by Christopher A. Guzman
Analysis
Con un campo presidencial del GOP que no cuenta con un claro liderazgo, voy a sugerir una idea radical y que puede ser considerada que va demasiado lejos: el Establecimiento del Partido Republicano está actualmente siendo remecido por una fuerza no prevista y de mente independiente.
Dos hombres en este 2momento están al frente de este levantamiento intra-partido independiente: estos son, el congresista de Texas Ron Paul y el empresario Herman Cain. Además de las desafiantes proyecciones generadas por los medios de quién está por adelante de quién, es igualmente significativo (si no más) el disturbio causado por Paul y Cain en estados clave donde los votantes independientes son lo su2012ficientemente significativos para ser considerados por cualquiera de los dos principales partidos políticos.
Considere la convención de otoño del Partido Republicano de California que cubrí este mes. Flanqueado por cientos de seguidores movilizados, el Congresista Paul tomó la convención por tormenta, derrotando de manera aplastante el gobernador de Texas, Rick Perry por más de 15 puntos en la encuesta del estado. Aunque no había mucha devoción para ayudar a Perry a ganar esta encuesta en específico, sus partidarios tenían una presencia importante. A pesar de la percepción de que el gobernador es el Niño Dorado, el mensaje subsecuente e independiente de Paul pareció desmantelar esta noción. Cuando Perry no se presentó para detallar su plan para llegar a los Demócratas Independientes y desilusionados de California, fue claramente Paul quien se robó el show del catalogado por los medios como el principal contendor, quien fue una vez alabado como quien cambia el juego en la campaña de 2012. Además, el hombre a quien los medios y el Establishment Republicano han tratado como un dios griego inmortal terminó luchando ante las cámaras de televisión en una reciente serie de debates presidenciales.
El segundo golpe de Perry más recientemente vino en un estado donde los votantes independientes juegan un rol decisivo para elegir al próximo presidente — como le va a Florida, le va al país. A diferencia de California, el gobernador Perry conocía bien este concepto. Debido a éste, dedicó el tiempo y recursos que consideraba necesarios para ganar la encuesta de Florida realizada el fin de semana pasado. De manera inesperada, Perry fue vencido por Herman Cain por un abrumador 37 por ciento -15 por ciento.
El ex ejecutivo de Godfather’s Pizza nunca ha ocupado un cargo público. Sin embargo, la victoria de Cain en la encuesta por sobre Perry hizo una estruendosa declaración al vencer a un político de Texas que ha sido parte del grandioso sistema político por años. Mientras pueden no formar un equipo para competir juntos para la presidencia y vicepresidencia, ambos Paul y Cain encarnan el surgimiento de los ‘Anti-Políticos’ en dos maneras respectivas.
A pesar de que el Congresista Paul trabaje dentro del monótono sistema político por más de 30 años, su mensaje ha sido lo suficientemente consistente para garantizar una veta independiente y despeinar las plumas de los veteranos de los dos partidos. Cain, por otro lado, encarna lo Anti-Político en el sentido de que no cuenta con una carrera política. En vez, construyó su reputación al manejar un imperio de los negocios y consecuentemente involucrándose en los principios económicos que gobiernan el mundo empresarial. Con muchas personas buscando un candidato que pueda manejar la economía actual, su mensaje puede ser capaz de llegar a los desilusionados ciudadanos en todo el espectro político.
El aparente surgimiento de un sentimiento antipolítico dentro del Partido Republicano muestra que al menos una parte de la base del partido está buscando un respiro de aire fresco. Demuestra que hay un elemento de un electorado en la derecha que no caerá por el usual juego de los medios de enfatizar a un candidato por sobre los otros (tal como Perry o Romney). Ninguno son estos particulares votantes Republicanos que quieren caminar bajo las órdenes de los líderes de los partidos. Independiente de cuál sea la afiliación política de cada uno, éste es un estado mental que todos los votantes debieran estar dispuestos a adoptar.