por Tony Cartalucci
Infowars.com
Aug. 22, 2011 — El Financial Times publicó un editorial escrita por el presidente de Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), Richard Haass titulada, Libia ahora necesita botas en la tierra , donde el archiglobalista declara que los rebeldes de Libia de ninguna manera son capaces de reconstruir Libia de manera apropiada y requerirán una “fuerza internacional” para mantener el orden.
Impresionantemente Haass admite que la intervención de la OTAN para “proteger civiles” fue de hecho una intervención política diseñada para provocar un cambio de gobierno.
Con la OTAN liderando la ofensiva contra Trípoli, una ciudad relativamente calma hasta ahora, la supuesta causa de “proteger civiles” suena más superficial que nunca.
Haass continúa explicando que el “éxito” de la OTAN es lo que requiere esta asistencia internacional en la forma predecible de una fuerza de ocupación para hacer frente al pillaje, “duros partidarios del régimen” y la guerra tribal. Haass también implora a Obama que reconsidere su decisión de descartar las botas norteamericanas en la tierra y hacerlo rápidamente.
Por supuesto, la OTAN no solamente pasó los últimos 5 meses llevando a cabo más de 7,000 ataques aéreos en Libia para “proteger a los civiles” y luego los condujo al ocaso.
Este fue una guerra de conquista desde el principio, con los globalistas declarando abiertamente que determinaría la “primacía de la ley internacional” por sobre el estado-nación.
De hecho, el levantamiento inicial fue gestado en Washington y Londres donde los líderes de la oposición recibieron recursos y paraísos de seguridad para llevar a cabo su sedición, con los secuaces de los globalistas como Ibrahim Sahad literalmente sentándose frente a la Casa Blanca pidiendo a la OTAN que bombardeara su tierra.
La OTAN, sus miembros, en particular EE.UU., Reino Unido y Francia, y los globalistas corporativos-financieros tras ellos, intentaron completamente reconstruir Libia según sus propias aspiraciones que calzan con el consenso nacional impuesto por el pueblo libio bajo el disfraz de “democracia” y “sociedad civil.” Estamos viendo a un imperio moderno expandir sus límites hacia otra nación soberana.
Los lectores pueden recordar un artículo de abril de 2011 llamado “Los rebeldes libios luchan la guerra globalista” con el cada vez más apropiado subtítulo, Cómo paga el diablo.
En éste, una lectura de foto intenta resumir el futuro de Libia, declarando, “si estos rebeldes realmente piensan que el Oeste les va a entregar Libia y a sus ricos, otra cosa les va a ocurrir. El brazo Neo-Con de la agenda globalista ya está sentando las bases para manejar a los “extremistas” que llegan al poder después de la “Primavera Árabe”. Esto significa que el petróleo y el futuro de Libia quedarán en manos de la OTAN y no del pueblo libio.”
El artículo continúa: “Mientras la dicotomía de la política de Occidente es meramente para el consumo público, lo que cada campo declara públicamente puede unirse para brindarnos un panorama más claro de la agenda globalista. El instigador de guerras Neo-Conservador Daniel Pipes, un signatario de PNAC, miembro de CFR, y co-conspirador en muchos de los capítulos más oscuros de la reciente historia norteamericana, recientemente estaba compartiendo sus “dudas” sobre el resultado final de la “Primavera Árabe”. Cree que los extremistas extremos prevalecerán en muchos casos y sólo complicarán las relaciones de EE.UU. con ciertos países.
Claro, lo más probable es que Pipes no se pierda el memo y esté totalmente consciente de que la “Primavera Árabe” es una táctica financiada por EE.UU., uno de sus compañeros Neo-Cons alineando el National Endowment for Democracy y el fraudulento Freedom House están abiertamente involucrados en ésta.
En el menor de los casos, debe haber tomado el New York Times y leer tanto. ¿Entonces qué trata de decirnos exactamente Pipes? Está diciendo que tan pronto los rebeldes libios se aseguren Libia, o la Hermandad Musulmana se apodere de Siria o Yemen, o gane en una contrarrevolución contra el secuaz de International Crisis Group Mohamed ElBaradei en Egipto, las anteojeras que parecen estar usando los propagandistas de Occidente se caerán repentinamente y apuntarán a que ciertamente los globalistas han instalado a los extremistas “por accidente.”
Para rectificar esto, los rebeldes libios serán traicionados tan rápidamente como lo fue Qaddafi. Serán sacados del poder, y reemplazados por los secuaces de Occidente protegidos por las fuerzas terrestres de la OTAN, convenientemente ya puestas en la tierra libia y se quedarán ahí permanentemente. El think tank globalista Neo-Con, Foreign Policy Initiative ha declarado que “La mejor forma de reducir los daños potenciales por parte de la infiltración extremista es que EE.UU. y sus aliados permanezcan involucrados en Libia.”
Este involucramiento lo más probable es que tome la forma de otros “compromisos” interminables en Irak y Afganistán, y los años de las redadas a través de las fronteras en Pakistán. El dinero del petróleo que una vez construyó pasos para el agua, viviendas públicas y granjas de Bengazi a Trípoli, será directamente dirigido fuera del país hacia las cuentas de los financistas corporativos. Los oligarcas financistas corporativos habrán hecho caer otro estado-nación con la ayuda de su propia población crédula, y por esa credulidad, pagarán por el resto de sus vidas, tal como lo harán sus hijos y los hijos de sus hijos.
