La indígena fue liberada por falta de pruebas
por Diario de Noticias de México
25 de mayo de 2022 – Un migrante indígena guatemalteco que estuvo preso en México durante más de siete años sin juicio fue liberado el pasado fin de semana.
Juana Alonzo Santizo, una mujer maya chuj, fue encarcelada en 2014 luego de ser arrestada en Reynosa, Tamaulipas, por cargos de secuestro.
Un tribunal ordenó su liberación inmediata el sábado pasado y el domingo regresó a Guatemala.
Netzaí Sandoval, jefe de la oficina federal de defensores públicos de México, dijo que la corte encontró que no había pruebas consistentes contra Alonzo, quien salió de la ciudad guatemalteca de San Mateo Ixtatán en 2014 para migrar a Estados Unidos en busca de trabajo.
Sandoval, cuya oficina defendió a Alonzo, dijo que los cargos que enfrentó no fueron traducidos a su lengua materna, el chuj, hasta este año. La mujer de 35 años no hablaba español cuando fue detenida, pero aprendió el idioma durante su larga estadía en prisión preventiva.
Sandoval también dijo que Alonzo fue torturado y obligado a firmar una confesión que no entendió.
Su liberación se da luego de una campaña por su libertad que fue apoyada por su familia, su comunidad en Guatemala, grupos mexicanos e internacionales y el presidente López Obrador. La Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas finalmente retiró los cargos en su contra.
La organización de derechos humanos Centro Prodh, una de las agrupaciones que apoyó la campaña “Libertad para Juanita”, dijo que el trabajo de los medios de comunicación al documentar el caso y al hacerlo “poner rostro a esta historia de injusticia” jugó un papel importante en obtener justicia para Alonso.
También dijo que Naciones Unidas jugó un papel importante al confirmar “los abusos cometidos contra esta honorable mujer indígena y migrante”.
Los abusos contra los migrantes que viajan por México son comunes, con autoridades y organizaciones criminales entre los perpetradores. Pero los migrantes tienen muchas más probabilidades de enfrentar la deportación que el encarcelamiento durante años por cargos fabricados.
Sandoval calificó el caso de Alonzo como “totalmente aberrante”, afirmando que sus derechos fueron violados por ser mujer, indígena, migrante, pobre y no saber español.
The Associated Press informó que una emocionada Alonzo fue recibida en el aeropuerto de la Ciudad de Guatemala por su familia el domingo pasado. Después de colapsar en los brazos de su padre y su tío, se cambió a ropa tradicional maya chuj, dijo AP.
“Es fácil ir a prisión, pero es difícil salir de ella”, dijo Alonzo en un español vacilante.
“Su delito fue no poder hablar español”, dijo su tío, Pedro Alonzo. “¿Quién va a pagar esa cicatriz?”
Hay miles de personas en las cárceles de México que nunca han sido condenadas por un delito. Las estadísticas oficiales muestran que más del 40 por ciento de la población carcelaria está compuesta por personas que no han sido condenadas ni sentenciadas.
Una persona decidida a poner fin a la práctica común de encarcelar a las personas durante meses o años antes de que sean juzgadas es el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Arturo Zaldívar, quien dijo a principios de este mes que ha habido un “abuso” de la prisión preventiva en México.
Con informes de AP