by Bob Livingston
Monsanto es el mayor productor de semillas con ingeniería genética. Monsanto debiera ser nombrado enemigo del Estado. Es definitivamente un enemigo del pueblo. En vez, la empresa se ha vuelto esencialmente en otro poder del gobierno.
Monsanto está comprometida con el terrorismo agrícola patrocinado por el gobierno. Está patrocinado por el gobierno porque hay una puerta giratoria entre la 5empresa, la Food and Drug Administration, la Environmental Protection Agency y las empresas que hacen lobby en el Congreso a favor de Monsanto. Dow, Bayer, otras empresas químicas y la Gran Agricultura son los co-conspiradores de Monsanto en el terrorismo agrícola.
Además de contaminar nuestra provisión de alimentos con pesticidas, hormonas y modificaciones genéticas, el abastecimiento de agua también está siendo contaminado — incluso para quienes viven en la ciudad, Colombialejos de los campos. Y cualquier persona que intente tener cultivos no contaminados por las frankensemillas genéticamente modificadas (GE) de Monsanto puede recibir una demanda si los vientos dominantes o insectos polinizados causan que el polen de los cultivos patentados de Monsanto se mezclen con los cultivos GE no de Monsanto.
El Sindicato de Científicos Preocupados listó recientemente ocho maneras en las que Monsanto no logra ser un buen administrador de alimentos y avanza hacia el terrorismo de alimentación y ambiental:
Promover resistencia de pesticida: Las tecnologías de Roundup de Monsanto conllevan a hierbas resistentes e insectos que pueden hacer lo agrícola más difícil y reducir la sostenibilidad. La idea es, supuestamente, crear cultivos que mantienen a los insectos lejos y otras pestes. Pero el resultado ha sido crear insectos que son resistentes a los pesticidas. E incluso peor, la aplicación de pesticidas sistémicos como Clothianidin de Dow Chemical’s o cultivos GE que matan las “pestes” están tras las muertes de cientos de miles de colonias de abejas de miel a través del desorden de colapso de colonia. En casi todos los casos, la EPA y/o FDA ignoraron la ciencia o usaron ciencia chatarra para justificar la aprobación de los químicos y cultivos.
Aumentar el uso de pesticidas: La resistencia al Roundup ha llevado a un mayor uso de herbicidas, con implicancias problemáticas para la biodiversidad, la sostenibilidad y la salud humana. Al plantar cultivos con la ingeniería para ser resistentes a los herbicidas, los granjeros son capaces, en teoría, de mantener las hierbas bajas al rociar cada vez mayor cantidad de herbicidas. Pero estos químicos tóxicos están encontrando su camino hacia nuestros alimentos y contaminando nuestro abastecimiento de agua. El ingrediente clave es el glifosato, también está ligado a una reducción en la población de la mariposa monarca, al matar las plantas donde las mariposas tienen su hogar y obtienen su alimento. El Roundup también está ligada a la difusión de fusiariosis de la espiga del trigo, lo que vuelve el cultivo inadecuado para consume animal o humano. Ahora sabemos también que el uso de estos herbicidas ha creado “súper hierbas” que han desarrollado resistencia al Roundup. Entonces Monsanto y Dow están combinándose para reintroducir el uso del herbicida 2, 4-D, mitad del defoliante Agente Naranja usado en Vietnam. El Agente Naranja es un cancerígeno que causó el linfoma de Hodgkin, el linfoma no de Hodgkin, leucemia y otras enfermedades en los veteranos de Vietnam.
Esparcir la contaminación de los genes: Los genes fabricados tienen el mal hábito de aparecer en cultivos no GE. Cuando esto ocurre, los agricultores sustentables— y sus clientes— pagan un alto precio. En otra palabras, los cultivos GE están contaminando los cultivos de quienes quieren usar semillas naturales o de reliquia y comer y cultivar alimentos de la manera como lo dispuso Dios. No hay manera de decir qué ramificaciones a largo plazo tendrán estos cultivos contaminados en los alimentos que ingerimos– y, por lo tanto, en nuestra salud. Además, como mencionamos antes, los pequeños agricultores están siendo atacados en las cortes por Monsanto si sus cultivos— sin tener ellos la culpa— se contaminan por los cultivos GE de Monsanto. Según un informe de la Soil Association británica, los cultivos de GE han costado a los norteamericanos $12 billones en subsidios agrícolas en los últimos tres años y están dejando en bancarrota a los agricultores de maíz y algodón.
Expandir el monocultivo: El énfasis de Monsanto en limitadas variedades de unas pocas materias primas de cultivo contribuye a reducir la biodiversidad y, como consecuencia, a aumentar el uso de pesticida y contaminación de fertilizantes. El monocultivo, la plantación de un solo cultivo en grandes áreas de tierra, es adverso a la naturaleza. Todos saben que los cultivos deben ser rotados para mantener el suelo equilibrado. Las diferentes plantas que florecen y polinizan en distintos momentos son esenciales para mantener la alimentación que muchos insectos, aves y animales requieren. Sin embargo Monsanto, Dow y grandes granjas corporativas pasan a llevar las leyes de la naturaleza a fin de obtener ganancias y el medio ambiente sufre. El monocultivo también ofrece un gran campo alimenticio para atraer pestes más Fuertes, creando un ciclo de un mayor aumento de pesticidas para combatir el problema creado por el uso de monocultivo y más pesticidas.
