lunes, noviembre 25, 2024
HomeEditorial EspañolLa recuperación virtual de la economía - parte 2

La recuperación virtual de la economía – parte 2

Marvin J. RamirezMarvin J. Ramirez

DEL EDITOR:Querido lector, encontré este interesante artículo escrito por Paul Craig Roberts, editor de Infowars.com, que detalla cómo las falencias de la economía han surgido. Será una experiencia de aprendizaje para muchos de ustedes y para mí, claro. Debido a su longitud, lo publicaré en dos partes.

La Recuperación Virtual de la economía– parte 2

por Paul Craig Roberts
Infowars.com

El futuro del orden político de Estados Unidos está en duda. El régimen de Bush y Obama han abusado tan gravemente la Constitución y la ley estatutaria, que los Estados Unidos que Ronald Reagan nos dejó ya no existe. EE.UU. está camino al colapso o la tiranía.

Supongamos que un milagro produce una recuperación económica. ¿Qué pasa con los enormes excesos de reservas bancarias que la Reserva Federal ha proporcionado a los bancos?

Si estas reservas bancarias se utilizan para la expansión de los préstamos, la oferta monetaria superará a la producción de bienes y servicios, y la inflación se elevará.

Si la Fed intenta sacar el exceso de reservas del sistema bancario mediante la venta de bonos, las tasas de interés van a subir, por lo tanto destruyendo la riqueza de los tenedores de bonos y drenando la liquidez del mercado de valores. En otras palabras, otra depresión que elimina la restante riqueza estadounidense.

El anuncio de la Reserva Federal de QE3 muestra que la Fed seguirá creando nuevos fondos con el fin de proteger los valores de los cuestionables activos insolventes de los bancos. La Reserva Federal representa a los banqueros, no al público estadounidense. Al igual que todas las otras instituciones del gobierno norteamericano, la Reserva Federal está muy lejos de preocuparse de los ciudadanos estadounidenses.

En mi opinión, la compra de la Reserva Federal de bonos con el fin de reducir las tasas de interés ha producido una burbuja en el mercado de bonos más grande que la burbuja inmobiliaria y derivados. Económicamente, no tiene sentido para un bono tener una tasa de interés real negativa, sobre todo cuando el gobierno que emite el bono está corriendo un gran déficit presupuestario que parece incapaz de reducir y, cuando el banco central está monetizando la deuda.

La burbuja ha sido protegida por la “crisis” del euro, que posiblemente es más una crisis virtual que una real. La crisis del euro ha provocado que el dinero se refugie en dólares, lo que apoya el valor del dólar, incluso mientras la Reserva Federal imprime dinero para comprar el flujo interminable de los bonos de los gobiernos para financiar más de billones de dólares del déficit del presupuesto anual -cerca de 5 veces los “déficits de Reagan” que Wall Street sostiene arruinaría la economía de EE.UU.

En efecto, el valor de intercambio del dólar en sí es una burbuja esperando para estallar. El fuerte aumento en el precio del oro y la plata desde 2003 indica una fuga del dólar de EE.UU. (La tabla es cortesía de John Williams, shadowstats.com.) La burbuja del mercado de bonos estallará si la burbuja del dólar estalla.

La Reserva Federal puede sostener la burbuja del mercado de bonos mediante la compra de bonos, y no hay límites para la capacidad de la Reserva Federal de comprar bonos.

Sin embargo, la eterna monetización de la deuda, incluso si el dinero nuevo se ha quedado atascado en los bancos y no encuentra su camino en la economía, puede asustar a los titulares extranjeros de activos denominados en dólares.

Los bancos centrales extranjeros pueden decidir que quieren mantener menos dólares y más metales preciosos como sus reservas. Otros países, sintiendo la desaparición del dólar de EE.UU., se están organizando para llevar a cabo su comercio sin el uso de la moneda de reserva mundial. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica tienen la intención de llevar a cabo el comercio entre ellos en sus propias monedas. China y Japón también han negociado para liquidar sus saldos comerciales en sus propias monedas.

