por Marcelo Ballve
New America Media vista a través de los lentes del tema de la inmigración, los resultados generales de las elecciones del 3 de noviembre podrían calificarse de bolsa mixta.
Los candidatos republicanos a gobernador, quienes prometieron posturas más duras respecto de la inmigración ganaron las carreras en Virginia y Nueva Jersey, pero un puesto vacante en la Cámara de Representantes de EE.UU. en el 23 distrito de Nueva York se lo llevaron los Demócratas. Esto debería facilitar a los Demócratas de la Cámara reunir los votos necesarios para avanzar en una exhaustiva reforma a la inmigración, que prometieron hacer antes de terminar este año.
Antes este otoño, 100 Demócratas de la Cámara enviaron una carta al Presidente Obama reafi rmando su compromiso para hacer avanzar la legislación de reforma a la inmigración. El Rep. Luis Gutiérrez (D-III.) dijo que introducirá un proyecto de inmigración este mes.
El Rep. Joseph Crowley (D-N.Y.) ha advertido que se necesita que la reforma a la inmigración se produzca el próximo año, mucho antes de las elecciones de mediano plazo de noviembre de 2010 si quiere ser exitosa.
Esto podría tener impactos en la política de inmigración, a nivel estatal o federal.
En el Distrito 10 de California, al este de la Bahía de San Francisco, el teniente gobernador John Garamendi, un Demócrata progresista, ganó un disputado puesto abierto con 53 por ciento de la votación, venciendo al Republicano John Harmer.
En el alto estado del 23 Distrito de Nueva York, el retirado Capitán de la Fuerza Aérea Bill Owens, un Demócrata, le ganó al candidato del Partido Conservador Doug Hoffman, quien atrajo el apoyo de los conductores de radio y noticias de derecha, y se las arreglaron para sacar de la carrera al candidato del Partido Republicano.
Estas dos victorias Demócratas ayudaron modestamente al equilibrio de poder en la Cámara de Representantes de EE.UU., según el autor y bloguero político Matthew Yglesias.
A Nancy Pelosi le resultó más fácil recolectar votos para el proyecto de salud, por ejemplo, “todos y cada uno de los Demócratas Blue Dog (conservadores) han visto reducida su ventaja en el proceso”.
Lo que Yglesias escribe también se aplica al proyecto de inmigración. Los Blue Dogs tendrán menos ventaja sobre el diseño de cualquier proyecto de inmigración y a Pelosi, como Líder de la Mayoría de la Cámara, le resultará marginalmente más fácil obtener los votos necesarios para que se apruebe cualquier legislación.
HAY RIESGO POLITICO
La elección del Republicano Chris Christie como gobernador de Nueva Jersey por sobre el actual Jon Corzine podría desacelerar o matar los esfuerzos en
el camino para darles a los estudiantes indocumentados el derecho de acceder a la matrícula interestatal en los colegios de Nueva Jersey.
Christie dijo que se oponía al plan. Christie también podría resultar más empático para los oficiales electos locales y los jefes de aplicación de la ley en Nueva Jersey, quienes quieren establecer un contrato con el Departamento de Seguridad Interior para llevar a cabo las acciones de inmigración que normalmente realizan los agentes federales. Delegar la aplicación de las leyes de inmigración a los policías estatales y locales es parte de un programa federal conocido como 287g, que es controversial en la comunidad latina.
El Republicano Bob McDonnell, elegido gobernador en Virginia, propuso que el programa 287g fuera extendido a nivel estatal para que los soldados estatales lleven a cabo las acciones de inmigración. Su oponente Creigh Deeds rechazó la propuesta.
Si McDonnell insiste con atribuir nuevas responsabilidades de inmigración a los soldados del estado de Virginia, este movimiento traerá su porción de riesgo político. El programa 287g es popular con muchos votantes que dicen que ayuda a apurar la deportación de los inmigrantes indocumentados que cometen crímenes.
Los críticos del programa dicen que distrae los recursos de aplicación de la ley de las principales tareas de lucha contra el crimen y genera una desconfianza entre las comunidades latinas y los oficiales de la ley. Los inmigrantes y activistas latinos también dicen que el 287g lleva a un perfilamiento racial.
A pesar de esta dura postura respecto de la inmigración ilegal, McDonnell logró atraer los votos latinos. McDonnell enfrentó una batalla cuesta arriba, ya que dos tercios de los votantes latinos de Virginia ayudaron al Presidente Obama, sorprendentemente, a ganar en el estado el año pasado, según escribió Jennifer Rubin en Commentary.
‘BUENO PARA ESCUCHAR’
De todas maneras, mientras se hacía campaña, McDonnell se esforzó por aparecer como anti-inmigración ilegal en vez de anti-inmigrante.
Sergio Rodriguera Jr., un activista latino Republicano, fue citado en el artículo de Rubin, diciendo que McDonnell ha sabido escuchar y que sus eventos de alcance hispanos no han sazonado los eventos con chips y salsa. El comprende que los hispanos quieran vivir el sueño Americano de construir pequeños negocios y ser dueños de su propio hogar.
Será interesante mirar los retornos de las elecciones de Virginia y ver cuántos latinos votaron por McDonnell. Si muchos lo hicieron, entonces McDonnell deba ser visto como un ejemplo de los Republicanos conservadores quienes quieren atraer el apoyo latino en 2010 y más allá (como sostiene Rubin en su artículo).
Pero si McDonnell empuja su plan de extender el 287g a nivel estatal y aparece duro en temas de inmigración ilegal, tendrá que caminar por una delgada línea o se arriesgará a alienar a los votantes latinos que logró atraer a su candidatura.
