por el Dr. David Jockers
Las plantas han tenido que evolucionar a través de diversos factores de estrés ambientales y han desarrollado sistemas muy sofisticados para protegerse de los depredadores y los otros elementos. Estos sistemas complejos ofrecen a los humanos ventajas de supervivencia únicas a través de la reducción del estrés oxidativo y la mejora de la coordinación del sistema inmunológico. Los Hongos y cebollas están llenos de polisacáridos y fitonutrientes que aumentan la inmunidad.
La naturaleza proporciona una increíble variedad de recursos para mejorar nuestra salud y aumentar nuestra inmunidad. Los Hongos y cebollas son una combinación sabrosa en un platillo y contienen una gran variedad de fitoquímicos que tienen un profundo impacto en la fisiología humana.
Champiñones:
Los champiñones son un tipo de hongo que disfrutan las personas de todo el mundo y son reconocidos por sus beneficios nutricionales. Estos se han utilizado en tónicos, sopas, tés, alimentos preparados y fórmulas a base de hierbas para promover la salud y la longevidad. En los últimos años, los científicos han estudiado los beneficios medicinales de los champiñones en el sistema inmunológico.
Hay miles de diferentes tipos de champiñones, con un pequeño porcentaje de ser venenosos si se consumen. La mayoría de estos hongos son comestibles, incluyendo champiñones blancos, colmenillas, trufas, portabellas, rebozuelos, shiitake, maitake, agaricus, reishi, ostras y enoki. Mientras que todos estos hongos tienen beneficios nutricionales, algunos son mucho más densos y únicos en los compuestos estimulantes del sistema inmunológico.
Los nutrientes más comunes encontrados en la mayoría de los hongos incluyen tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina (B3), ácido fólico (B9), fósforo, hierro, ácido pantoténico (B5), zinc, potasio, cobre, magnesio, piridoxina (B6), zinc, potasio, cobre y selenio. Todos los hongos comestibles son saludables para el cuerpo, pero algunos contienen altos niveles de beta-glucanos que son una extraordinaria molécula que los científicos están empezando a comprender.
Hongos Maitake:
Maitake significa “hongo baile” en japonés, pues se dice que la gente bailaba de alegría cuando se enteraron de estos hongos. Estaban bailando porque estos hongos valían su peso en plata por sus propiedades curativas. Se ha encontrado que los Maitake contienen altos niveles de la inmuno-modulador molécula de beta-1,6-D-glucano.
Hongo Agaricus blazei:
Este hongo comúnmente se conoce como el hongo ABM, se cultiva en la selva tropical de Brasil y es apodado “El Hongo de Dios.” Los estudios han revelado que el hongo ABM tiene la mayor densidad de beta-glucano en el mundo. Cuando se les integró a las personas ABM en su dieta, notaron un aumento de 3.000% en las células NK en la sangre entre de 2-4 días.
Hongo Reishi:
El Reishi es rico en beta-1,3-D-glucano, que aumenta los macrófagos, células T y la actividad cytokinetic. El Reishi es especialmente bueno en el aumento de la producción de las citosinas tumorales de inhibición de IL-1 y IL-2. El Reishi contiene potentes analgésicos, anti-inflamatorio, anti-oxidante y anti-microbiana para afecciones del cuerpo.
Cebolla roja:
Cebollas rojas obtienen su mordedura por los muchos grupos de azufre que contienen. Estos grupos de azufre ayudan a producir cisteína dentro del cuerpo que ayuda en la pérdida de peso y la desintoxicación. Otras investigaciones han demostrado que los compuestos de azufre tienen una fuerte capacidad antioxidante que inhibe la aglutinación de células sanguíneas.
Las Cebollas rojas también son una fuente rica de quercetina antioxidante de flavonoides y la antocianina antioxidante polifenol. Estos antioxidantes previenen la oxidación de los ácidos grasos celulares y de la dieta. Son muy potentes eliminadores de radicales libres que neutralizan el crecimiento de células de cáncer y reducen dramáticamente la inflamación de todo el cuerpo.
Cocer a fuego lento la cebolla en una sopa o caldo dañará algunas de las antocianinas, pero no la quercetina. La quercetina se mantiene en la sopa o caldo. Cuanto menor sea el calor, más nutrientes se encuentran en esta. Los estudios han demostrado que el consumo de seis y cincuenta y seis porciones de cebollas rojas cada semana (es equivalente a aproximadamente de dos a tres cebollas) se ha asociado con mayores beneficio en l a reducción de riesgo de cáncer.