Los soldados, uno de los cuales fue encontrado con marihuana, dijeron que no sabían que habían cruzado la frontera
por los servicios de cable de El Reportero
Catorce soldados mexicanos fueron detenidos por funcionarios estadounidenses durante varias horas la madrugada del sábado después de que ingresaron a territorio estadounidense en El Paso, Texas, al otro lado de la frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua.
Los soldados, que cruzaron el puente entre las ciudades en dos vehículos militares, dijeron que no se dieron cuenta de que habían entrado a Estados Unidos.
El periódico El Heraldo Chihuahua informó que eran del sur de México y recién habían llegado a la frontera norte.
Los agentes fronterizos aseguraron armas y equipos para «seguridad y procesamiento», dijo la Patrulla Fronteriza y de Aduanas de los Estados Unidos (CBP), y agregó que se contactó a los líderes militares mexicanos y llegaron poco después.
Trece de los soldados fueron procesados sin incidentes, pero a uno se le impuso una sanción civil después de que los oficiales de CBP descubrieron una pequeña cantidad de marihuana en su poder.
Los soldados parecían haber sido esposados según Reuters. Sus vehículos y armas les fueron devueltos cuando fueron liberados.
El cruce fronterizo estuvo cerrado durante aproximadamente dos horas debido al incidente, dijo un testigo.
Un testigo, que pidió no ser identificado, describió los momentos tensos en los que los funcionarios fronterizos detuvieron a los soldados. «La CBP les gritó a los soldados que levantaran las manos y soltaran las armas de inmediato».
Los cruces fronterizos involuntarios por parte de las fuerzas militares mexicanas han ocurrido en el pasado, informó el diario El Universal, pero generalmente en áreas donde la frontera no está claramente marcada, en lugar de en puentes internacionales.
Con reportes de Reuters, El Heraldo Chihuahua y El Universal.
Excapos de la droga se unen contra el ‘acoso’ en prisión de máxima seguridad
Los tres hombres afirman haber sido sometidos a una ‘tortura psicológica’
Los exlíderes encarcelados de tres cárteles de la droga han mostrado su lado diplomático, uniéndose para presentar una denuncia conjunta sobre sus condiciones carcelarias.
Los tres hombres alegan hostigamiento y tortura psicológica por parte del personal penitenciario de la prisión de máxima seguridad Altiplano en el estado de México.
Los denunciantes son Servando Gómez Martínez, exlíder del cártel de los Caballeros Templarios en Michoacán; Mario Cárdenas Guillén, quien dirigió el Cartel del Golfo en Tamaulipas; y Fernando Sánchez Arellano, exlíder del Cartel de Tijuana en Baja California.
La Procuraduría General de la República solicitó que el juez que aceptó la demanda desestimara el caso, pero la solicitud fue denegada.
Con reportes de Milenio.