por el personal de El Reportero
Los distritos escolares de California están tomando medidas para tranquilizar a los padres y estudiantes ante la posibilidad de redadas de inmigración en los campus. La administración Trump ha dejado abierta la posibilidad de que las autoridades de inmigración actúen en lugares sensibles como las escuelas, lo que ha generado ansiedad en muchas familias, especialmente aquellas con miembros indocumentados.
En California, uno de cada diez niños tiene al menos un padre indocumentado. La preocupación es mayor en comunidades cercanas a la frontera con México, como el Distrito Escolar Unificado Desert Sands. Laura Fisher, superintendente asistente de servicios estudiantiles, afirmó que, aunque las escuelas deben cumplir con citaciones judiciales, la seguridad de los estudiantes es prioritaria.
«Pediremos credenciales, información de contacto y documentos que justifiquen su presencia antes de permitir cualquier acción», explicó Fisher.
Desert Sands envió una carta a los padres detallando protocolos para proteger la confidencialidad de los estudiantes si agentes de inmigración llegan al campus. También aseguró que el distrito minimizará interrupciones y ofrecerá apoyo psicológico si es necesario. Hasta ahora, no ha habido una disminución significativa en la asistencia escolar, pero la incertidumbre persiste.
Luis Valentino, exsuperintendente del Distrito Escolar Unificado del Valle de Coachella, advirtió sobre el impacto de estas políticas en las escuelas. «El miedo creado será difícil de revertir. El estrés en los estudiantes y las comunidades podría ser irreparable», señaló.
En Los Ángeles, el Distrito Escolar Unificado ha reforzado su compromiso de proteger a los estudiantes de posibles operativos de ICE. En 2017, el distrito declaró sus escuelas como “zonas seguras” y capacitó a su personal para manejar situaciones de esta índole. Otras regiones han seguido su ejemplo, estableciendo medidas similares.
Aunque ICE ha declarado que no suele operar en escuelas salvo en circunstancias excepcionales, muchos distritos permanecen en alerta. En respuesta, han reforzado medidas para evitar que su presencia genere temor en los campus.
El superintendente del Distrito Escolar Unificado de San Francisco, Matt Wayne, reiteró que las escuelas deben ser refugios seguros para los estudiantes, sin importar su estatus migratorio. “Nuestra responsabilidad es asegurar que los niños puedan aprender sin miedo a que sus familias sean separadas”, afirmó.
Padres y defensores de los derechos de los inmigrantes han instado a las escuelas a mantenerse firmes en su protección a los estudiantes. En varias comunidades, se han realizado reuniones informativas para asesorar a las familias sobre sus derechos y cómo reaccionar ante una posible redada.
Ante esta situación, los distritos escolares de California continúan abogando por políticas que garanticen un entorno seguro y solidario para todos los estudiantes, sin importar su estatus migratorio.
– Con informes de Public News Service.