El centro de San Francisco está en decadencia desde la prohibición de los coches en Market Street, una estupidez cometida por el organismo autónomo SFTMA, no electo, cuyos miembros sueñan con el estilo París o Ámsterdam. Y siguió el corrido comercial del Distrito de la Misión, con un aumento de la delincuencia, arrastrando al comercio al suelo. Los beneficios han caído y las tiendas han cerrado.
Hace cuatro años, San Francisco tomó la loca decisión de distinguir su corredor más famoso prohibiendo los automóviles, como si los estadounidenses no estuvieran acostumbrados a conducir. De la noche a la mañana estos burócratas al mando quisieron cambiar el comportamiento de la gente, pensando: «ahora la gente será feliz caminando sin el peligro de los coches…»
Por primera vez en aproximadamente 120 años, la ciudad prohibió los vehículos privados en una parte de Market Street con la idea de mejorar la seguridad pública y transformar la arteria de tráfico más importante de San Francisco.
Un proyecto de capital de 600 millones de dólares llamado Better Market Street prometía crear un bulevar futurista que protegería de forma segura a las bicicletas y scooters en los carriles elevados de las aceras, separando las pequeñas ruedas de las líneas rápidas de autobuses, tranvías antiguos y peatones, explicó un medio local. La idea de que debido a que debajo de la superficie circulaban trenes BART y Muni, continuaría transportando pasajeros por la ciudad y a través de la bahía, y todo sería hermoso.
Ellos estaban equivocados. Ahora todo el dinero gastado en su idea futurista no ha sido más que un desastre social y económico.
Por supuesto, las ideas creadas por burócratas generalmente se traducen en mucho dinero, ya que la ciudad debe seguir creando bonos para continuar el flujo de dinero.
¿Las victimas? ¿Ir a ver cómo se ve Market Street ahora? ¿Quiénes componen el tráfico en las aceras hoy en día? Hay tantos espacios de oficinas vacíos que la ciudad está tratando de convertirlos en viviendas para cubrir la escasez de viviendas, que probablemente albergarán a personas de bajos ingresos y tal vez a personas sin hogar.
Lo que se construyó en un par de cientos de años, ha sido destruido en sólo cuatro.
San Francisco no es San Francisco sin su otrora robusto centro de la ciudad, Market Street. Necesitamos que los automóviles vuelvan, traen gente, compradores, revitalizan, traen dinero que crea empleos.
Es hora de recuperar la ciudad de esas juntas no electas como la SFTMA y disolverlas. Necesitamos que los funcionarios electos se hagan cargo.