por Marvin J. Ramirez
Esta semana, el Procurador General del estado de California Edmund G. Brown Jr., le envió una carta a los congresistas solicitándoles que incluyeran lenguaje en cualquier salvataje automotriz que autorice a dicho estado y a otros a que implementen y hagan cumplir los estándares en materia de emisión de gases con efecto invernadero.
El requisito en el estado de California sería del 30 por ciento de reducción para el año 2016 en todos aquellos vehículos motorizados, si bien la industria automotriz se opuso, según mencionan allegados al Procurador General.
Al escribirles al Presidente de la Cámara Baja Harry Reid y a otros congresistas, el señor Brown suplicó que California esté autorizada a implementar y hacer cumplir los estándares en materia de emisión de gases, “motivo por el cual durante 40 años ha tenido la autoridad de fijar estándares más estrictos que los del gobierno federal”.
No obstante, Brown no está queriendo decir que cuantas más normas hayan, más dinero se quitará a los conductores cuando se acerquen al departamento de vehículos motorizados (DMV, por sus siglas en inglés) para registrar sus automotores, tratando de sacarles más dinero, dinero que se necesita con urgencia para asuntos médicos, vestimenta y gastos hipotecarios.
Cada norma y las miles de leyes que se aprueban cada año, como así también aquellas que comenzarán a regir a partir del mes de enero, no sirven para liberar a la gente del yugo estadual. Simplemente los sigue oprimiendo.
La norma o autorización que solicita el señor Brown, básicamente influenciará en la lucrativa moda pasajera ecologista, mientras el estado sigue beneficiándose de los ingresos del impuesto a la gasolina, debido a que los vehículos no tienen la obligación de ser híbridos. ¿Por qué?
¿Cuántos vehículos a gasolina se fabricarán de aquí al año 2016? Si no le ponemos un freno en este momento para que inmovilicen la producción de vehículos a gasolina, lo que Brown está intentando solicitar son bobadas.
El estado no está trabajando para la gente, mejor dicho, la gente está trabajando para el estado y de esa manera es que nos siguen manteniendo. Por ende, es hora de despertarse y darse cuenta que no es el estado el que trabaja para nosotros.
Nos ayudan a independizarnos en materia automotriz, pero en realidad nos quieren seguir sacando impuestos en todo, con el slogan que nos viene lavando el cerebro que “es por nuestro propio bien”. Ayudan a levantar ciudades no aptas para peatones ni para ciclistas, nos envían al centro de compras más lejano a los cuales no se puede acceder si no es por medio de un vehículo y nos ponen todos los obstáculos habidos y por haber para que caigamos en la trampa y tienen a todos los ayudantes del sheriff escondidos detrás de los arbustos que nos terminan de quitar todo el dinero alegando
violaciones estaduales.
Por qué no escuchamos la solicitud al Congreso que exige que todos los autos fabricados para el 2011 sean híbridos y que fabriquen un dispositivo que se adapte a los coches actuales para que anden a agua o aire, cosa que ya circula no ofi cialmente entre algunos conductores.
Han visto los comerciales en línea que dicen: “descubra la manera de convertir su coche o camioneta para que usen agua y gasolina para duplicar o hasta triplicar sus millas”.
La gente ha usado convertidores de agua a gasolina en vehículos por más de 4 años. Se trata de tecnología demostrada, según información publicada en Internet, y hay alguien que conozco que lo usa.
Con un simple dispositivo, se puede usar la electricidad de su batería para separar agua (H2O) en gasolina conocido como HHO. (Hidrógeno, hidrogeno, oxígeno).
Creo que todo esto sería más beneficial para todos nosotros si Brown insiste que todos los vehículos vengan con ese dispositivo adaptable en vez de imponer una norma que le cause mayor gasto a la industria automotriz y que hará que nosotros, los consumidores, paguEemos. ste asunto no solamente mejoraría la situación financiera del conductor sino que también ayudaría al medio ambiente.