por Yáshenka Baca
En SF la protesta Occupy SF lucha contra viento y marea para mantenerse. (PHOTO BY OCCUPY SF)
El acceso a una lavandería y a un baño, pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso para la sede de Occupy Wall Street en San Francisco, el movimiento de protesta más grande en Estados Unidos desde los años 60. Los más de 300 residentes permanentes de la plaza Justin Herman, en el distrito financiero de la ciudad, buscan el apoyo de los negocios locales y personas que simpaticen con el movimiento para resolver el problema.
La semana pasada, durante una reunión de la Comisión de Policía, el Jefe de la misma, Greg Suhr, prometió a los manifestantes baños portátiles y estaciones de lavado de manos. Desde entonces, lo único que llegó al campamento fue un aviso con el título “Están sujetos a arresto”. El documento alega que “el Departamento de Salud Pública ha notado a miembros de Occupy SF en condiciones insalubres”, según la policía esto es causa suficiente para arrestarlos.
Así como la sede del movimiento en la ciudad de Nueva York, los manifestates de Occupy SF necesitan el apoyo de los vecinos para mantener la ropa, los suministros y a ellos mismos limpios. La más mínima ofensa podría ser el motivo que las autoridades están esperando para invadir el campamento, desalojarlo y destruir los suministros que encuentren a su paso; como lo hicieron el 16 de octubre durante una incursión en medio de la noche.
A pesar de recibir unas 80 a 100 pequeñas donaciones de alimentos al día, la cocina del recinto se queda corta cuando trata de proveer de agua a todos los residentes. “Tenemos gran necesidad de agua potable y comida caliente”, dijo un manifestante que recibe y distribuye las donaciones que a diario traen personas que apoyan el movimiento.
En su sexta semana, la ocupación sigue creciendo más fuerte que nunca. El apoyo llega de formas muy distintas y de un muy variado grupo de residentes de San Francisco. Desde adolescentes que llegan con donaciones de comida rápida, hasta adultos mayores del Área de la Bahía que llegan para compartir sus conocimientos sobre los problemas que provocó la crisis económica.
Charlie, un joven que El Reportero vio llegar a la plaza Justin Herman, viajó desde Colorado durante más de tres días para unirse al movimiento de protesta en San Francisco. “Estoy aquí para educarme y conocer más sobre el Banco de la Reserva Federal, las corporaciones y los proyectos de ley que intentan aprobar”, dijo a El Reportero. El campamento tiene su propia biblioteca, con una sólida colección de libros que es uno de los principales activos de los ocupantes que desean informarse acerca del sistema.
El día de acción más grande en las próximas semanas es el 5 de noviembre. Los manifestantes piden que antes de esa fecha el público retire todo su dinero de los grandes bancos y lo transfiera a una cooperativa de crédito o a un banco comunitario. El movimiento Occupy SF busca boicotear así a las instituciones financieras más importantes: Bank of America, City Bank, Chase y Wells Fargo. Los protestantes esperan que esta acción afecte el sistema económico de los bancos lo suficiente como hacer escuchar sus voces sobre el tema de codicia corporativa.
Según los ocupantes, los pasos que una persona debe seguir para retirar todo su dinero de los bancos son: primero, abrir una cuenta con una cooperativa de crédito o un banco de comunidad (para encontrar uno cercano vaya a www.findacreditunion.com/). En segundo lugar, transferir los fondos a la cuenta nueva, ya sea en línea o personalmente antes del 5 de noviembre. En tercer lugar, siga los procedimientos de su Banco anterior para cerrar su cuenta.
Quien quiera apoyar a los protestantes de Occupy SF, uno de los cientos de levantamietos en todo el país, puede ir directamente al campamento, el grupo tiene una política de brazos abiertos cuando se trata de dar la bienvenida a los recién llegados. La participación en la Asamblea General está abierta a todos a las 6 p.m., excepto los sábados a las 12 pm. Los visitantes pueden estudiar en la biblioteca o comer algo en la cocina de la protesta. También hay 20 grupos de trabajo y comités en los que la participación es libre. La protesta está situada en la plaza Justin Herman, en el cruce de Market y Embarcadero.
