por el corresponsal independiente Alex Fields
El presidente electo Donald Trump expresó su fuerte descontento por las tarifas impuestas por Panamá por el uso de su icónico canal, una ruta comercial global vital, durante una declaración el sábado por la noche. Trump sugirió que si no se reconsideran estas tarifas, podría presionar para que EE.UU. supervise, o incluso controle, la vía acuática cuando regrese al cargo.
«Las tarifas que cobra Panamá son escandalosas, especialmente considerando el inmenso apoyo que Estados Unidos ha brindado a ese país a lo largo de los años», publicó Trump en Truth Social. «Esta explotación de nuestro país se detendrá de inmediato».
El Canal de Panamá, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, impone tarifas a los buques en función de su tamaño, carga y propósito. Estas tarifas varían desde tan solo $0.50 hasta más de $300.000.
“Si Panamá no respeta los principios morales y legales que sustentan este acuerdo histórico, exigiremos que el canal vuelva a estar bajo el control de Estados Unidos sin dudarlo”, añadió Trump, dirigiéndose directamente a los funcionarios panameños.
Estados Unidos es el usuario más frecuente del canal, lo que hace que su funcionamiento sea fundamental para el comercio y la logística militar estadounidenses. El control del canal fue entregado formalmente a Panamá en 1999 en virtud del Tratado Torrijos-Carter firmado en 1977 por el presidente Jimmy Carter, una decisión que Trump criticó duramente.
“Cuando Jimmy Carter lo entregó imprudentemente, básicamente por un dólar, estaba destinado a que Panamá lo manejara de manera responsable, no a que terceros como China interfirieran”, afirmó Trump.
Trump también acusó a Panamá de cobrar de más a las empresas estadounidenses, a la Marina y a otras entidades que dependen del canal, calificando las tarifas de “exorbitantes” e “inaceptables”.
El Canal de Panamá fue construido bajo la presidencia de Theodore Roosevelt a partir de 1904, y fue considerado una obra de ingeniería monumental y una piedra angular de la política exterior estadounidense. Trump enfatizó la importancia estratégica y económica del canal, y pidió que su seguridad siga siendo una prioridad para Estados Unidos.
«El Canal de Panamá es esencial para nuestra seguridad nacional y estabilidad económica. Nunca permitiremos que caiga en las manos equivocadas», declaró. «Fue entregado como un símbolo de cooperación, no como una herramienta para explotar a Estados Unidos injustamente».
Las declaraciones de Trump reavivaron los debates sobre la participación histórica de Estados Unidos en el canal y sus implicaciones geopolíticas actuales. Queda por ver si su administración emprenderá acciones concretas para revisar la gobernanza del canal.