inflación?). Para continuar esta linda rutina diaria, los estadunidenses emprenden camino a través de horas de tráfico para llegar a sus casas exhaustos, con apenas la energía suficiente para una cena y caer a la cama. Y a la siguiente mañana la alarma los saca de la cama para comenzar de nuevo.

El Reporte de la Felicidad en Estados Unidos

Los escasos niveles de felicidad reflejan negativamente la salud mental. Según el Reporte de la ONU sobre la Felicidad Mundial de 2015, el país más alegre en la Tierra es Dinamarca. La pequeña nación escandinava no es la más rica, pero tiene un sistema de fuerte apoyo social –para no mencionar los bajos niveles de corrupción del gobierno y los negocios. Otro país entre los Diez Primeros es Canadá, que también posee un sistema de alto apoyo social. De hecho, esta es una característica común de las naciones más alegres del mundo. De nuevo, los Estados Unidos no alcanzan siquiera el sitio 30 en los niveles de felicidad.

Los Estados Unidos son un país en declive. Justo después del cambio de siglo, llegaron al 10º lugar de clasificación anual de Países más Felices del Mundo. Y esto es en un país que históricamente creyó que la próxima generación iba a ser mejor que sus padres. Eso ciertamente ya no es el caso. Las recientes tasas marcan por primera vez en la historia en el Índice de Prosperidad del Instituto Legatum que Estados Unidos no se encuentra entre los primeros diez. Los Estados Unidos, como se ha indicado previamente, no estuvieron entre los primeros 30, y terminó entre los países más industrializados.

Resulta más desconcertante que en el periodo de 1068 a 2008, la tasa de suicidio en Estados Unidos aumento 308 por ciento en personas de 15 a 24 años. Resulta claro que nuestros muchachos no quieren vivir en las condiciones del Nuevo Orden Mundial.

Este aumento de las calamidades de la salud mental refleja los ataques sociales, políticos y económicos que vivimos a manos de los globalistas.

Conclusión

Los Estados Unidos son una nación vencida. No tenemos ninguna posibilidad de dar la lucha en contra de la élite criminal al menos que tengamos cierto grado de salud mental y espiritual. Los principios cristianos que encontró este país están bajo ataque diariamente. Sólo ayer, Biden dijo que los cristianos son una amenaza para todos los gays por la mera existencia de la religión.

Tenemos los mayores índices de cáncer del mundo, las mayores tasas de autismo, de obesidad y las peores tasas de salud mental en el G20. Tenemos 25 por ciento de desempleo real, una economía colapsada y un gobierno que hace que la mafia parezca honesta. A diferencia de los británicos que sobrevivieron al bombardeo, el gobierno es el enemigo del pueblo. No hay solidaridad entre nuestra gente. Nuestros líderes han empleado un enfoque divisorio y conquistador para controlar al pueblo. Es negros vs. blancos, gays contra hetes, etc…

Enfrentamos un terrible bombardeo de la élite criminal. Los británicos nos enseñaron cómo perseverar. ¿Hay alguna manera de detener la marea? Existe sólo una pequeña posibilidad de que este país se unifique detrás de Donald Trump. En la solidaridad política y emocional resultante, los estadunidenses podrían encontrar solaz y unidad. Esto puede llevar a desarrollar un espíritu de resistencia necesario para luchar contra el mal. Y si Trump fuera inteligente, se va a alinear rápidamente y sin calificación con los cristianos. Podríamos volver a ganar nuestra perspectiva mental perdida. También podríamos darle a Dios una razón para eliminar el juicio que ha sido colocado sobre esta nación y tendríamos la unidad para contraatacar.

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