viernes, diciembre 27, 2024
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Las marchas mantienen un resquicio de esperanza para la reforma migratoria

by Rosalba Ruíz

­Declarada ya muerta  este año por el presidente Obama y miembros claves del Congreso, sin embargo la legislación migratoria sigue viva dentro del alma y en las suelas de los zapatos de millones de hispanos y otros defensores de la reforma.

Decenas de miles de manifestantes marcharon por todo el país el primero de mayo para instar una vez más al gobierno federal que implemente la reforma de las leyes migratorias nacionales. La promulgación el 23 de abril de una ley estatal en Arizona, la cual se condena ampliamente por estar en contra de los inmigrantes, ayudó a nutrir la participación.

Llegaron manifestantes a más de 70 eventos del Día del Trabajo Internacional dispersados por 30 estados. Incluidos entre estos estaban las importantes manifestaciones en Los Ángeles, con unos 50.000 participantes, y miles más en lugares como Dallas, Chicago y Milwaukee.

En Washington, D.C., participaron miles en las protestas que culminaron en el parque Lafayette frente a la Casa Blanca. Fue allí que el congresista Luis Gutiérrez (demócrata por Illinois) y 34 personas más resultaron detenidos por participar en una estrategia de mantenerse sentados en la acera frente a la Casa Blanca.

“Por mí, yo sé que voy a seguir presionando a la Casa Blanca, al liderazgo de mi partido, a los miembros del otro lado del corredor. Tenemos que aprobar un proyecto de ley este año”, dijo Gutiérrez el 29 de abril, en respuesta a un esbozo de legislación de reforma migratoria presentado ese día por un grupo de demócratas del Senado, entre ellos presidente del Senado Harry Reid de Nevada y el senador Chuck Schumer de Nueva York.

Esta última propuesta de los demócratas es una indicación que el debate se ha virado hacia la derecha, concluyó un análisis publicado en el Washington Post.

El proyecto de ley enfatiza el asegurar más la frontera antes de tomar pasos hacia la legalización de muchos de los 11 a 12 millones de inmigrantes sin documentos que se calcula están viviendo en el país. Los analistas le dijeron al Washington Post que la transformación del debate destaca cómo, en la lucha entre los que quieren aumentar la ejecución de la ley y los que apoyan la legalización, parece que están ganando los primeros.

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, una organización a favor de la reforma migratoria, indica que si bien la última propuesta, si bien pesa más la ejecución de la ley, también aborda el tema de qué hacer con los que no tienen estado legal. Así no sea “perfecto” el proyecto de ley revisado atiende temas que hay que abordar como parte de la reforma, dijo.

No obstante, todos sí concuerdan en que el sistema migratorio tiene que ser reformado.

Según una encuesta del New York Times/CBS News, una mayoría del público piensa que se necesita una reforma, incluyendo un 44 por ciento que indica que el sistema requiere volver a crearse por completo, y el 45 por ciento que indica que requiere cambios fundamentales. Sólo el 8 por ciento indicó que el sistema necesita sólo cambios menores.

“El pueblo estadounidense está preparado para la reforma. Lo que necesitamos es valor de parte de los dirigentes ahora”, dijo Felipe Matos, estudiante de economía de 24 años, quien llegó a los Estados Unidos a los 14 años. Su sueño es ser maestro, pero su estado indocumentado le prohíbe obtener las credenciales que requiere para lograrlo.

Matos viajó a Washington desde Miami con un grupo de estudiantes quienes salieron a pie el primero de enero en un trayecto de 1.500 millas. Llegaron a la Casa Blanca el primero de mayo.

Los estudiantes llamaron a su campaña The Trail of Dreams (El sendero de los sueños) en referencia a la ley DREAM, una propuesta que permitiría que los inmigrantes indocumentados que hubieran llegado a EE.UU. con 15 años o menos obtengan la residencia legal. Su esperanza era entregarle al presidente Obama una petición firmada por 30.000 personas para dar fin a la separación de familias mediante deportaciones.

Personal de seguridad de la Casa Blanca les indicó que enviaran por correo su petición. A cambio, dejaron atrás sus zapatos, “los mismos zapatos que llevábamos el día que comenzamos a caminar, el primero de enero, como símbolo de los miles en nuestras comunidades que desaparecen por acciones de nuestro sistema migratorio roto”, escribieron en su blog. “Esta es nuestra declaración oficial. ¡El primero de mayo no es el final, sino que es el comienzo de un nuevo capítulo que todos juntos escribiremos!”

El movimiento de reforma de base se manifestó en el 2006 con enorme protestas, pero no ha visto ningún éxito todavía. No obstante, las manifestaciones están ayudando a la causa con movilizar a la comunidad, explica Sharry.

Las marchas del 2006, con un lema en común, “Hoy marchamos, mañana votamos”, ayudaron a generar tres millones de nuevos electores, continúa. En las elecciones del 2008, cuatro estados con poblaciones hispanas importantes y crecientes que en el 2004 se consideraban estados “rojos”, se hicieron “azules” – un mensaje a los políticos, lo llama Sharry.

“Las marchas y las elecciones, el cabildeo y los boicots son aspectos del mismo movimiento”, indica. “Si vamos a lograr la victoria…será en respuesta a la movilización de la comunidad, el grupo de electores de mayor crecimiento. Por eso es que pienso que tenemos la posibilidad de reforma este año”.

Se preparan más protestas y marchas por todo el verano.

(Rosalba Ruiz es reportera con Hispanic Link News Service en Washington, D.C. Comuníquese con ella a: rpruiz@yahoo.com). ©2010

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