Sin Rusia como el malo, la agenda Build Back Better queda desnuda para el mundo. El conflicto de Ucrania proporciona un escudo visible para evitar cualquier discusión más amplia
por la Treehouse
En una declaración del lunes de la Casa Blanca, el presidente Joe Biden se comprometió a “seguir brindando a Ucrania el apoyo necesario para defenderse, incluidos los sistemas avanzados de defensa aérea”.
La declaración fue el resultado de una llamada telefónica entre Biden y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Dos días antes, Ucrania bombardeó el puente del estrecho de Kerch entre Rusia y Crimea, lo que provocó el colapso de una sección del puente. Ayer, el presidente ruso, Vladimir Putin, tomó represalias con ataques con misiles contra varias ciudades de Ucrania e infraestructura clave para la energía.
El Departamento de Estado de los EE.UU. y la CIA continúan liderando y coordinando el esfuerzo de guerra de Ucrania con el personal de los EE. UU. para organizar las operaciones.
Al igual que el bombardeo del oleoducto Nord Stream, es muy probable que Ucrania y Estados Unidos planearan atacar el puente del estrecho de Kerch. Sin embargo, no se nos permite hablar sobre estos esfuerzos coordinados. La conclusión es que la administración Biden está yendo más allá hacia un compromiso directo con Rusia a través del estado proxy de Ucrania.
Del New York Times:
El presidente Vladimir V. Putin desató una serie de ataques con misiles de gran alcance contra ciudades de Ucrania el lunes, golpeando el corazón de Kyiv y otras áreas lejos de la línea del frente, en el ataque más amplio contra civiles desde los primeros días de la invasión de Rusia.
Putin dijo que los ataques en casi una docena de ciudades fueron una represalia por una explosión que destruyó secciones de un puente que une Rusia con la Península de Crimea, aunque también parecían destinados a apaciguar a los intransigentes en Rusia que habían criticado abiertamente el enjuiciamiento de la guerra.
Al denunciar el bombardeo del puente construido por el Kremlin, un golpe vergonzoso, como un “ataque terrorista”, Putin amenazó con más ataques si Ucrania vuelve a atacar objetivos rusos.
“Nadie debería tener ninguna duda al respecto”, dijo.
La línea de base para el aspecto global del conflicto de Ucrania sigue arraigada en la división económica en curso. Arabia Saudita ha expresado su alineación con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+), incluida Rusia, en un suministro de petróleo coordinado. La alianza de la OTAN en términos generales quiere presionar a sus socios para que se alejen del petróleo, el carbón y el gas natural.
Así, el domingo, antes de la llamada telefónica con Zelenskyy, Biden llamó al canciller alemán Olaf Scholz:
El presidente Joseph R. Biden, Jr. habló hoy con el canciller Olaf Scholz de Alemania. Los líderes reiteraron su condena del intento de anexión del territorio ucraniano por parte de Rusia, así como su compromiso continuo de responsabilizar a Rusia por sus acciones brutales y brindar seguridad y asistencia económica a Ucrania. Los líderes también discutieron los desarrollos recientes en los mercados energéticos globales y la importancia de asegurar suministros de energía sostenibles y asequibles.
Los ideólogos, políticos, corporaciones y bancos occidentales están tratando de forzar un nuevo sistema energético global; sin embargo, existe la oposición de varias naciones que ven el esfuerzo por alejarse del petróleo, el carbón y el gas natural como un suicidio económico.
We are now starting to see currencies in countries like Brazil and Mexico having greater stability and growth than the value in U.S. dollars. That said, in the long term the economics of this conflict will ultimately decide the outcome.
The citizens within the western alliance nations are suffering the consequences of the global economic cleaving. Energy driven inflation, a purposefully designed problem, is creating a recession amid the western alliance nations. The monetary policy of U.S., EU, CA, NZ and AU is currently constructed to lower economic activity to support the reduced amount of energy resources available.
Specifically, because the Ukraine conflict is being used as a justification for political economic and monetary policy, there appears to be no limit in what the U.S. will do to widen the ideological war against Russia. Unfortunately, the era of great pretending forbids anyone from talking openly about the true root of the issue.
It seems clear now that NATO, led by the U.S., is willing to escalate a European war if that’s what it takes to protect the climate change goals.
Without Russia as the bad guy, the Build Back Better agenda becomes naked to the world. The Ukraine conflict provides a visible shield to prevent any larger discussion, as evidenced by the attempt by Elon Musk to mitigate the Ukraine conflict by talking about a peace deal wherein Russia keeps the Russian speaking eastern Ukraine. In the week since that proposal became international fodder for ridicule, the conflict in Ukraine has intensified. This is not coincidental.
We are pretending our way into a war.
