by Jorge Mujica
Mexico del Norte
Que la Migra se equivoque por aquí y por allá y deporte un ciudadano estadounidense no es novedad. Claro, el tal ciudadano tiene que ser de ascendencia latina para que tal error se cometa, ni modo que vayan a andar deportando güeritos de dos metros de altura, lo que ha sucedido apenas en un par de ocasiones. Eso quiere decir que hay un cierto perfil para convertirse en víctima inocente de la Migra.
Pero un análisis reciente revela que al revés de lo que dice el dicho, la excepción parece ser la regla en miles de casos. En los últimos tres meses del año fiscal 2010, el año en que el régimen de Barack Obama rompió el récord mundial de deportaciones, sucede que las cortes migratorias rechazaron una de cada tres propuestas que presentó la Migra para deportación. A la mejor la prisa por romper el récord era tanta, que la Migra se las arregló para aumentar el promedio del año anterior, que había sido de un rechazo en cada cuatro casos.
Y eso no es nada. Contando todo el año fiscal 2010, las cortes le rebotaron a la Migra ¡la mitad de todos los casos presentados!
Y más pior, en nueva York le rebotaron un 70 por ciento; en Oregon un 63 por ciento; en Los Ángeles igual, 63 por ciento; en Miami un 59 por ciento, y en Filadelfia un 55 por ciento.
En los últimos cinco años, según el reporte, el número de casos rechazados por las cortes porque los inmigrantes tenían derecho de quedarse a vivir en Estados Unidos suma la friolera de poco más de un cuarto de millón. El reporte, vale decir, fue elaborado por TRAC, basado en información obtenida bajo una petición de Libertad de Información, como se llama la “transparencia” de este lado, después de múltiples negativas de la Migra para soltar los números.
Por cierto, TRAC no es un grupo de comunistas pro- ”ilegales”, sino la Oficina Central de Acceso a los Archivos de Transacciones de la oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, una unidad del Departamento de Justicia de Estados Unidos. O sea que además del chidísimo nombre, es una oficina del mismo gobierno.
Efectivamente Inefectiva
TRAC revisó la friolerade 3.4 millones de expedientes para elaborar su análisis, que cubre los últimos 12 años, de 1998 a 2010. Solamente en los últimos 5 años, encontró 94,949 casos en que los jueces cerraron el caso porque no había razón para la deportación, y otros 151,682 casos en que los jueces, en vez de deportar a los acusados… ¡les dieron la residencia!
A la luz de los números, los autores del reporte no pueden más que preguntarse si la Migra está siendo efectiva, es decir, si está tratando de deportar a quien debe, o nomás está tratando de deportar a todo el mundo.
La respuesta se cae de la mata. No. la Migra no es eficiente o no está tratando de deportar a los inmigrantes más “deportables”, los famosos “criminales extranjeros” en los que dijo Obama que se iba a concentrar en vez de andar cazando a Pedro y Juanita.
En otras palabras, cada vez que buscan un asesino en serie y no lo encuentran, para no quedarse con las manos vacías se llevan a la vecina y al zapatero de la esquina. Cuando estos casos llegan a la Corte de Inmigración, el juez rebota el caso porque Pedro y Juanita tienen buen expediente de trabajo, hijos estadounidenses y no le han hecho daño a nadie.
La otra explicación es que la Migra ha andado agarrando residentes legales que hace medio millón de años cometieron algún tipo de delito hoy considerado “deportable”, y quieren sacarlos del país. Como ya son residentes legales y como los delitos no son tan graves, los jueces también rebotan los casos.
Entre la rebotadera, apunta TRAC, hay un montón de casos en que los inmigrantes tenían derecho a asilo o a la residencia condicional, y la mayoría se debe simplemente a que no había motivos suficientemente fuertes para sacarlos del país.
Esto demuestra, de paso, la pésima acción de montones de oficiales de inmigración que previamente habían negado las peticiones de asilo o residencia de un montón de gene, y que cuando la Migra va y los busca después de perder su caso para poder deportarlos, el juez amablemente les concede lo que el burócrata de escritorio de inmigración les negó.
Las conclusiones son las mismas de siempre, pero ahora basadas en números: la ley y la acción de las autoridades migratorias es una porquería, y la solución es darle a la gente la oportunidad de legalizarse, en vez de gastar dinero y saliva a lo güey. En segundo lugar… si lo agarran, ¡pelee su caso! ¡Tiene buenos chances de quedarse!