por Eric Blair
Activist Post
ANALISES – ¿Por qué cuando la clase de súper ricos habla de la lucha de clases, los oprimidos aplauden? Cuando el multimillonario Warren Buffett dijo: “Hay una guerra de clases, muy bien, pero es mi clase, la clase rica, la que está haciendo la guerra, y estamos ganando”, la clase media esforzada lo trató como a uno de ellos, como si estuviera de su lado.
Más recientemente, el multimillonario inversionista George Soros advirtió de una guerra de clases que viene a EE.UU. informó al Daily Beast, donde señala con orgullo que su predicción de disturbios en las calles ya ha comenzado.
Como los inicios del movimiento Occupy tenían vínculos con el financiamiento de Soros, muchos creen que él está alimentando esta llamada guerra de clases. Aunque Soros niega haber financiado directamente los inicios del movimiento, sus amplias contribuciones filantrópicas tienen tentáculos de gran alcance que llegan a muchas revoluciones en todo el mundo.
Aunque si ingenuamente creemos en la palabra de Soros de que él no estuvo involucrado en el estímulo de las revoluciones mundiales, a pesar de que hay evidencia de lo contrario, claramente promueve la idea de la lucha de clases con la izquierda política ovacionándolo como un activista.
Convenientemente, el movimiento Occupy ha adoptado el pegadizo pero sin fondo mantra “nosotros contra el 1 por ciento” como la convocatoria para todos en el 99 por ciento para culpar de sus problemas a los llamados ricos del 1 por ciento. A mí me suena mucho a avivar la lucha de clases.
Sin embargo, para instigar a la guerra tiene que haber una crisis que cause el suficiente dolor para empujar a la gente a las armas, y los lados del bien y el mal deben estar definidos. Soros hace exactamente eso en el artículo en el Daily Beast, donde dice que las personas “tienen razones para estar frustradas y enojadas” por el costo del rescate del sistema financiero, y que “el mundo se enfrenta a uno de los períodos más peligrosos de la historia moderna- un período del mal”.
Por supuesto que esas declaraciones son difíciles de discutir y llamar a la clase dirigente “mala” resuena en las masas. Pero, de nuevo, Soros claramente pertenece a la clase dominante del 1 por ciento, entonces ¿por qué él, como Buffett, fingen que son de afuera, avivando el odio hacia sí mismos?
Parece que están utilizando la crisis y el paradigma de la lucha de clases para mover a las masas a apoyar lo que la elite global ha estado buscando todo el tiempo: menos competencia y una mayor consolidación del poder. “En el período de crisis, lo imposible se hace posible”. Y por imposible explica que el movimiento Occupy ha “puesto en la agenda temas que la izquierda institucional no ha logrado poner en un cuarto de siglo”.
Para explicar con más detalle la naturaleza de los “males” no deseados en los mercados financieros, Soros es citado en el mismo artículo del Daily Beast diciendo que la “competencia desenfrenada puede conducir a la gente a realizar acciones que de lo contrario se arrepentiría.” Para muchos, esto hace eco de la tristemente célebre cita de John D. Rockefeller, “La competencia es un pecado”.
Rockefeller manejó el monopolio de la compañía petrolera Standard Oil, que existe hasta hoy pero con distintos nombres: Standard Oil de Nueva Jersey se convirtió en Esso, nombrada después Exxon – que se volvióclave en ExxonMobil, actualmente la empresa más rentable en el mundo – con ganancias de 30 billones, 460 millones de dólares. Standard Oil de California se convirtió en Chevron – actualmente la tercera empresa más rentable del mundo con 19 billones, 24 millones de dólares al año.
Continental Oil Company se convirtió en Conoco, ahora parte de ConocoPhillips – actualmente la décimo sexta empresa más rentable en el mundo con 11 billones, 358 millones de dólares. BP Amoco es un conglomerado de varias empresas escindidas de Standard Oil. Yahoo Finance actualmente sitúa las utilidades netas de BP Amoco en 16 billones, 28 millones de dólares.
Por lo tanto, cuatro de los seis “súper grandes” de la industria del petróleo derivan directamente de empresas de Rockefeller– BP, Chevron, Exxon- Mobil y ConocoPhillips.
La competencia ha sido reemplazada por la apariencia de la competencia. Y esto incluye a las aparentes diferencias entre Soros y Buffett a la izquierda frente a los hermanos Koch a la derecha. Aquéllos atrapados en el paradigma de izquierda y derecha les encanta odiarlos, mientras tratan de eliminar la verdadera competencia escondida detrás de sus respectivas marcas de ideología.
Además, Soros promueve un Tesoro Único Europeo con la autoridad para imponer y cobrar impuestos a todos los países miembros como la solución a la crisis de la Eurozona. En Estados Unidos, está de acuerdo con Buffett en que los ricos deberían pagar más impuestos para fortalecer la institución del gobierno, como si no le hubiera dado suficiente poder a sí mismo a pesar de sus fracasos.
Es más, la noción de que cobrar impuestos a los “ricos” va a resolver algunos de los problemas financieros de Estados Unidos o Europa puede ser el falso paradigma más grande de todos. Estados Unidos tiene oficialmente una deuda nacional de alrededor de $ 15 trillones de dólares, con otros $ 26 trillones en los costos de rescate financiero y el doble de esa cantidad en los pasivos futuros. Literalmente no existe la riqueza suficiente en el mundo para solucionar ese problema.
Es más, la elite real nunca tendrá que pagar impuestos, ya que mueven su dinero a nivel mundial y juegan en las lagunas dentro de las fronteras. ¿Alguien se acuerda de que General Electric no pagó impuestos sobre $ 14,2 billones en ganancias, de hecho obtuvo un crédito fiscal $ 3,2 billones de los norteamericanos? ¿Hace falta decir más acerca de la estupidez de que esto funcione en el ambiente político actual? Entonces, ¿qué dice Soros que será la próxima batalla de esta creciente guerra de clases? “A medida que aumenta la ira, los disturbios en las calles de las ciudades de Estados Unidos son inevitables”. Sí, sí, sí, “él (Soros), dice, casi con alegría.
La respuesta a la inquietud podría ser más perjudicial que la propia violencia.
Va a ser una excusa para tomar medidas enérgicas y el uso de tácticas de mano dura para mantener la ley y el orden, que, llevado al extremo, podría generar un sistema político represivo, una sociedad donde la libertad individual es mucho más limitada, lo que rompería con la tradición de Estados Unidos”.
Como él mismo dice “con alegría”. ¿Aún quieres la guerra de clases? ¿Qué te parece el apoyo a todo lo contrario: la descentralización, la competencia, apoyar el comercio local, el gobierno local y la autosuficiencia local?