La ex presidente brasileña Dilma Rousseff advirtió el domingo que la interferencia de Washington en Venezuela es “extremadamente peligrosa” y podría provocar un conflicto armado
por Lucas Koerner
Global Research
“Nuestro continente ha estado viviendo en paz durante 140 años. Cualquier intento de interferir en el legítimo proceso constitucional en Venezuela, incluyendo forzar una elección presidencial, es extremadamente peligroso, ya que podría conducir a una guerra civil“, dijo en una entrevista exclusiva con RT en Moscú.
Rousseff fue acusada y expulsada de su cargo electo el año pasado en lo que fue ampliamente calificado como un “golpe parlamentario”.
El dirigente brasileño también apuntó a su sucesor designado por el Congreso, Michel Temer, quien se ha movido para alinear la política exterior de Brasilia con Washington, encabezando el cargo regional contra el gobierno en Caracas.
“El gobierno de Temer tiene una actitud absolutamente incorrecta con respecto a Venezuela y no es sólo la presión de Trump y la intención de Temer de parecer sumisa, sino sobre todo el hecho de que aceptó la acción conjunta con las tropas estadounidenses en el Amazonas”, continuó , en referencia a un ejercicio militar llevado a cabo por Estados Unidos para noviembre, en el que participarán las fuerzas armadas de 14 países.
Rousseff denunció los simulacros, que implicarán la creación de una “base logística multinacional” en la ciudad brasileña de Tabatinga, como parte de una “visión antidemocrática para sitiar a Venezuela”.
Ubicado en la frontera con Perú y Colombia, Tabatinga está un poco más de 630 kilómetros al sur de Venezuela.
El ex presidente también criticó el apoyo de Estados Unidos a la oposición de derecha de Venezuela, que llevó cuatro meses de violentas movilizaciones antigubernamentales encaminadas a derrocar al gobierno de Maduro a principios de este año.
Comparando las fuerzas anti-gubernamentales venezolanas con los rebeldes sirios, Rousseff dijo que Estados Unidos “se ha equivocado con frecuencia con respecto a las oposiciones”.
“(Washington) dice: ‘Son partidarios de la democracia’. Lo han dicho también sobre las fuerzas de oposición en Siria. ¿Y qué ha pasado con esa oposición? Estado islámico que no tiene nada que ver con la democracia“.
Más de un centenar de personas murieron en los disturbios, incluyendo al menos 14 a manos de las fuerzas de seguridad estatales venezolanas y 31 víctimas directas e indirectas de la violencia política de la oposición.
Por último, Rousseff condenó como un “error absurdo” la decisión de los gobiernos de derecha de Argentina y Brasil de suspender indefinidamente a Venezuela del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) por incumplimiento de la cláusula democrática del organismo.
Ella criticó el movimiento como hipócrita, señalando que una medida similar no fue tomada contra Brasil después de su expulsión.
En agosto, el parlamento del MERCOSUR emitió una declaración en la que respaldaba la soberanía venezolana y rechazaba las amenazas de intervención militar del presidente estadounidense Donald Trump.
En ese momento, el ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva también golpeó de nuevo en la Casa Blanca, calificando las amenazas militares estadounidenses de “inadmisibles”.