Del autor: Los cruces de inmigrantes indocumentados desde México han bajado este año en comparación con el año anterior. Por qué?
por Raoul Lowery Contreras
SIGUEN VINIENDO a Estados Unidos – los hombres y mujeres de México rural – para trabajar en los campos de flores, guarderías, plantaciones de aguacate y realizar empleos diversos en todo el país. Algunos dirían que vienen como invasores criminales.
Eso dicen rabiosos grupos anti-inmigrantes, tales como el Centro de Estudios para la Inmigración (CIS), una organización súper-radical John Tanton en Washington.
Hay un estimado de 12 millones (o menos) de indocumentados, la mayoría mexicanos viviendo y trabajando en el país.
“Pronto, sin embargo, menos de ellos vendrán acá a trabajar”. Escribí esas palabras hace una década.
Ver las noticias del domingo validó esa declaración, validada por la Casa Blanca que declara que el número de traspasantes indocumentados solamente en Arizona cayó 20 por ciento respecto de hace un año. En los últimos tres años, muchos expertos declararon que la caída estaba cerca al 30 por ciento. Independientemente, menos inmigrantes indocumentados están viniendo a EE.UU. de México.
Es debido al mayor control de la frontera o a los Agentes de Patrulla de Frontera? O es la histeria oficial sobre la legislatura de Arizona con su controvertida y probablemente inconstitucional ley de mano dura contra los indocumentados, SB 1070?
No. En la columna que escribí en 2000, declaré, “La cantidad de inmigrantes mexicanos dispuestos a Estados Unidos se reducirá en los próximos años. Dentro de una década, el número de mexicanos indocumentados que ingresarán a Estados Unidos se reducirá al punto de poner en peligro la producción de alimentos”. Una década más tarde, los traspasos ilegales de frontera han caído dramáticamente.
Razones: Tasas de nacimiento y fertilidad. Según el New York Times y el CIA World Fact Book, la tasa de natalidad para las mujeres mexicanas era de 7 hijos en 1965. Esa tasa cayó a 2.5 en 1999 y a un estimado de 2.31 en 2010. (Aparte: El CIS “estima” que las mujeres inmigrantes mexicanas – legales e ilegales- en EE.UU. tienen una tasa de natalidad de 3.5, un tercio más alto que la población general norteamericana. El CIS camufla su base anti-inmigrante por la existencia, por lo tanto sus “estimaciones” son cuestionables).
Resultados, muchos agricultores norteamericanos en el Oeste y en el Sudoeste se quejan de que no hay suficientes trabajadores para realizar las cosechas y que éstas se pudren en los campos.
La estable caída puede atribuirse a la reducción de las tasas de natalidad, muy pocas otras cosas cuentan.
Ciudad de México con sus millones urbanos lideraron el camino en los menores nacimientos. La tasa de natalidad que se reduce en Ciudad de México pasó a las áreas rurales que por largo tiempo han aportado con los hombres jóvenes que emigraron a El Norte. Esto es el resultado de un programa de 30 años de control de natalidad impuesto en los pueblos rurales por el gobierno mexicano.
A pesar de una ligera oposición de la Iglesia Católica, los gobiernos del PAN de Vicente Fox y Felipe Calderón persistieron en promover este programa, y el país pronto recogerá las recompensas de doble punta de una tasa de natalidad que cae. Las mujeres mexicanas que tradicionalmente no han trabajado fuera de casa han ingresado a la fuerza laboral, que también contribuye en una caída en las tasas nacionales de fertilidad.
Mientras la economía de México crece y se moderniza, se crean más empleos reales. Este crecimiento absorbe teóricamente a los agricultores que han sido desplazados por maíz norteamericano más barato, un maíz barato que reemplaza la pequeña agricultura del maíz ineficiente y que pierde dinero que ha dominado a México por décadas. Los consumidores mexicanos se benefician de maíz más barato a pesar de las quejas de personas anti- Nafta de que el acuerdo está “destruyendo” la agricultura tradicional.
Mientras el número de jóvenes, especialmente de jóvenes rurales se reduce, se puede producir una situación sin precedentes: México tendrá más empleos que personas para que trabajen. Como consecuencia, los salarios aumentarán.
Por lo tanto, mientras la promesa del NAFTA se vuelve realidad en México, los mexicanos tendrán todos los empleos que pueden llenar en México pronto. No tendrán que venire en búsqueda de un trabajo para subsistir. Al menos, ésa es la teoría.
Cuándo? El fenómeno en realidad comenzó hace cinco años y sigue para el futuro.
El demógrafo mexicano Agustín Escobar dijo en 2000 que por 15 años, el número de mexicanos enedad laboral que entren a la fuerza de trabajo ha permanecido estable. “Necesitamos la emigración para ayudar a nuestra gente a encontrar trabajo”, dijo. “Pero ahora podemos ver que el futuro va a ser bien diferente de lo que vimos en los 1980s y 1990s”.
Escribí en 2000, “Escobar piensa que para 2010 el número de mexicanos emigrantes a Estados Unidos caerá en tal medida que pondrá problemas para la economía de EE.UU. – específicamente para la economía agrícola de California”. Qué perceptivo – porque eso es exactamente lo que ha ocurrido.
Los grupos dueños de granjas creen que el porcentaje de indocumentados en la fuerza laboral agrícola puede llegar hasta 80 por ciento. California depende de la fuerza laboral ilegalinmigrante para realizar casi todas las cosechas en las tierras agrícolas más productivas del país. Si los inmigrantes indocumentados de México no están ahí para recoger las cosechas, quién lo hará?
Ahora sabemos dos cosas:
(1) un menor número de
hombres mexicanos vendrá
al norte mientras se reduce
su población objetiva;
(2) mientras se achica el
mercado laboral mexicano
debido a menores tasas
de natalidad, los salarios
mexicanos aumentarán bloqueando
la necesidad de que
hombres trabajadores mexicanos
vengan a EE.UU.
Eso está ocurriendo hoy. Prueba: Menos mexicanos que vienen ilegalmente a EE.UU, una tendencia que comenzó mucho antes de que Arizona siquiera pensara en su tristemente célebre ley SB 1070.
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