Estos acuerdos reducen sustancialmente el uso del dólar de EE.UU. en el comercio internacional y, por lo tanto, la demanda de dólares. Cuando la demanda cae, también lo hace el precio, a menos que se contraiga la oferta. Pero la Reserva Federal ha anunciado, en esencia, una oferta ilimitada de dólares. Así que nos enfrentamos a una paradoja. El dólar de EE.UU. se supone que sigue siendo valioso, a pesar de su enorme incremento de la oferta.

Además, China, el mayor acreedor de Estados Unidos y en el pasado un comprador fiable de bonos del Tesoro estadounidense, tiene unos dos billones de dólares en activos denominados en dólares, principalmente bonos del Tesoro. ¿Cómo está tratando Washington a su mayor acreedor extranjero? No con aprecio o respeto. Washington está rodeando China de bases navales y aéreas, interfiriendo en las disputas de China con otros países, e interponiendo recursos artificiales contra China en la Organización Mundial del Comercio.

Washington afirma que las empresas estadounidenses están desertando EE.UU. no debido al menor costo de mano de obra en China, sino debido a las “subvenciones” chinas a las empresas estadounidenses reubicadas.

En mi columna del 30 de abril, “Gestando un conflicto con China”, escribí que Washington desea sustituir una guerra fría con China por las guerras calientes en el Medio Oriente. El problema con las guerras calientes es la pérdida de prestigio como superpotencia frente a la incapacidad de Washington para imponerse después de once años, y aunque las guerras calientes son rentables para el complejo de seguridad/militar, las guerras no generan el nivel de utilidades que se derivarían de una carrera armamentista de alta tecnología con China. Por otra parte, Washington cree que desviar las inversiones chinas en la economía a una escalada militar frenaría la velocidad a la que la economía china está superando la economía de EE.UU.

¿Y si en lugar de tomar el cebo de Washington, China se dirige al talón de Aquiles de Washington, el papel del dólar como moneda de reserva mundial, y decide que es más barato deshacerse de un trillón de dólares de EE.UU. de la deuda del Tesoro en el mercado de bonos, que comprometerse a 30 años de carrera armamentista ? Para evitar que el precio de los bonos del Tesoro se derrumbe, la Reserva Federal podría imprimir dinero para comprar ­bonos. Pero si China luego bota el trillón de dólares impreso en los mercados de divisas, Washington no puede imprimir euros, libras esterlinas, rublos rusos, francos suizos y otras divisas para comprar los dólares.

Frenético, Washington trataría de organizar intercambios de divisas con otros países con el fin de adquirir las divisas con las que compra los dólares que, de lo contrario, hará bajar la tasa de cambio del dólar y destruiría el control de la Reserva Federal sobre las tasas de interés.

Pero si los chinos no quieren los dólares, ¿otros países querrían cambiar sus monedas por el abandonado dólar de EE.UU?

Algunos de los estados títeres de Washington cumplirán, pero el resto del mundo se regocijará en la terminación de la hegemonía financiera de Washington y rechazaría la oferta.

Tarde o temprano, el dólar se derrumbará por el abuso de Washington del rol del dólar como moneda de reserva, y el dólar perderá su estado de “refugio seguro”. La inflación de EE.UU. va a subir, y la estabilidad política de EE.UU., junto con el poder hegemónico de Estados Unidos disminuirá.

El resto del mundo tendrá un suspiro de alivio. Y China habrá vencido a la superpotencia sin una carrera armamentista y sin disparar un tiro.

El Dr. Paul Craig Roberts es el padre de Reaganomics y ex jefe de política en el Departamento del Tesoro. Es columnista y antes fue editor del Wall Street Journal. Su más reciente libro, “How the Economy Was Lost: The War of the Worlds,” detalla por qué Estados Unidos está desintegrándose.

RELATED ARTICLES
- Advertisment -spot_img
- Advertisment -spot_img
- Advertisment -spot_img