lunes, noviembre 18, 2024
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Qué es la presión sanguínea y cómo controlarla Ud. mismo

por Ben Fuchs
Critical Health News

El cuerpo siempre nos está hablando. Podemos no escucharlo, pero siempre nos está reportando qué le está sucediendo, cómo está respondiendo a nuestras acciones y qué estamos haciendo mal y bien. Si usted tiene un problema con los lácteos, su intestino expresará su malestar a través de cólicos e inflamación. Estos síntomas pueden ser el resultado de comer queso, gluten, fresas, huevos y otros alimentos que provocan intolerancia o alergias. Al beber alcohol en demasía, la cruda del día siguiente puede ser una comunicación tan clara como impactante de no repetir la experiencia. Por otra parte, algunas veces un estallido de felicidad o un golpe de energía, o una antigua paz mental natural, pueden persuadirnos de que estamos en el camino correcto, haciendo algo que nuestro cuerpo necesita, quiere o desea. Por ejemplo, se me ocurre sumergirse en bañeras de hidromasaje, un entrenamiento enérgico o jugar con bebés y muñecas.

Mientras digerimos, la inmunidad, la piel y la respiración son exquisitamente sensitivas a su medio ambiente, ninguna parte del cuerpo es más responsiva que el corazón y el sistema circulatorio. Considerando que una proporción de uno de cada dos o tres norteamericanos tienen algún tipo de problema circulatorio, ésa es una buena noticia. Eso se debe a que, una vez que reconocemos nuestra complicidad en nuestros retos de la salud vascular, vamos a poder atacarlos en la realidad.  Esto puede hacerse sin doctores, dispositivos, diagnósticos o fármacos y sus efectos secundarios asociados.

Una de las manifestaciones más significativas de los trastornos cardiovasculares es la hipertensión, la cual constituye un serio problema. Según una infográfica publicada  en la edición de New Scientist Magazine del 12 de enero, 2013, la hipertensión es el principal causante de la carga global del trastorno total. Nada ejemplifica mejor nuestra participación en nuestra propia salud y nuestros retos de salud que la presión sanguínea alta. La cual es la fuente interminable de bromas de comediantes y es universalmente reconocida por su asociación con situaciones de estrés. No obstante, todo mundo sabe que el estrés y la hipertensión van de la mano, la mayoría de los hipertensos acepta el diagnóstico estándar de hipertensión “esencial” (i.e. hipertensión provocada por un factor “desconocido”) y los fármacos anti-hipertensión, que se encuentran entre las más tóxicas de las prescripciones médicas.

La hipertensión está asociada con el estrés. Para el cuerpo, no hay factor de estrés más importante que la escasez de oxígeno en la sangre, una condición denominada “hipoxia”. Una vez que se alcanza el límite hipóxico crítico, de inmediato tienen lugar los cambios en los vasos sanguíneos, causando un redireccionamiento de la sangre. Estas modificaciones, resultado de maniobras inteligentes y de la apertura y el cierre estratégicos de los vasos sanguíneos, llevan a un aumento de la presión sanguínea. La presión sanguínea es la fuerza mediante la cual se mueve el flujo sanguíneo a través del sistema circulatorio y representa el intento del cuerpo por irrigar más sangre (y oxígeno) al cerebro, el corazón, los pulmones, los músculos y otras partes vitales del cuerpo.

La hipertensión no es el único efecto cardiovascular de hipoxia. El oxígeno actúa como un regulador, separando las células de sangre roja, ayudándolas a mantenerse flotando de forma pausada y suave a través del río de sangre de 50,000 millas del sistema circulatorio. En condiciones de baja oxigenación, las células de la sangre tienden a aglutinarse. Esta aglutinación puede crear coágulos y además impedir el envío de oxígeno a los tejidos, induciendo aún más hipertensión. Eso no es todo. La hipoxia puede interrumpir la conductividad eléctrica en el corazón, provocando varios tipos de arritmia cardiaca, incluyendo la temida fibrilación auricular. No es una coincidencia que entre los fármacos más prescritos en los Estados Unidos están los anticoagulantes, una medicación que farmacológicamente  provoca el adelgazamiento de la sangre. Estos fármacos incluyen los bloqueadores beta, que provocan ablación (destrucción) del corazón, para evitar el mal funcionamiento eléctrico, y antihipertensivos, los cuales bajan la presión sanguínea al envenenar las válvulas de los vasos, forzándolos a abrirse como una presa en un tsunami.

MALAS NOTICIAS: Los trastornos circulatorios son un asunto serio. Son, en su conjunto, la primera causa de muerte y enfermedad en los Estados Unidos, por no mencionar su costo y tiempo invertido. Si usted participa en la estrategia del modelo médico impotente de medicar, electrocutar y entubar, no va a sentirse mejor.

BUENAS NOTICIAS: Si usted está lidiando con un problema de salud cardiovascular, la simple aplicación de estrategias de estilo de vida, como respirar hondo lentamente, suplementos nutricionales, modificaciones en la dieta y relajación natural, puede reducir de modo significativo su presión sanguínea, con zero toxicidad y sin efectos colaterales. Estas herramientas están a su disposición sin doctores, farmacéuticas, compañías de seguros y cualquier otra intervención fármaco-médica.

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