jueves, noviembre 14, 2024
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La pregunta del censo de los EE.UU. que puede confundir a los latinos

El gobierno del ex presidente Barack Obama inició una investigación hace varios años sobre estrategias para mejorar los datos sobre los latinos de todas las razas, pero el gobierno de Trump la abandonó, aprobando dos preguntas que probablemente subestimarán el número de esta población

 

por Pilar Marrero

La Opinión, Ethnic Media Services

 

La pregunta de ciudadanía inicialmente propuesta para el Censo de los Estados Unidos de 2020 ya no estará en el cuestionario, gracias a varias demandas y a una decisión del Tribunal Supremo de Justicia que en junio que rechazó los argumentos del gobierno federal para añadirla, a pesar de todos los cuestionamientos sobre su posible efecto distorsionante.

Sin embargo, los burócratas que toman las decisiones sobre el conteo decenal permitieron otras dos preguntas que, de acuerdo con sus propias investigaciones, llevará probablemente llevará a una disminución en el conteo de latinos o hispanos que viven en los Estados Unidos.

Los latinos son el segundo grupo de población más grande de la nación y representan más de uno de cada seis residentes de los Estados Unidos. Si no hay un buen recuento de esa población, el Censo no será correcto.

Los datos resultantes del mismo se utilizarán para asignar más de 1,5 billones de dólares en fondos federales, estatales y locales, y esa es apenas una de las razones por las que se necesita precisión. La representación política a través de los distritos electorales también se decide a partir de esos números.

Giovanny Hernández, coordinador del censo para NALEO (Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados) recientemente tuvo una probadita del problema durante un entrenamiento en Maywood, una pequeña ciudad al sureste del centro de Los Ángeles que es casi completamente latina (97.7 por ciento).

«Estuve hablando con un grupo formado por organizaciones locales que trabajan en la difusión del censo», dijo Hernández. «Les pedí que rellenaran el cuestionario del censo sólo como un ejercicio. Imprimí el formulario y les di unos minutos para que lo respondieran. La mayoría de la gente dijo posteriormente que las preguntas ocho y nueve, las dos últimas, eran ‘confusas’ y no sabían cómo responderlas».

Esas preguntas se refieren al «origen hispano» y a la raza de cada persona censada.

La octava pregunta pide a los individuos que indiquen si son de origen hispano y ofrece una opción de posibles respuestas afirmativas: (mexicano, puertorriqueño, cubano y otro hispano).

La novena pregunta se refiere a su raza, proporcionando cinco categorías generales: Blanco, Negro, Indio Americano, una lista de opciones asiáticas y un espacio para escribir bajo la opción abierta «Alguna otra raza».

Este es básicamente el mismo formato utilizado en los censos de 2000 y 2010. ¿Cuál es el problema? Según la investigación de la propia Oficina del Censo, un porcentaje significativo de latinos tuvo dificultades en responder a una pregunta separada sobre la raza, y no estaban necesariamente satisfechos con las opciones de respuesta disponibles.»Muchos latinos parecen identificarse más con su origen nacional que con su raza, o simplemente no se identifican con ninguna de las ofrecidas», dijo Hernández.

Sostiene un informe de NALEO, basado en datos del gobierno, que «entre 2000 y 2010, la población clasificada como ‘Alguna otra raza’ creció en una cuarta parte. Para 2010, el 6 por ciento de todos los encuestados del censo decenal – 19,1 millones de personas – se identificaron como «Alguna otra raza», y el 97 por ciento de esos 19,1 millones de individuos eran latinos».

De hecho, en el censo de 2010, más del 43 por ciento de los latinos eligieron «alguna otra raza» o no respondieron a la pregunta sobre la raza en absoluto. En el 2000, el 48 por ciento se identificó como «blanco» y en el 2010, el 53 por ciento lo hizo.

Una investigación y un cambio de opinión

En 2014, el gobierno de Obama comenzó a trabajar en un cambio del lenguaje del censo que iba en la dirección correcta: una pregunta combinada de «origen hispano» y de raza que ofrece una variedad de opciones para identificarse. Una extensa investigación encontró que una pregunta combinada aumentaba el nivel de respuesta de los Latinos en general. Menos personas seleccionaban el genérico «alguna otra raza».

La Oficina del Censo recomendó inicialmente una pregunta combinada de raza y origen hispano y se le unieron muchos grupos de defensa en esa recomendación, dijo Hernández.

La pregunta bajo prueba era la siguiente: ¿Qué categorías describen a la persona X? El encuestado podía elegir tantas de las ocho opciones como le pareciera adecuado: Blanco; hispano, latino o español; negro o «afroamericano»; asiático; indio americano o nativo de Alaska; de Oriente Medio o norte de África; nativo de Hawai u otra isla del Pacífico; y «alguna otra raza, etnia u origen».

Cada una de esas ocho categorías incluía también de tres a seis subcategorías para elegir. Por ejemplo, en la segunda categoría, las personas podían especificar raíces mexicanas, salvadoreñas, puertorriqueñas, dominicanas, cubanas o colombianas. Además, había espacio para escribir en otras descripciones.

Sin embargo, a pesar de toda la investigación y de los resultados positivos, en 2018, cuando se presentó el cuestionario final del censo al Congreso, la pregunta combinada había sido abandonada por la administración Trump.

También se suprimieron otros cambios que se habían puesto a prueba, como la adición de la categoría «Medio Oriente y África del Norte».

El director ejecutivo de NALEO, Arturo Vargas, dijo que estaba consternado por la decisión. «Invirtieron años de investigación y pruebas, costando millones en fondos de los contribuyentes para determinar cómo mejorar la recolección de estos datos… decidieron ignorar años de investigación y el consejo experto de los científicos».

«Para los que siguen esta historia se siente como si el censo estuviera siendo manipulado para reducir el número de latinos», dijo Hernández.

Los activistas insisten en que los latinos deben llenar la pregunta sobre la raza «con la mayor precisión posible». Si lo dejan en blanco, la Oficina del Censo usará otros datos para inferir o «imputar» de qué raza son.

La raza se utiliza, entre otros datos, para informar la política sobre el voto, la vivienda, el empleo, la educación y la atención de la salud.

«El problema potencial son los datos defectuosos, un retrato inexacto de los latinos que termina teniendo el efecto de no poder hacer cumplir leyes como la Ley de Derecho al Voto y muchas otras», dijo Hernández.

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