por Soraya Schwartz
Tras una reunión el 5 de marzo en la Casa Blanca de algunos de los 150 accionistas más importantes en la promesa del Presidente Obama de un paquete de reforma nacional de salud, se ha lanzado una serie de cumbres, comenzando en Dearborn, Mich. Durante abril, foros adicionales están programados en California, Iowa, Carolina del Norte y Vermont.
El Presidente Obama detalló el proceso y lideró la discusión en la sesión de la Casa Blanca, donde participó media docena de defensores hispanos de la reforma de salud.
El presidente dijo que espera que el Congreso complete la legislación de salud antes de que termine 2009.
Los gobernadores Jennifer Granholm de Michigan y Jim Doyle de Wisconsin estuvieron invitados a moderar la sesión del 12 de marzo en Dearborn, la que reunió a un grupo diverso para que presentara sus preocupaciones e ideas. El día comenzó con un mensaje de video del presidente e informes resumen sobre la interacción de la Casa Blanca la semana anterior y las reuniones comunitarias que se realizaron en diciembre.
Melody Barnes, directora del concejo de política interna de la Casa Blanca, representó a la administración Obama. También participaron en la primera reunión regional doctores, pacientes, aseguradores, expertos en política y proveedores de salud, así como representantes de los dos partidos políticos principales.
Entre quienes contribuyeron con ideas en el evento que duró todo un día en la Casa Blanca, estaba la presidenta de National Alliance for Hispanic Health, Jane Delgado, la líder fundadora de National Hispanic Medical Association, Elena Rios, la presidenta del Concejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, el director ejecutivo de League of United Latin American Citizens, Brent Wilkes y el Rep. de EE.UU. Xavier Becerra (D-Calif.).
El Presidente Obama fijó la agenda: “Ya no podemos hablar si es que tendremos reforma a la salud, sino cómo tendremos una reforma efectiva y cómo lo haremos”.
Los asistentes, entre ellos numerosos miembros Demócratas y Republicanos del Congreso, así como defensores que representan al electorado tanto empresarial como laboral, fueron divididos en grupos de trabajo para discutir los elementos esenciales que debiera contener el proyecto.
Rios y Delgado compartieron sus visiones con Weekly Report.
Delgado comentó sobre un importante cambio sobre cómo la nación mirará a la salud en el futuro. “El Presidente ya está claro. Ha dicho que esto es el primer pago. Obtendremos lo más posible, pero estamos avanzando en la dirección correcta. Y nunca hemos tenido un tal momento”.
LA REFORMA DEL ‘93 ESTABA DESTINADA A LA ENFERMEDAD Rios enfatizó, “Todos querían trabajar juntos y tenían grandes ideas. Soy optimista”. Agregó el recordatorio: “La demografía de nuestro país está cambiando. Necesitamos un proyecto que responda a todos los norteamericanos”.
La contribución de Becerra en su session es que es clave asegurar protección para los inmigrantes indocumentados de la nación en cualquier plan.
Rios notó una diferencia clave entre 2009 y 1993, cuando la administración Clinton lanzó su esfuerzo de reforma a la salud, destinada a la enfermedad. Mientras hoy la nación tiene una población no blanca más grande y que sigue creciendo, en 1993 los hispanos y otras personas de color estaban marginados.
Ahora son vistos como parte del tejido de Estados Unidos y la espina dorsal de la economía.
NHMA está listo para trabajar con la Casa Blanca y los líderes del Congreso “para hacer que le nueva legislación responda más a las necesidades de nuestra comunidad”, dijo Rios.
Un cuidado de la salud abordable dentro de la ciudad, en el campo y la frontera será vital para brindar accesibilidad a los hispanos y otras personas de color, citó, destacando la necesidad de más intérpretes, servicios de idiomas, programas de alcance cultural y tecnología de información de salud.
La Casa Blanca emitió una invitación al public general para unirse la discusión, comunicando sus intereses a: www.HealthReform.gov. Hispanic Link.
(Micah Muscolino contribuyó con el reporteo y redacción de este artículo).