por los servicios de cable de El Reportero
La Corte Constitucional de Perú ordenó el martes la liberación del expresidente Alberto Fujimori, de 85 años, que cumplía una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad cometidos durante su mandato.
Un fallo judicial al que tuvo acceso la AFP ordenó la liberación «inmediata» bajo la supervisión de Fujimori, presidente entre 1990 y 2000. El fallo restablece un indulto anterior.
Fujimori está encarcelado desde 2009 por masacres cometidas por escuadrones de la muerte del ejército en 1991 y 1992 en las que murieron 25 personas, incluido un niño, en supuestas operaciones antiterroristas.
En febrero, Fujimori ingresó en el hospital con latidos cardíacos irregulares.
Sufre problemas respiratorios, neurológicos, de hipertensión recurrentes y ha tenido cáncer de lengua.
El fallo del martes restableció un indulto concedido al expresidente por razones humanitarias en 2017 pero revocado por el Tribunal Supremo dos años después.
El año pasado, la Corte Constitucional volvió a ordenar su liberación por motivos humanitarios, pero la Corte Interamericana de Derechos Humanos instó a Perú a no liberarlo y Lima estuvo de acuerdo.
Fujimori fue acusado en noviembre de 2000 de «incapacidad moral» y acusado de corrupción.
El día anterior había huido a Japón, de donde eran sus padres, y dimitió por fax. Posteriormente viajó a Chile, de donde fue extraditado en 2007.
El fallo del martes no puede ser apelado.
Fujimori cumplía su condena en la pequeña cárcel de Barbadillo, en el cuartel de la policía de operaciones especiales en el este de Lima.
Allí cultiva flores, pinta y recibe visitas familiares.
Su familia ha presentado varias peticiones para que lo liberen por motivos de salud, pero todas fueron rechazadas.
El abogado de Fujimori, Elio Riera, viajó al penal luego del fallo del martes para llenar los documentos requeridos para su liberación, dijo a radio RPP, agregando que el expresidente se mostró «muy satisfecho» y recibió la noticia con «mucha alegría».
Un grupo de partidarios de Fujimori llegó al penal vistiendo camisetas blancas con la frase «libertad Fujimori».
«Se ha hecho justicia para un hombre que hizo tanto por el Perú», dijo el legislador Alejandro Aguinaga de Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori, la hija mayor del expresidente.
Por otra parte, frente al Ministerio de Justicia, unas 30 personas con flores y fotografías de las víctimas de los escuadrones de la muerte del ejército se reunieron para protestar contra la orden de liberación.
Fujimori ha dividido a los peruanos como pocos exlíderes.
Para algunos, impulsó el crecimiento económico a través de sus políticas económicas neoliberales y merece elogios por aplastar a los grupos rebeldes de izquierda.
Otros recuerdan con odio su estilo de gobierno autoritario y despiadado.
En un caso separado, se declaró culpable de sobornar a legisladores y espiar a rivales mientras estaba en el poder.
Fujimori también fue investigado por la esterilización forzada de cientos de miles de mujeres pobres, en su mayoría indígenas, durante sus últimos cuatro años en el poder.
Se estima que 270,000 peruanos, muchos de ellos indígenas que no hablaban español, se sometieron a una cirugía para ligar sus trompas de Falopio como parte de un programa de planificación familiar implementado durante el gobierno de Fujimori.
En 2021, un juez dictaminó que Fujimori no podía, en ese momento, ser procesado en el caso por razones técnico jurídicas.
Fujimori se divorció de Susana Higuchi, quien lo había acusado de violencia doméstica y corrupción, convirtiéndose en un crítico abierto de su régimen.
Murió en 2021.
Su hija Keiko, que se postuló para presidente tres veces y las perdió todas, dijo el año pasado que perdonaría a su padre si fuera elegida, pero fue derrotada por el izquierdista Pedro Castillo, también derrocado desde entonces y encarcelado en la misma prisión.
