por Mary Holland
Global Research
(Este artículo fue anteriormente publicado en febrero de 2015).
En Septiembre 23, 2014, una corte italiana en Milán ganó una compensación para un muchacho por autismo inducido por vacuna. (Vea el documento italiano aquí.) Una vacuna infantil contra seis enfermedades infantiles causó un autismo permanente en el niño y daño cerebral.
Mientras la prensa italiana ha dedicado una atención considerable a esta decisión y sus implicaciones para la salud pública, la prensa estadunidense ha permanecido en silencio.
Programa de indemnización por lesiones vacuna nacional italiana
Como en los Estados Unidos, Italia tiene un programa de indemnización por lesiones vacuna nacional para dar apoyo financiero a aquellos que han sido dañados por vacunas obligatorias y recomendadas. La plantilla de niños italianos recibió tres dosis de Infanrix Hexa, de GlaxoSmithKline, una vacuna hexavalente administrada en el primer año de vida. Estas dosis ocurrieron de marzo a octubre de 2006. La vacuna es para proteger a los niños de polio, difteria, tétano, hepatitis B, la tos ferina y Haemophilus influenza tipo B. Además de estos antígenos, sin embargo, la vacuna contiene timerosal, un preservativo que contiene mercurio, aluminio, un coadyuvante, así como otros ingredientes tóxicos. El niño retrocedió al autismo al poco tiempo de recibir tres dosis.
Cuando los padres presentaron su petición de compensación primero en el Ministerio de Salud, donde les dijeron que se dirigieran, el Ministerio se negó. Más tarde, la familia demandó al Ministerio en un tribunal de jurisdicción general, una opción de no existe en la misma forma en los Estados Unidos.
Decisión de la corte: el mercurio y el aluminio en vacuna causó autismo
Con base en un testimonio médico experto, la corte concluyó que el niño, más propenso que no, sufrió autismo y daño cerebral debido al mercurio y el aluminio neurotóxicos y su particular susceptibilidad a una mutación genética. La corte también hizo notar que Infanrix Hexa contenía timerosal, ahora prohibido en Italia por su neurotoxicidad, “que en gran medida excede el máximo de los niveles recomendados para niños que pesan tan sólo algunos kilogramos”.
El Juez que presidia, Nicola Di Leo, consideró otra pieza de evidencia condenatoria: un reporte confidencial de 1271 páginas de GlaxoSmithKline (disponible en Internet). Este documento industrial provee de amplia evidencia de eventos adversos de la vacuna, incluyendo cuatro casos de autismo conocidos que resultaron de su administración durante sus procesos clínicos.
El gobierno italiano, no los productores de la vacuna, paga por los daños
Como en muchos otros países desarrollados, el gobierno, no la industria, compensa a las familias en el evento de daño de la vacuna. Así, la aparente falta de interés de GSK en los efectos adversos de la vacuna es notable y quizá no es de sorprender.
En la evaluación final, el reporte afirma que:
“[el] perfil de beneficio/riesgo de Infanrix hexa continúa siendo favorable” , a pesar del reconocimiento de GSK de que o la vacuna causa efectos secundarios incluyendo “anaemia haemolytic autoimmune,thrombocytopenia, thrombocytopenic purpura, autoimmune thrombocytopenia, idiopathic thrombocytopenic purpura, haemolytic anemia, cyanosis, nódulo sitio de la inyección, abceso y abceso en sitio de inyección, trastorno de Kawasaki, eventos neurológicos importantes (incluyendo encefalitis y encefalopatía), Henoch-Schonlein purpura, petechiae, purpura, haematochezia, reacciones alérgicas (incluyendo reacciones anaphylacticas y anaphylactoides)”, y muerte.
La decisión de Milán es sobria, informada y razonable. El Ministerio de Salud ha afirmado que ha apelado la decisión de la corte, pero esa apelación puede tomar algunos años, y su resultado es incierto.
Rimini: 2012 – Corte italiana falla que la vacuna MMR causó autismo
Dos años antes, en mayo 23, 2012, el Juez Lucio Ardigo de una corte italiana en Rimini presidió un juicio similar, encontrando que una vacuna diferente, la vacuna contra el Sarampeón-Paperas-Rubeola (MMR, por sus siglas en inglés), había causado autismo a un niño. Como en el caso de Milán, el programa de indemnización del Ministerio de Salud negó la compensación a la familia, pero, tras la presentación de evidencia médica, una corte garantizó la compensación. En ese caso, también, la prensa italiana cubrió la noticia; no así la prensa estadunidense.
En ese caso, un bebé de 15 meses recibió su vacuna de MMR en marzo 26, 2004. Él de inmediato desarrolló problemas de intestino y alimenticios y recibió diagnóstico de autismo con retraso cognitivo en un año. La corte encontró que el niño había “sido dañado con complicaciones irreversibles debido a la vacuna (con MMR trivalente)”. La decisión llegó frente al conocimiento médico convencional de que un MMR-ligado al autismo ha sido “desenmascarado”.
Decisiones de la corte italiana abren nuevos caminos en el debate sobre las vacunas y el autismo
Ambas decisiones de la corte italiana abren nuevos horizontes en el turbio debate sobre las vacunas y el autismo. Estas cortes, como todas las demás, están destinadas a funcionar como tomadores de decisiones imparciales.
Las decisiones de la corte son sorprendentes porque no sólo encuentran una liga causal entre vacuna-autismo, sino que también anulan las decisiones del Ministerio de Salud italiano. Y tomadas en conjunto, las decisiones de la corte encontraron que tanto el MMR como el timoseral hexavalente –y el aluminio– que contiene la vacuna pueden disparar el autismo.
Los fallos de la corte italiana contradicen a corte especial estadunidense
Estas decisiones de la corte contradicen categóricamente las decisiones de la denominada corte de las vacunas de los Estados Unidos, la Corte del Programa Federal de Indemnización y Compensación del Daño. Ahí, de 2007 a 2010, en el Omnibus Autism Proceeding, tres tomadores de decisiones, llamados Maestros Especiales, encontraron que las vacunas no causan autismo en ninguno de los seis casos de prueba, y un Maestro Especial incluso fue más lejos y comparó la teoría del autismo inducido por la vacuna con Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.
Las decisiones de la corte italiana contrastan notoriamente con estos casos estadunidenses basados en peticiones similares.
Sobre la Autora: Mary Holland es investgadora académica y directora del Programa de Graduación de Habilidades Legales en la Escuela de Leyes NYU. Ha publicado artículos sobre leyes y políticas de vacunas, y es coeditora de Vaccine Epidemic: How Corporate Greed, Biased Science and Coercive Government Threaten Our Human Rights, Our Health and Our Children (Skyhorse Publishing, 2012).
