por Marvin Ramírez
Uno de los segmentos sin mucha protección dentro de la fuerza laboral estadounidense expresó su frustración el viernes el 13 de este mes, para decir a los patrones: No más abusos, no más explotación.
Una masa colorida de gente, compuesta sobre todo de mujeres de grupos étnicos diferentes marchó de la calle 24 y la Misión para luego dirigirse a la calle 26 rumbo a la calle Valencia y volver a la Misión, para terminar la marcha en el Edificio de Mujeres en calle 18.
El motivo de la marcha fue para destacar las victorias legales en que los trabajadores domésticos han ganado cientos de miles de dólares por pagos retrasados por parte de los patrones que se niegan a pagar el salario mínimo y horas extras.
La Alianza de Trabajadores Doméstica Nacional se afilió a cientos de trabajadores de Los Ángeles, el Área de Bahía de San Francisco, Boston, Washington, DC., Miami, Seattle, Chicago, Nueva York y Denver para compartir estrategias, desarrollar una agenda, y marchar por los derechos y la dignidad de los trabajadores domésticos.
Las mujeres inmigrantes que trabajan en las casas de otra gente son sujetas a muchas formas de explotación y abuso. Algunos les niegan días de enfermedad o paga durante horas extras; a menudo los salarios son menos del salario mínimo.
Para objetivos prácticos, dice una declaración escrita, que estas mujeres tienen pocas protecciones legales ejecutables, por lo que algunas se están organizando para apoyar y protegerse el uno al otro.
Un portavoz del sindicato AFL-CIO ofreció apoyo verbal, pero estos trabajadores son fuera del alcance del movimiento laboral – por lo que ellos se están uniendo para aprender a exigir sus derechos y negociar por ellos mismos.
Ellas están estudiando la creación de una Declaración de Derechos de las Trabajadores Domésticas de California y construir un movimiento nacional de trabajadores domésticos.