[Author]by the El Reportero’s wire services[/Author]
Desde hace casi dos meses, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos está lista para poner a prueba el uso de cámaras de cuerpo en sus agentes en Nuevo México para determinar si están utilizando fuerza excesiva en ciertos casos.
La decisión se produce en respuesta a las críticas así como varias investigaciones y demandas por presuntos abusos cometidos por parte de ellos.
Las pruebas iniciales se llevarán a cabo en la academia de formación de Patrulla Fronteriza en Artesia, Nuevo México.
Esta medida fue aplaudida por la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles), la cual tiene varias demandas pendientes contra la Patrulla Fronteriza por el uso excesivo de la fuerza por parte de sus agentes que, en algunos casos, ha terminado en la muerte de los inmigrantes e incluso de los mexicanos en su propio lado de la frontera, como en el caso de José Elena Rodríguez, quien murió en Nogales, Sonora, en octubre de 2012.
“Si bien se ha demostrado que las cámaras de cuerpo reducen drásticamente el uso excesivo de la fuerza en los incidentes con las autoridades locales, todavía tenemos que ver cómo serán utilizadas por la Patrulla Fronteriza,” dijo el lunes a Efe, James Lyall, un abogado de la ACLU en Tucson, Arizona.
Según Lyall, la Patrulla Fronteriza se comprometió hace más de un año a llevar a cabo un programa piloto con cámaras de cuerpo y es bueno saber que finalmente se están haciendo algunos esfuerzos al respecto.
“In the face of the ongoing refusal of the Border Patrol to (comply with) the law and better practices, it’s too early to say if this move forward will have any impact on the deeply-rooted culture of abuses and impunity,” Lyall added.
But for Guadalupe Guerrero, the mother of Carlos Lamadrid, the young Mexican man who died in March 2011 after being shot by a Border Patrol agent in Douglas, Arizona, this does not change anything.
“En vista de la negativa persistente de la Patrulla Fronteriza para (cumplir con) la ley y mejorar sus prácticas, es demasiado pronto para decir si este paso tendrá algún impacto en la cultura arraigada de los abusos y la impunidad”, añadió Lyall.
Pero esto no cambia nada para Guadalupe Guerrero, la madre de Carlos Lamadrid, el joven Mexicano que murió en marzo de 2011 después de ser baleado por un agente de la Patrulla Fronteriza en Douglas, Arizona.
“Ya se está tomando nota de que son corruptos y, sobre todo, que se mantienen en la impunidad por los 40 (inmigrantes) que han matado pues ninguno (de los agentes) ha puesto un pie en un tribunal. Pero muy pronto todo va a cambiar. El tener estas cámaras – espero – les impedirá matar a cualquier ser humano y ocultar las pruebas, “dijo Guerrero a Efe el lunes.
Mientras tanto, el presidente de la Border Patrol del Consejo Nacional, sindicato que representa a más de 17,000 agentes, dijo que no se oponen a la medida.
“No tenemos miedo, sólo queremos asegurarnos de que estas cámaras no van a ser… utilizadas en contra de los agentes. Lo que nos preocupa es saber cómo se van a utilizar”, dijo a Efe.