miércoles, diciembre 25, 2024
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Operaciones encubiertas de los medios y el universo alternativo

— George W Bush y Obama nunca han salido de la oscuridad. Bush sería, cuando mucho, copropietario de un equipo de beisbol; y Obama, un hombre recorriendo las calles de Chicago tratando de hacerse un nombre por sí mismo —

por Jon Rappoport

Este artículo se basa en mi experiencia de 30 años de reportero, durante la cual tuve conversaciones privadas con muchos de los principales periodistas y editores. Esto no es especulación. Es como funciona el juego.

La mayoría de las operaciones encubiertas de los medios incluyen la omisión de información. Lo que no se publica es importante. Lo que se publica es encubierto, diversión, distracción, y lugares comunes limitados (la exposición a una verdad parcial y relativamente inocua).

La verdad es, ¿el gobierno de los Estados Unidos ayudó a crear ISIS, y lo financia, lo respalda y lo arma? Esa verdad nunca es revelada. Lo que obtenemos es: Estados Unidos está luchando contra ISIS.

La verdad es, ¿el sistema de salud estadunidense mata a 225,000 personas al año como la maquinaria de un reloj? Lo que obtenemos es: la medicina moderna es un milagro viviente, nuevos avances deslumbrantes están a un paso.

Como lo expliqué en mi más reciente Fade To Black (Fundido a negro) de radio con Jimmy Church, hay un factor potencial de contagio. Si una verdad bloggera enterrada fuera revelada a través de los principales medios, si ésta fuera expuesta, y si los reporteros la machacaran semana tras semana, el público comenzaría a despertar y pensar: bueno, tal parece que hay otras verdades que no están cubriendo los medios.

Por ejemplo, el fluoruro. Si el público supiera que el propio sindicato científico de EPA ha estado atacando al fluoruro desde 1999, etiquetando al químico como causa de cáncer y de disminuir el IQ, lo siguiente sería: ¿existen otros químicos de los que no sabemos nada? ¿Y los pesticidas? ¿Y los fármacos? ¿Y las vacunas? ¿Qué tan nocivos son?

Y, como lo hicieron los principales medios, de hecho, repitiendo ad infintum sobre los pesticidas y exponiendo la verdad sobre su daño, el factor contagio escalaría —y así sucesivamente…

Y si este factor contagio hubiera sido descubierto por la prensa hace veinte años, ahora viviríamos en un mundo diferente.

Un universo alternativo, ni qué decirlo. Las cosas serían inmensamente diferentes. Los golpeadores estarían en la cárcel. Sus procesos serían los mayores espectáculos. La gente tendría una concepción radicalmente diferente del gobierno y de los delitos corporativos.
Los peligros para la vida y la integridad física se habrían presentado a la vista de todos. Las reformas se hubieran realizado, bajo fuerte presión.

En otras palabras, si la prensa hubiera estado realizando su trabajo incesante, a favor de la gente, la vida no sería la misma.
Imagina eso.

Necesitas un poco de imaginación para verlo, para ver lo que podría ser.

Esto no es maldecir o imaginación. Es la cruda realidad.

Permíteme darte otro ejemplo. Cuando se firmó el globalista Tratado de Libre Comercio a mediados de los años noventa, si un editor de los principales medos dijo a un reportero: “Mira, sabemos que esto es la locura. Sabemos que va a destruir los trabajos estadunidenses y socavar una buena parte de la economía de los Estados Unidos, y ustedes hijos de perra van a ir a documentarlo, capítulo por capítulo, en los próximos cinco años, en los pueblos y ciudades, y vamos a publicarlo, pieza por pieza, y lo vamos a poner todo junto para mostrarles a la gente y a sus familias lo que se le está haciendo a su futuro”— Si eso sucediera, otras salidas de medios repararían en ello, también, y Bush, Obama y Clinton serían ahora los parias de primer orden. Serían los Al Capones. Habría ilustraciones de criminales políticos mostradas a todos para que los vean y los recuerden. Y el TLC hubiera sido revocado y la marcha por el triunfo corporativo depredatorio hubiera sido aplastada como un insecto.

Y estaríamos viviendo en un universo alternativo. Los trabajos en Estados Unidos serían abundantes. Los dos Bush y Obama no hubieran emergido nunca fuera de la oscuridad. Bush aún sería parte del equipo de beisbol de Texas y Obama estaría aún recorriendo las calles de Chicago, buscando un nombre para sí mismo como organizador comunitario. Hillary Clinton estaría intentando recaudar limosnas de una fundación que sobreviviría a duras penas, y habría descargado a Bill como un compañero inútil.

“Eres radiactivo, nene. Cierra la puerta cuando salgas”.

Créeme, yo sé por qué la prensa no realiza su trabajo. Yo conozco todas las razones. Pero el punto es que los reporteros fueron originalmente encargados, en una República, de exponer el inevitable exceso de delitos de los políticos y los grandes hombres de negocios.

Y ahora… tenemos el aumento exponencial, en la red, de los reporteros independientes. La inclinación de las noticias ver-visto está cambiando. Toda la empresa está revirtiendo su propósito original.

Aún no es demasiado tarde. Nunca es demasiado tarde. El juego está en marcha. El resultado nunca es un trato hecho.

Hay momentos en que, si así lo deseas, puedes ver, sentir y tocar un presente y un futuro diferente. Lo puedes sentir flotando en el aire, esperando su nacimiento.

Las noticias que el público ve no son noticias. Nunca lo fueron. Pero la incesante repetición hace noticia en las mentes de las personas. No pueden imaginar que pudiera ser otra cosa.

Esa es la ilusión.

Las mentiras, las omisiones, las historias de cobertura, los conductores, el estilo de presentación, los sets en el estudio, la colección de los llamados expertos; todo colabora para producir un efecto en la audiencia; esto son las noticias; ninguna otra cosa lo serían.

La realidad se construye, se mantiene, se financia y se vende.

En verdad, la realidad es un caramelo elástico. Está siempre a punto de convertirse en algo muy diferente. Toma un gran esfuerzo mantenerla en una forma y dejarla allí.

De la época de los primeros presentadores de televisión, hombres como John Daly y Edward Murrow; y regresando mucho más atrás a las noticias del radio, y a las noticias impresas, la clave ha sido: pretendida autoridad.

Los principales medios cultivan empleados que pueden ofrecer autoridad.

Pero esa estrella se está desvaneciendo.

Ahora hay muchas formas para transmitir información. Los reporteros independientes están comenzando a descubrir e imaginar e inventar cómo superar la torre de la falsa autoridad. Cómo pueden ofrecer noticias reales.

Muchos estilos y enfoques novedosos están a la vista –no sólo hablo de innovaciones tecnológicas. Son enfoques personales. Hablo sobre lo que las tocias podrían ser y serán, cuando los individuos —cada vez más— vean que pueden lanzar y proyectar sus propias energías junto con hechos cada vez más profundos. Lanzar sus propias energías, sus propias voces, sus propias reacciones ante mentiras autoritarias, sus propias pasiones, su propio, sí, arte. Porque las noticias son un arte. Son un arte con un hecho. Arte con descubrimiento. Es ilimitado.

Todo esto está en proceso de ocurrir ante nuestros ojos.

El nuevo día no está por venir: está aquí.

El espectáculo de los fenómenos androides está cerrando.

(Jon Rappoport es el autor de tres colecciones explosivas, The Matrix Revealed, Exit From The Matrix, y Power Outside The Matrix.)

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