Y cuando las pestes, como en el caso del gusano del maíz, desarrollan resistencia al pesticida manufacturado, pueden acabar con miles de acres de cultivo, subiendo el precio de los alimentos y causando déficit.
Alternativas marginales: El énfasis cerrado de mente de Monsanto en los GE que fija los desafíos agrícolas, puede ocurrir a expensas de soluciones más baratas y efectivas.
Confiar en la ingeniería genética para arreglar los problemas crea más problemas al limitar las soluciones naturales o más baratas.
Lobby y publicidad: Monsanto gasta más que todos los otros negocios agrícolas en esfuerzos para persuadir al Congreso y al público a que mantengan el status quo agrícola industrial. Peor aun, como se señaló antes, se ha vuelto una puerta giratoria donde los miembros del Congreso pasan a la empresa para convertirse en lobbystas y ejecutivos, y los ejecutivos pasan a las agencias regulatorias para regular a su ex empleador. Es simplemente capitalismo clientelista de lo peor.
Suprimir las investigaciones: Al crear obstáculos para la investigación independiente sobre sus productos, Monsanto hace más difícil para los agricultores y legisladores tomar decisiones informadas que pueden conducir a una agricultura más sustentable. Y a través de su sistema de capitalismo clientelista, las investigaciones que benefician a la empresa— incluso cuando son fraudulentas — son aprobadas por las agencias regulatorias, mientras las alternativas naturales son suprimidas o derogadas. Organizaciones independientes que buscan refutar la investigación fallida generalmente son silenciadas.
Se quedan cortos para alimentar al mundo: Monsanto contribuye muy poco para ayudar al mundo a alimentarse, y no ha logrado apoyar las soluciones apoyadas por la ciencia que no dan a sus productos un rol central. De hecho, lo que Monsanto está haciendo es lograr un monopolio con patrocinio estatal sobre las semillas. Los cultivos de GE crean semillas no renovables que no germinan de año a año. Esto requiere que el agricultor regrese a Monsantocada año para comprar las semillas para el cultivo del año siguiente, en vez de ahorrar las semillas y usar las del año anterior (usando el maíz de semilla). Esto también ocurre a los agricultores que usan semillas de reliquia cuyos cultivos son contaminados por el polen del cultivo de GE. La Unión Europea ha ordenado etiquetar los ingredientes de GM en los alimentos. Pero eso no ocurre en Estados Unidos, y los esfuerzos para evitar un etiquetado especial están en marcha. Pero la evidencia muestra que la exposición a las plantas GE y los alimentos GM afectan el alimento de los animales de muchas maneras.
Lo que todo esto significa es que aunque con el conocimiento y el deseo de evitar alimentos GE o GM, como los Monsantos y Dows del mundo logran hacerse con más de la agricultura mundial, va a ser eventualmente imposible evitar la exposición a éstos. Incluso plantando su propio jardín con semillas de reliquia no le garantiza que evitará la contaminación genética si alguien está usando cultivos GE cerca y poliniza los campos o si el viento sopla el polen hacia su jardín y poliniza sus cultivos.
Y los pesticidas y alimentos GE y GM están siendo ligados a numerosos efectos perjudiciales para la salud, incluyendo el desorden hiperactivo de déficit atencional, obesidad, diabetes y desórdenes hormonales. El gen Bt que produce insecticida está incluso siendo detectado en las pruebas sanguíneas de personas que consumen una dieta típica, incluyendo a las mujeres embarazadas y sus fetos. Las investigaciones muestran que también mata las células del riñón humanas.
El fascismo es la unión del gobierno con las grandes empresas. En este sistema, las personas son títeres. El gobierno, la Gran Agricultura y sus socios en el crimen Monsanto, Dow y Bayer están envueltos en un sistema fascista en el cual la población ingenua e mantenida gorda y estúpida y sin opciones, e incluso quienes entienden y reconocen el sistema por lo que es no tienen muchas oportunidades de marginarse.
Hay quienes la Guerra contra el Terrorismo debiera de verdad estar en contra. Y gracias al activismo global y el crecimiento de internet y los medios sociales, la guerra contra los verdaderos terroristas está ganando espacio contra su guerra contra nuestra salud. Podemos combatir el terrorismo agrícola por nosotros mismos al preocuparnos por qué compramos y qué comemos.
Cuando haga sus compras, niéguese a comprar productos OGM. Muchos productores de alimentos ahora están etiquetando sus alimentos no OMG como tales. También puede usar la “Guía de compras no-OGM”, disponible aquí. http://www.nongmoshoppingguide.com/
