por los servicios de noticias de El Reportero y Marvin Ramírez
El gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto abandonó rotundamente su tradicional Doctrina Estrada de política exterior tras anunciar su colaboración con el gobierno de Estados Unidos en sus sanciones anunciadas contra Venezuela.
Doctrina de Estrada
La Doctrina Estrada es el nombre del ideal de política exterior de México desde 1930 hasta principios de los años 2000. Su nombre deriva de Genaro Estrada, Secretario de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Pascual Ortiz Rubio (1930-1932).
La doctrina fue el instrumento más influyente y representativo de la política exterior del país durante 70 años, y sostiene que los gobiernos extranjeros no deben juzgar, positivamente o negativamente, a los gobiernos o cambios en el gobierno de otros estados, ya que tal acción implicaría una violación de soberanía estatal. Se decía que esta política se basaba en los principios de la no intervención, la solución pacífica de las controversias y la libre determinación de todas las naciones
Pero con esta acción, México se está alineando – con la meta de la CIA de derrocar al gobierno venezolano.
La subsecretaria de Finanzas de México, Vanessa Rubio, dijo que la administración de Peña Nieto proporcionará información financiera y tributaria sobre funcionarios actuales y ex funcionarios venezolanos contra los cuales Washington ha emitido sanciones.
Tales castigos incluyen la revocación de visas y la congelación de fondos y activos, una política con la cual el gobierno mexicano está comprometido a pesar de la diplomacia de respeto a la soberanía de terceros países que durante décadas le ha valido el reconocimiento internacional.
Anteriormente, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Hacienda emitieron un comunicado conjunto en el que se indica que la administración de Peña Nieto procederá «en consecuencia» de las sanciones anunciadas por Estados Unidos contra Venezuela. El texto de dos párrafos y los medios de comunicación locales descritos como confusos usaban el mismo lenguaje de la Casa Blanca para justificar castigos contra altos funcionarios del gobierno venezolano.
Respecto a las sanciones: «El gobierno mexicano, a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, informa que procederá en consecuencia, de acuerdo con las leyes y convenciones aplicables en la materia», agrega el texto.
Esta es otra escalada en la posición mexicana contra el gobierno bolivariano, que ahora se muestra abiertamente en su complicidad con Washington. México desecha su histórica doctrina Estrada, por la que su política exterior cosechó simpatía y reconocimiento internacional por el respeto a la soberanía y la autodeterminación de terceros países.
Ahora las autoridades mexicanas asumen como propias las descalificaciones de la administración de Donald Trump contra el legítimo gobierno venezolano que ha denunciado haber sido atacado por intereses extranjeros en colusión con los grupos de derecha y poder económico de la nación sudamericana.