por Isabella Bloom Ethnic Media Services
Jie Wang es propietaria de tres viviendas de alquiler en Oakland. Toda su familia depende de los ingresos de los inquilinos que pagan su alquiler.
Muchos han perdido sus empleos durante la pandemia. Las moratorias de desalojos protegen a los inquilinos que no pueden pagar parte o la totalidad de su alquiler. Pero los pequeños proveedores de vivienda, como Wang, siguen teniendo que pagar hipotecas, servicios públicos y otros gastos. La falta de apoyo del gobierno ha creado presión sobre ellos para que vendan sus propiedades.
“Nadie puede escapar de este coronavirus”, dijo Wang. “Tengo muy buena relación con todos mis inquilinos. Intento ayudarles”. Wang participó en un reciente panel informativo organizado por Ethnic Media Services junto con otros defensores del derecho a la vivienda e investigadores sobre el tema. El panel tuvo un debate sobre el riesgo de tratar a todos los propietarios por igual. Cuando se habla del “dueño de la propiedad” muchas personas usualmente se imaginan que son grandes corporaciones inmobiliarias, dueñas de muchas propiedades de inversión en bienes raíces, lo suficientemente ricas como para mantener sus propiedades durante la pandemia. Sin embargo, los pequeños propietarios particulares de viviendas de alquiler, a quienes se les llama también “caseros particulares” o “pequeños propietarios inmobiliarios”, se han visto muy afectados por las pérdidas de ingresos puesto que los inquilinos no han podido pagar su alquiler durante la pandemia, al menos parcialmente.
Según el Urban Institute, los inversionistas particulares como Wang, y no los grandes conglomerados, son los propietarios de más del 75 percent de las propiedades de alquiler de 1 a 4 unidades. Además, es usual que los propietarios particulares de color sean dueños de propiedades de dos, tres o cuatro unidades familiares.
Sus tarifas de alquiler suelen ser más baratas, por lo que es más probable que atraigan a inquilinos de minorías. Maeve Brown es la directora ejecutiva y fundadora de Housing and Economic Rights Advocates (Defensores de los Derechos Económicos y de la Vivienda), un bufete de abogados sin fines de lucro a nivel estatal que brinda servicios legales gratuitos a los californianos de ingresos bajos y moderados. Trabaja con muchas personas de color que nunca han recibido formación sobre cómo administrar sus propiedades y que usualmente cobran alquileres por debajo del mercado.
“Otra parte clave de la historia es nuestra incapacidad para comprender y apreciar lo que los pequeños propietarios están realmente ofreciendo: nuestra incapacidad para reconocer que ellos realmente son proveedores de viviendas asequibles”, dijo Brown. “Si las localidades y nuestro gobierno estatal francamente reconocieran la realidad de esa situación, entonces eso debería tener un impacto en las decisiones políticas que toman”.
Los pequeños propietarios particulares suelen estar más conectados con sus comunidades e inquilinos.
John Wong, presidente fundador de la Asian Real Estate Association of America, lleva casi 67 años viviendo en San Francisco y más de 40 años como agente de bienes raíces. En la sesión informativa, John describió las relaciones que ha tenido y las que ha observado entre los propietarios particulares y sus inquilinos. “Hablo de este grupo de proveedores de vivienda porque creo que tiene que ver con nuestra respuesta al COVID”, dijo Wong. Añadió que los propietarios particulares suelen conocer personalmente a sus inquilinos.
“Las relaciones suelen ser muy, muy amistosas”, dijo. Los programas de ayuda a los alquileres, como la Ley CARES, de $2 billones de dólares, han beneficiado principalmente a las empresas inmobiliarias más grandes y ricas, dejando de lado a los propietarios particulares. “Las decisiones políticas que ha tomado el Estado no han distinguido entre grandes corporaciones y pequeños propietarios”, dijo Brown. “Las opciones políticas del Estado han colocado directamente el peso de la falta de pago del alquiler sobre los hombros de los pequeños propietarios particulares, que son los pequeños proveedores de viviendas asequibles”.
El peligro de permitir que ese costo recaiga sobre los proveedores de viviendas que son propietarios particulares es que los presiona para que vendan sus propiedades a inversionistas corporativos y conglomerados inmobiliarios. El resultado es que California perderá cada vez más viviendas asequibles. “Si ellos pierden su propiedad, probablemente la perderán a manos de un inversionista corporativo que cobrará tanto dinero como el mercado pueda soportar”, dijo Brown. Los propietarios de color también tienen más probabilidades de tener una hipoteca y unos ingresos más bajos, por lo que la presión para vender durante la pandemia es mayor, según el Urban Institute. Puede que haya una nueva esperanza para los propietarios particulares y sus inquilinos por medio de un nuevo programa de ayuda para el pago del alquiler, pero viene con una advertencia. El nuevo programa de ayuda para el pago del alquiler de California, destinado a ayudar a los inquilinos y propietarios particulares más vulnerables del estado, se inauguró el 15 de marzo.
El programa, que procede del Proyecto de Ley del Senado SB 91, extiende la moratoria de desalojos hasta el 30 de junio y destina $2,600 millones de dólares de fondos federales para la ayuda con el pago del alquiler. “La moratoria del SB 91 y el programa estatal de ayuda para el pago del alquiler, en mi opinión, es lo más importante para los pequeños propietarios particulares que son proveedores de viviendas familiares”, dijo Wong. Tanto los inquilinos como los propietarios tienen que rellenar ciertas partes de la solicitud en internet, disponible en el sitio web del estado de California Housing is Key. El primer grupo de inquilinos elegibles son los más necesitados: los hogares que ganan el 50 percent o menos de los ingresos medios de la zona, o cualquier persona que haya estado desempleada durante al menos 90 días. El siguiente grupo incluye a los hogares que ganan el 80 percent o menos de los ingresos medios de la zona. Los inquilinos indocumentados también son elegibles. Los datos del Urban Institute muestran que, en todo Estados Unidos, menos de un tercio de los inquilinos y menos de la mitad de los propietarios particulares conocen los programas federales de ayuda para el pago del alquiler. Por ello, John Wong se propone difundir información sobre los programas de ayuda para el pago del alquiler entre los propietarios particulares, especialmente los que pueden estar aislados debido a su poco conocimiento del idioma. “Personalmente, me enfoco mucho en asegurarme de que las personas que no hablan inglés como lengua materna tengan acceso a la información de que estos fondos están disponibles”, dijo Wong.
La forma en que funciona la ayuda para el pago del alquiler es que el 80 percent del alquiler que el inquilino debe entre el 1 de abril de 2020 y el 31 de marzo de 2021 se pagará directamente al propietario particular, siempre que éste acepte perdonar el 20 percent restante del alquiler atrasado. Pero este nuevo programa de ayuda para el pago del alquiler no distingue entre pequeños propietarios particulares y grandes propietarios corporativos. Para los propietarios particulares como Jie Wang, tener que absorber ese 20 percent restante de los alquileres que no fueron pagados puede ser un golpe demoledor tras un año de no haber recibido los pagos del alquiler. “Estoy dispuesta a alquilarle a inquilinos de bajos ingresos”, dijo Jie Wang. “siempre y cuando yo pueda sobrevivir, recibiré todas las herramientas para ayudarme y para sobrevivir a esta situación tan difícil”. (Traducido por Oscar Arteta.)