Estudiante nativa en desacuerdo dice que el profesor la expulsó
por Vincent Schilling
ICTMN
Un profesor de la Universidad Estatal de California en Sacramento que presuntamente dijo en su clase de Historia de Estados Unidos que no está de acuerdo en utilizar el término “genocidio” en relación con americanos nativos, expulsó de su curso a una estudiante nativa americana cuando expresó su desacuerdo.
ÚLTIMAS NOTICIAS: El Departamento de Historia en la Universidad Estatal de Sacramento lanzó un tweet afirmando que Johnson no fue expulsada del curso. Se puede leer el artículo en: Sac State History Dept Tweets – “Student Not Disenrolled” (Estudiante No Dis-matriculado).
El reporte proviene de una estudiante universitaria nativa, Chiitaanibah Johnson (Navajo/Maidu) estudiante de 19 años, de segundo año, de la Universidad Estatal de California en Sacramento.
Johnson expresa que cuando le dijo a su profesor de historia de USA Maury Wiseman que no estaba de acuerdo con su afirmación de que los americanos nativos no enfrentan el genocidio, el profesor la expulsó de su clase, y que lo estaba acusando de intolerancia y racismo.
El profesor entonces abandonó antes el salón, se disculpó de las interrupciones de Johnson y le dijo que estaba expulsada al final de la clase el viernes.
“Todo comenzó el jueves”, dijo Johnson a ICTMN. “Él estaba hablando acerca de la América nativa y utilizó la palabra genocidio. Hizo una pausa y dijo “No me gusta utilizar esa palabra porque pienso que es demasiado fuerte para lo que pasó”, y “genocidio implica que fue a propósito y la mayoría de las personas nativas fueron aniquiladas por enfermedades europeas”.
Johnson, que estaba ofendida, al principio no respondió a los comentarios del profesor.
“Yo lo escribí. Estaba enfurecida por lo que consideré razones obvias. No dije nada [el jueves] porque sabía que si no tenía nada específico que responder en términos de evidencia sólida y tangible no tomaría en consideración mis comentarios”, dijo.
El viernes, Johnson presentó al maestro su investigación tras su exposición sobre la Confederación Iroquois y las expediciones portuguesas.
“Él hizo una pausa para decir que los indígenas no eran pacíficos. Yo estaba molesta por razones obvias. Él mencionó cómo los franceses y los alemanes estuvieron aliados y asimismo afirmó que las personas nativas se mataban entre sí antes de que llegaran los colonos blancos”.
Johnson dice que comprende que existían conflictos nativos antes de que arribaran los colonizadores, pero cuando el profesor habló de la valentía de las expediciones portuguesas sin referirse al comercio de esclavos, de nuevo creció su malestar.
“El viernes, alcé la mano y dije: ‘Entiendo por qué estamos hablando de los portugueses, porque eso explica cómo llegaron a América. Pero pienso que no sería justo referirse a los portugueses sólo como si fueran pobres y valientes. Ellos se hicieron ricos violando y esclavizando a los indígenas y las tierras que descubrieron’, sostuvo Johnson.
Johnson dice que cuando preguntó por qué el profesor no habló de los avances tecnológicos de los iroqueses o de la espiritualidad y cuestionó la postura de su profesor sobre el genocidio el profesor se tornó volátil y entornó los ojos varias veces.
“Le señale, ‘Usted afirma que el genocidio implica exterminio premeditado de personas y que fueron aniquilados sobre todo por las enfermedades europeas. Eso no es verdadero’.
“Él respondió: ‘Genocidio no es lo que ocurrió’. Yo me levanté y comencé a leer un artículo de las Naciones Unidas que decía: ‘Genocidio es el asesinato deliberado de otras personas, esterilización de personas y/o el secuestro de sus hijos’, y él dijo, “Eso no es suficiente”.
“Yo le respondí, ‘No. Usted debe decir la verdad’.
“Y él: ‘Si quieres ven a hablar conmigo después de la clase, no ahora, estás boicoteando mi clase’.”
Tras una breve discusión, Johnson cuenta que el profesor la expulsó del curso. Además, algunos estudiantes defendieron al profesor.
“´Dijo, ‘¿Sabes qué clase? Me disculpo con todos por lo que está pasando. Por favor regresen el viernes, que tengan buen fin de semana’”.
Cuando la clase terminó Johnson nos narra que fue expulsada del curso por el profesor.
“Me dijo: ‘No me gusta que esto ocurra en mi clase’. Comenzó a tronarse los dedos frente a mí y expresó: “No me gusta que me hagas aparecer como un racista y un fanático en mi clase. Has boicoteado mi lección, sacaste todo de contexto y no me importa qué tipo de beca tengas o de filiación con la universidad, tú serás expulsada de esta clase.
“En los 10 minutos en que hice esas preguntas y leí fragmentos del artículo, él me desarmó. No estaba escuchando. Pidió a todos que salieran del salón y me expulsó de su clase”, dice Johnson.
Desde que le dijo que estaba despedida del curso el viernes, Johnson dice que se siente abrumada por lo estrecho de miras y la injusticia de su situación. También la decepcionó que ningún estudiante salió en su defensa.
“No tuve ningún apoyo del grupo”, dice Johnson. “Toda la investigación que había realizado era muy traumatizante, leer sobre bebés que eran estrellados contra las rocas desde los tobillos, escuchar de personas vivas incineradas por el fuego, oír que fueron desmembradas y cortados sus brazos y manos”.
“Yo sé que todo esto es cierto. Me lo han contado personalmente mis tatarabuelos y abuelos, y mi madre que estuvo en un internado”.
“Al ser expulsada tan pronto de la clase, me sentí desolada y pensé: ‘¿Me estás expulsando? Es apenas el tercer día de clases ¿y me vas a correr de esta manera?’ No le di nombres, no le dije que era un racista, no dije groserías: alcé la voz porque él me levantó la suya y hablaba sobre mí y no me permitía decir nada, me sentí sin piso. Sentí que enfrentaba la situación de la forma en que un estudiante de nivel universitario debe enfrentar un malentendido con un profesor”.
“He tratado con este tipo de racismo desde niña”, dice Johnson.
La familia de Johnson dijo al ICTMN que su próximo paso en la cuestión es que su hija escriba una carta respetuosa al director del Departamento de Historia de la Universidad, así como al rector, en un intento por lograr una solución amigable.
Desde el viernes, el ICTMN reportó el incidente a la Universidad de Sacramento, y el rector de la Universidad respondió y les expresó que va a investigar la cuestión. El profesor no ha respondido a nuestras peticiones telefónicas o de e-mail de hacer algún comentario.