Para ahorrar más de $5 mil millones, el gobernador quiere frenar nuevos registros y cobrar primas mensuales. Legisladores demócratas rechazan la idea.
por Kristen Hwang y Ana B. Ibarra
Un año después de ampliar Medi-Cal a todos los inmigrantes de bajos ingresos sin estatus legal, el gobernador Gavin Newsom propuso congelar nuevas inscripciones y cobrar primas mensuales, una medida que busca ahorrar más de $5 mil millones al estado.
El plan presupuestario de Newsom establece que, a partir de 2026, Medi-Cal —el seguro público para personas de bajos ingresos y con discapacidad— ya no aceptará nuevos adultos indocumentados de 19 años o más. Quienes ya estén inscritos, alrededor de 1.6 millones de personas, conservarán su cobertura. Los niños seguirán siendo elegibles. Además, todos los inmigrantes indocumentados conservarían el acceso a atención médica de emergencia y atención prenatal, servicios financiados por el gobierno federal.
Sin embargo, aquellos que no se inscriban antes de enero de 2026 no tendrían acceso a servicios médicos regulares como consultas o medicamentos recetados.
La propuesta requiere la aprobación de la Legislatura estatal. Hasta ahora, los legisladores demócratas —particularmente los del Caucus Legislativo Latino— han mostrado una fuerte oposición.
“Estoy completamente en contra de lo que se está proponiendo, ya que reformaría Medi-Cal de una manera que excluye a trabajadores californianos”, dijo la senadora Lena González, demócrata de Long Beach y copresidenta del caucus latino. “Entendemos que hay que hacer ajustes presupuestarios, pero esta no debería ser la vía”.
Además de congelar inscripciones, Newsom propone que, a partir de 2027, los adultos con «estatus migratorio insatisfactorio» paguen una prima mensual de $100. Esto incluiría a personas con ciertos permisos legales pero que no califican para Medicaid federal. La oficina del gobernador señala que esta prima es inferior al promedio subsidiado en Covered California.
La propuesta ha provocado indignación entre defensores de la salud. Amanda McAllister-Wallner, directora ejecutiva de Health Access California, la calificó como una traición al compromiso del gobernador con la salud universal. “Estas medidas son imprudentes e inconscientes. Es un abandono de su legado”, dijo en un comunicado.
Newsom también propuso eliminar la cobertura de cuidados a largo plazo y servicios dentales completos para adultos inmigrantes a partir de 2026, aunque se mantendrían los servicios dentales de emergencia. Asimismo, las clínicas que atienden a esta población ya no recibirían pagos anticipados del estado; en su lugar, se les reembolsaría después de prestar los servicios.
Con estas medidas, el estado ahorraría otros $2.4 mil millones adicionales para el año fiscal 2028-29, según la oficina del gobernador. En total, el paquete de recortes podría alcanzar $7.8 mil millones en ahorros durante los próximos años.
Newsom argumenta que estas decisiones difíciles son necesarias ante una caída de $16 mil millones en ingresos fiscales proyectados y un déficit de $12 mil millones. Parte de la disminución se atribuye a aranceles impuestos por la administración Trump, pero Medi-Cal ya enfrentaba desafíos financieros debido al aumento de costos y afiliaciones.
En marzo, la administración reportó un déficit de $6.2 mil millones en Medi-Cal, lo que obligó a asignar fondos adicionales para pagar a proveedores hasta junio. Según el Departamento de Servicios de Atención Médica del estado, se gastaron $2.7 mil millones más de lo previsto para cubrir a inmigrantes sin estatus legal. En total, el estado destina aproximadamente $8.5 mil millones al año del fondo general para esta población.
Republicanos como el senador Roger Niello de Roseville ven los recortes como una corrección necesaria. “Nos comprometimos a gastar en algo que no podíamos costear”, dijo. “Este programa comenzó en una época de bonanza presupuestaria y se expandió más allá de lo razonable”.
Newsom, sin embargo, defendió su plan diciendo que no eliminará la cobertura existente. “No estamos eliminando ni recortando a quienes ya están inscritos. Solo estamos poniendo un límite”, afirmó. “Ningún estado ha hecho más que California, y ningún estado seguirá haciendo más que nosotros”.
La propuesta llega mientras el Congreso discute recortes al programa federal Medicaid. Uno de los planes penalizaría a los estados que cubren a inmigrantes indocumentados, reduciendo su financiamiento federal para la expansión del programa. Según el Center on Budget and Policy Priorities, eso podría costarle a California $3.2 mil millones en el primer año.
A pesar de la resistencia, Newsom insiste en que el estado sigue comprometido con los inmigrantes. “Tenemos que tomar decisiones difíciles, pero seguimos siendo líderes en protección a nuestras comunidades inmigrantes”, concluyó.
— Jeanne Kuang, reportera de CalMatters, contribuyó a este reportaje.
Corrección: Esta nota fue actualizada el 14 de mayo para corregir una cifra errónea del déficit estatal.