por Katie Moisse
Los científicos han descubierto un nuevo tipo de bacteria que causa la gonorrea en Japón que es resistente a los tratamientos disponibles.
Desde los 1940s, la enfermedad de transmisión sexual conocida como “purgaciones” ha sido tratada fácilmente con antibióticos.
Pero la nueva variedad de Neisseria gonorrhoeae ha mutado genéticamente para evadir las cefalosporinas – los únicos antibióticos que todavía son efectivos contra la infección.
“Esto es un descubrimiento alarmante y al mismo tiempo predecible,” dijo el investigador jefe Magnus Unemo, profesor del Laboratorio de Referencia Sueco para la Neisseria Patógena en Örebro, Suecia, en una declaración. “Desde que los antibióticos se convirtieron en un tratamiento estándar para la gonorrea en los 1940s, esta bacteria ha mostrado una capacidad destacada para desarrollar mecanismos de resistencia a todas las drogas introducidas para controlarla.”
El descubrimiento, anunciado por Unemo en la reunión de la Sociedad Internacional para Investigaciones de Enfermedades de Transmisión Sexual en Quebec, Canadá, podría detener la transición de la gonorrea de una ETS tratable a una amenaza de salud pública global.
“Aunque todavía es muy pronto para evaluar si esta nueva variedad se ha difundido, la historia de la reciente resistencia emergente en la bacteria sugiere que puede difundirse rápidamente a menos que se desarrollen nuevas drogas y programas de tratamiento efectivo,” dijo Unemo en una declaración.
La Neisseria gonorrhoeae resistente a la cefalosporina se une al Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y al enterococci resistente a la vancomicina en una siniestra clase de bacterias conocida como superbichos. Pero a diferencia de las MRSA y VRE, adquiridas en hospitales, que se propagan donde se usa mucho antibiótico y hay muy bajas defensas inmunes, la súper gonorrea se puede propagar en cualquier parte.
“Este informe señala que la resistencia a los antibióticos está ocurriendo no sólo en hospitales, sino también en la comunidad”, dijo el Dr. William Schaffner, presidente de medicina preventiva en el Centro Médico de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tenn. Y aunque esta variedad fue descubierta en Kyoto, Japón, la bacteria resistente a los antibióticos “no necesita pasaporte.”
La resistencia a los antibióticos no es un fenómeno nuevo – incluso para Neisseria gonorrhoeae, que desarrolló resistencia a varios otros antibióticos usados antes que las cefalosporinas.
“Estábamos preocupados por esto hace 20 años y lo combatimos de manera muy eficaz,” dijo Schaffner, explicando cómo los tratamientos de gonorrea han evolucionado junto a la bacteria.
“Pero si tiene una variedad que es completamente resistente a los antibióticos, tiene que desarrollar muy rápidamente estrategias para reconocer la variedad resistente y regímenes de tratamiento alternativos.”
Tales pruebas y nuevos tratamientos podrían ser desarrollados, dijo Schaffner said, pero es posible que sean más caros. En medio de los recortes en todas las facetas de investigación, las compañías farmacéuticas están invirtiendo menos en la búsqueda de nuevos antibióticos, dijo.
Con un estimado de 700,000 nuevos casos cada año solamente en EE.UU., la gonorrea es una de las ETS más comunes. Se propaga a través de contacto directo con el pene, la vagina, la boca o el ano, y también puede ser transmitida de la madre al bebé durante el parto.
Pero solamente 50 por ciento de las mujeres infectadas y menos del cinco por ciento de los hombres infectados desarrollan síntomas, tales como una sensación de quemadura y descarga. Si no se trata, la infección puede diseminarse a la piel, sangre y otros órganos, causando dolor, infertilidad e incluso muerte. Un informe del 8 de julio de 2011 de los Centros de Control y Prevención de Enfermedad de EE.UU. instó a los doctores a vigilar la gonorrea resistente a las cefalosporinas e informar de los casos rápidamente.
El nuevo superbicho sirve como un recordatorio que la resistencia a los antibióticos es un problema que puede propagarse más allá de los muros de un hospital y de un hogar de cuidados.
“Debemos implementar un programa para que las compañías farmacéuticas estén motivadas financieramente para llevar a cabo investigación para desarrollar antibióticos,” dijo Schaffner. “Y tanto el público como los profesionales tienen que ser mucho más rigorosos en sus expectativas y uso de antibióticos.”