por Marvin Ramírez
Marvin Ramírez
La avalancha de destrucción de la crisis de déficit de presupuesto está haciendo de las suyas, mientras muchos programas esenciales serán eliminados pronto de San Francisco. La actual recesión y la depresión de mañana ahora se están sintiendo.
Sin embargo, a pesar de la prognosis, la comunidad activista no está detenida esperando que esto ocurra. Docenas de personas de distintas organizaciones se reunieron en el Plaza del Centro Cívico el jueves 11 de diciembre para exponer los daños que los recortes propuestos por el alcalde de San Francisco Gavin Newsom, ocasionarán en los sectores más vulnerables de la comunidad.
Para cada de los programas en los que se están enfocando, los organizadores realizaron un funeral simbólico en el césped de la Plaza.
Una carta abierta para el alcalde y una lista de alternativas a los recortes fue entregada por la Coalición de los Sin Casa, que realizó una procesión y caminaron hacia la oficina del alcalde ése día.
El Departamento de Salud de San Francisco está proponiendo recortes por $17 millones para servicios críticos, mientras el personal nuevo de la Oficina del Alcalde está excluido de los recortes, según un comunicado de la coalición.
La coalición sostiene que el alcalde está utilizando su poder para detener el gasto en un momento de estrecheces presupuestarias, eligiendo excluir las prioridades propuestas por la Junta de Supervisores durante el verano.
“El alcalde debe poner los frenos antes de que atropelle a los frágiles miembros comunitarios con su recorte de presupuesto de mediados de año”, dijo James Chionsini de Planning for Elders in the Central City.
Muchos en los refugios de desamparados son residentes nuevos en esos centros, y muchos son rechazados por falta de espacio.
“Hoy estamos pidiendo ir más allá. Hemos identificado más de $61 millones en recortes alternativos a la ciudad… que no costarán vidas”, escribió Jennifer Friedenbach, directora ejecutiva de la Coalición de los Sin Casa en San Francisco.
La crisis financiera que estamos presenciando está por todas partes, por todas partes. Y me refiero por todas partes, a nivel estatal, nacional y mundial. Y la situación no va a ser mejor, tal como admitió el Presidente electo Barack Hussein Obama.
Y si alguien sabe, el gobierno no tiene dinero, no lo tiene desde la Gran Depresión en 1933, cuando el dinero – la unidad de medida del oro y plata – fue sacado de circulación por el Congreso y reemplazado con un medio de intercambio llamado Notas de la Reserva Federal (el dólar), que no es dinero real y que no tiene valor real, ya que no puede ser intercambiado por oro ni plata.
Esta moneda falsa ha estado usándose por unos 85 años para el intercambio y lo que nuestro gobierno ha estado pidiendo prestado desde la Depresión en los 1930s, está a punto de ver sus últimos días. ¿Cómo sé esto? Porque leo noticias alternativas en el internet.
La propuesta de presupuesto fiscal que nuestro gobierno entrega cada año tiene el objetivo de pedir prestado del banco privado llamado Banco de la Reserva Federal.
Y adivine cómo nuestro querido gobierno promete pagar. Contando con la cooperación forzada de nuestros hermanos y hermanas, aumentando sus multas de estacionamiento, violaciones de tráfico, confiscación de autos de los indocumentados por no contar con una licencia de conducir, usando al departamento de policía como recolectores.
Entonces todos los trillones y más en planes de salvación (bailout) que los federales están instituyendo para los bancos privados, adivine a quién se les van a cobrar. A nosotros, el pueblo.
¿Puede ver el panorama?
No hay forma que nosotros el pueblo paguemos por todo eso. No la ciudad de San Francisco, ni el estado de California van a lograr pasarnos la cuenta porque nosotros tampoco tenemos dinero. Incluso si aumentan los cobros de los parquímetros a $100 por cada vez que éste expira, o a $500 cuando no se detiene completamente en una señal de alto y así sucesivamente. Tal vez el gobierno debiera desde ya confiscar nuestro salario y darnos un estipendio para nuestros gastos privados y mantener el resto para el estado como préstamo.
Si la situación continúa, el gobierno tendrá que declararse en quiebra, tal como otros estados en Estados Unidos y otros países ya lo han hecho. Entonces no importa cuantas protestas o falsos funerales se realicen en el país, no ayudará a revivir esos servicios.
Recemos por que los banqueros, que son los responsables de este fiasco financiero, y quienes están en proceso de realizar una ejecución hipotecaria (foreclosure) en el país y el resto del mundo, no nos maten con su ejército, en un esfuerzo para ‘reducir la población’ porque lo peor está por venir.
Pero por favor, no entre en pánico. Sigan comprando y vendiendo en su vencindario local, para que podamos mantener el dinero a nivel local y así ayudarnos los unos a los otros en la comunidad. ¡Ah! pero continúen almacenando comida, pues la van a necesitar.
