Unidad especial creada para monitorear ‘actividad sospechosa’ en Twitter y Facebook
por Paul Joseph Watson
Policías de Nueva York.
Más de 1,400 conserjes de Los Ángeles, miembros de United Service Workers West SEIU, protestan el despido por parte de Able Building Maintenance de trabajadores inmigrantes. La empresa despidió a trabajadores cuyo estatus migratorio cuestionan, a pesar de que los trabajadores han estado limpiando los edificios donde trabajan por años.
En protesta, los trabajadores marcharon por el centro de Los Ángeles a la hora de almuerzo, deteniéndose frente a los edificios donde Able tiene un contrato de limpieza, y finalmente se sentaron en una intersección, deteniendo el tráfico.
Los despidos a causa de su estatus migratorio causan un daño irreparable a los empleados y sus comunidades. En Able Building Maintenance y la mayoría de las otras empresas en esta ola de despidos, los trabajadores tienen puestos estables, bien pagados, sindicalizados y apoyan a muchas otras personas en sus familias. Muchos han trabajado en sus puestos por más de una década, y algunos incluso más. Los manifestantes pidieron que Able Maintenance respetara su tiempo en el empleo.
Los conserjes no están trabajando por los bajos salarios que son comunes en los peores lugares de trabajo. Los conserjes sindicalizados ganan más del sueldo mínimo y tienen beneficios médicos y otros. Eso es lo que las personas están tratando de defender – empleos capaces de mantener familias. Esa es la meta de la mayoría de los sindicatos y la mayoría de la gente trabajadora. Los inmigrantes no son distintos.
Los trabajadores indocumentados no le quitaron los empleos a nadie.
Los trabajos en estos edificios pertenecen a los empleados que los realizan. Una revisión de inmigración que condujo a su despido no crea ningún puesto. En vez, empuja a las personas hacia una economía subterránea donde los salarios y condiciones ilegales prevalecen. No mejora los salarios ni las condiciones en el lugar de trabajo. En Able ya hay un sindicato que garantiza cuidado de salud y salarios que permiten mantener una familia.
Estos trabajadores inmigrantes no causaron el desempleo que ataca a millones de familias. No cerraron una sola planta. Las grandes corporaciones lo hicieron. Ellos no causaron la recesión económica ni las ejecuciones hipotecarias en el hogar de nadie. Eso lo hicieron los bancos.
No arrojaron dinero a los bancos mientras no lograban establecer programas de trabajo para los desempleados. Las erradas prioridades de los sucesivos gobiernos son responsables de eso. El dinero gastado en dos guerras y la industria de la defensa solamente podría generar trabajo para todos.
Si a los trabajadores indocumentados se les quita su trabajo, significa desastre económico para muchas personas, mucho más allá de los mismos trabajadores. Empeora el nivel de sueldos y la recesión. Los empleadores y trabajadores pagan los impuestos que mantienen las escuelas locales y los servicios. Los empleadores tienen proveedores cuyos negocios también fueron dañados. Los pagos de los trabajadores inyectan cientos de miles de dólares en las economías locales cada mes, con el apoyo de otras empresas y familias. Todo esto es puesto en peligro con los despidos masivos.
Despedir y aterrorizar a las personas solamente debilita su capacidad para unir y luchar por algo mejor, así como la capacidad del sindicato para representar adecuadamente a la gente. Los salarios bajan cuando los sindicatos son débiles. Eso daña a todos.
Bajo la administración Bush, agentes armados sacaron esposados a los empleados de sus lugares de trabajo. Los despidos por inmigración son menos visibles, pero su impacto es igual de brutal. Si nuestras comunidades abogan por el trato igualitario de todos los residentes, debiéramos tratar a esos trabajadores y sus familias con el mismo respeto y dignidad que todos merecemos.
